VUELTA A ESPAÑA | 14ª ETAPA
Ha llegado el general invierno
El frío sacude la carrera y confirma la ventaja de Nibali y Horner sobre el resto. El ciclisa italiano Daniele Ratto fue el vencedor de una durísima etapa que acabó en La Gallina.
Cambió el tiempo y cambió el mundo. Se rompió el cielo. La carrera pasó en horas de la playa al invierno. Llovió a cántaros y la Vuelta juguetona se convirtió de pronto en Giro descarnado y aterido. Ganó un italiano, claro. Y otro confirmó su liderato. Y uno más abandonó por hipotermia, todavía sorprendido por lo cambiante que es España.
El ciclismo es el deporte más grande que existe porque no sólo te puedes morir de cansancio. También puedes morir de miedo o morir simplemente, en cualquier curva con vistas al valle. Todo ese miedo se concentró ayer, mezclado con el agotamiento y con las montañas, entre nubes y tormentas. Ciclismo antiguo, sin cámaras, porque ni siquiera el avión que envía la señal de televisión podía volar en esas condiciones. Así era antes: goteo de noticias escuetas y la imaginación al poder.
Lo primero que supimos es que cuatro locos marchaban en cabeza: Luis León, Gilbert, Brown, Chainel y Ratto. Pensaban subir y bajar tres puertos y coronar después el Collado de la Gallina. Jarreando. Castigados por un frío insolente. El pelotón también dudó de su buen juicio y les dejó tomar ventaja: dos minutos, cinco, ocho, doce.
Envalira fue su primer enemigo, a dos mil metros por encima del mar. Cinco grados sobre cero. Cedieron Chainel y Brown. Después, en el descenso, cayó Luis León. A continuación se retrasó Gilbert para no añadir más maleficios al maillot arcoíris. Ratto, sin embargo, no tenía nada que perder: 23 años, proyecto de sprinter y sólo un triunfo en su palmarés, el GP Industria y Artesanía. Juventud, divina inconsciencia.
Por detrás, un reguero de desgracias. La más significativa, la retirada por hipotermia de Basso, séptimo clasificado a 2:52. También Luis León tuvo que abandonar. Y Poels. Valverde, que se mantenía sobre la bicicleta, tenía las piernas bloqueadas por el cambio de temperatura. Eso le hizo perder medio minuto en la bajada de Ordino. Primera alerta: favorito contra las cuerdas.
La atención se concentró a partir de entonces en la remontada de Valverde, ayudado por el formidable Herrada. Nunca llegó a enlazar. Cuando estaba más cerca, Horner ordenó al croata Kiserlovski que picara espuelas. Aguantaron Nibali, Purito, Pozzovivo, Samuel, Pinot El siguiente arreón de Horner sólo lo resistió Nibali, hombre de lluvia y charcos, como Gene Kelly.
Pérdida. El líder, seguido de Chris Horner, cruzó la meta a 3:53 del heroico Ratto. Sin embargo el balance no descarta a sus perseguidores. Con todo lo que pudo ocurrir, apenas sucedió nada. Purito cedió 18 segundos con el rojo y Valverde 50. Pozzovivo y Pinot también minimizaron las pérdidas y se dejaron 53.
La impresión es menos esperanzadora que las matemáticas. Nibali y Horner pelean mano a mano, pero los demás necesitan de algún artilugio para ganar la carrera. Quizá sirva el valor. Quizá una etapa de montaña de 225 km. La de hoy.