Aunque no tenga valor oficial de título, Nicolas Edet vivió su mejor momento como corredor en el podio final de la Vuelta, donde recibió el maillot de la Montaña. El escalador del Cofidis, de 25 años, se enfundó el jersey gracias a su escapada camino de Peyragudes, y lo conservó hasta Madrid: "Para el equipo y para mí era muy importante mantener esta prenda. Ganar la misma clasificación que David Moncoutié, un símbolo para nosotros, es algo impresionante".

Moncoutié se apuntó, en cuatro ediciones consecutivas (2008-2009-2010-2011), cuatro etapas y cuatro generales de la Montaña. Llegó a reconocer que le gustaba más la Vuelta que el Tour: "Yo prefiero el Tour. Me encantaría lograr un triunfo en mi país, supondría cumplir un sueño de niño".

Junto a Barguil (21), Elissonde (22), Geniez (25) o Pinot (23), Edet conforma una hornada que puede dar muchas alegrías a Francia. Tras explotar en el Tour de 2012, donde logró meterse en el top-ten y ganó la etapa de Porrentruy, los medios franceses definieron a Pinot como "la nueva esperanza" . En la pasada ronda gala naufragó hasta que abandonó. En la reciente Vuelta se ha reencontrado con un séptimo puesto, a 8:41 de Horner: "Sufrí mucha presión. Ahora me siento más liberado". Incluso, parece que ha perdido parte de su miedo a los descensos.

Julien, hermano, entrenador y representante de Thibaut, ejerce también como técnico personal de Elissonde y Geniez, sus compañeros en el FDJ. Argos apostó por Barguil después de sus brillantes Tours del Porvenir 2011 y 2012. Y Francia vuelve a sonreír con sus triunfos en la Vuelta.