Chris Horner batió el récord de Purito Rodríguez en la ascensión de Peña Cabarga. El catalán la realizó en 17 minutos justos en 2010. Horner, ayer, en 16:44. Las dudas sobre su prestación no tardaron en inundar internet y la sala de prensa de la Vuelta, como ocurrió con Chris Froome en el Mont Ventoux el pasado Tour (más rápido que Lance Armstrong).

Antoine Vayer, doctor en fisiología y expreparador del Festina, lo tenía claro. Con el tiempo de la subida, el peso, la velocidad aeróbica y la potencia media de vatios que mueven los ciclistas como medidor de un supuesto dopaje, establece criterios sobre su rendimiento. Según él, 410 vatios figura dentro de lo humano; entre 410 y 430 es sospechoso; de 430 a 450, milagroso; y a partir de 450, mutante. Así defi nió a Horner: “481 vatios mutantes. Enorme. Y con 42 años”.

Stephane Mandard, de Le Monde, tampoco se quedó atrás: “Horner supera las plusmarcas de Purito y Froome. Otro milagro de Johan Bruyneel (en alusión a Armstrong, aunque el belga ya no es el mánager del RadioShack)”. La Gazzetta también ironizó sobre su gesta.

Por su parte, el estadounidense atendió a Eurosport: “Nibali sólo me saca tres segundos. Depende de cómo vayan las cosas, veré qué táctica empleo. No me puedo estresar por tres segundos. Recuperé mucho tiempo, la desventaja es menor, eso es lo importante. Sigo confiado en ganar la Vuelta”.