Contador: "No ataqué, no era un día para hacer diferencias"

Alberto Contador se asomó a la cabeza en la última cota de la jornada. Sin embargo, según sus palabras, no aceleró para sacar diferencias, ni para medir las fuerzas de sus rivales: “Sólo busqué estar bien posicionado. No ataqué, no era un día para aventuras, ni para conseguir ventaja. El terreno no lo permitía, ya que había que remar demasiado hasta llegar a la línea de meta”. El madrileño sí señaló que le interesaba mantener a Froome “controlado”: “Debía andar atento a sus posibles movimientos, Nibali se aprovechó y nos queda darle la enhorabuena”.

Aunque él se siente “en muy buena forma, cada etapa mejor”, en los últimos kilómetros no dispuso de la ayuda de ningún compañero del Tinkoff, por tres que respaldaban a Froome (Porte, Nieve y Thomas): “No hubo ningún problema. El equipo realizó una labor fenomenal para que me mantuviera delante y evitara complicaciones y caídas. Cuando estuve solo, no existían nervios, me sentía tranquilo y con la confianza de que no se perdería tiempo con los adversarios. El Tour es muy largo, el apoyo de mis chicos será extraordinario, como siempre”.

Contador también quiso mandar un mensaje a los aficionados que se agolpan en las cunetas, que en algunas ocasiones ponen en peligro la integridad de los corredores: “Estamos agradecidos a la gente que acude a ver la carrera, pero si se acercan hay una amenaza increíble. Gente apartándose, otros con sillas de ruedas, con perros... salir intacto puede considerarse una victoria”.