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DAUPHINE LIBERÉ

Chris Froome se cae en víspera de la gran batalla de los Alpes

Este sábado se disputa la etapa reina, una travesía digna del Tour de Francia: dos puertos de categoría especial en los últimos 33 kilómetros.

Froome, con el maillot roto y heridas en el codo.
LIONEL BONAVENTUREAFP

Chris Froome se fue al suelo en víspera de la etapa reina de este sábado. “No es grave. Me he hecho un poco de daño en el hombro, el codo y la rodilla, pero espero que no tendrá importancia para las próximas etapas”, explicó el británico, quien dio “las gracias a todos los corredores” porque a nadie le dio el arrebato oportunista de atacar y esperaron hasta que se reintegró en el pelotón. Faltaban sólo diez kilómetros para la meta y, aunque se levantó enseguida, perdió tiempo al tener que cambiar de bici.

La etapa la ganó el belga Jan Bakelants. Batió al sprint al holandés Lieuwe Westra y ambos aventajaron en 24 segundos al resto de escapados y en 3:55 al pelotón. No hay cambios en la general. La fuga la formaron 16 corredores, entre los que se metió otra vez (tercer intento) Imanol Erviti. Es la primera victoria del año para Bakelants, que la pasada temporada ganó la segunda etapa del Tour de Francia en Ajaccio y, gracias a ello, fue líder durante dos días.

Etapón. Pero la atención estaba puesta en la dura jornada de este sábado. “Será una etapa tipo Tour. Con puertos largos y durísimos, sobre todo los dos últimos”, pronostica Alberto Contador. Se tendrán que ascender cinco altos, dos de segunda, uno de primera y dos de categoría especial para terminar: Forclaz (12,6 km al 8,2%) y meta en Finhaut-Emosson (10,2 km al 8), empalmados con un tramo de 10 km de descenso. Es decir, 33 km finales de aúpa.

Etapa reina del Dauphiné que tranquilamente podría ser una de las jornadas más importantes en cualquier Tour. Un test que nos va a mostrar un anticipo, no definitivo, pero muy aclaratorio, de lo que puede ser la pelea entre Contador y Froome en la gran ronda francesa, que empezará en tres semanas (5 de julio).

Contador, no obstante, no cree que todo vaya a quedar decidido hoy. “La última etapa (mañana), con finalen Courchevel, es algo menos dura, pero yo creo que aún quedarán cosas por hacer”.

En víspera de dos días decisivos, Alberto dice estar “muy contento” de cómo marcha su preparación. “Me falta todavía un poco de ritmo de competición, pero voy mejor de lo que esperaba”. El madrileño reconoce que Froome está “algo más fuerte” que él por lo visto hasta ahora. “Se ha demostrado en la crono y en la primera llegada en alto”. Y no se arriesga a decir que puede ganar el Dauphiné. “En principio quiero estar a la misma altura de Froome. Después, ya veremos”.

En cuanto al líder, señala a Contador “como el rival posiblemente más peligroso”. “Pero no es el único. Todos los que están a menos de un minuto en la general son una amenaza”.