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VUELTA A ESPAÑA | 10ª ETAPA

La arruga es bella

Horner lidera la Vuelta con 41 años y 314 días. El estadounidense, de 41 años, venció en solitario y sacó 48 segundos a Nibali y 1:02 a Valverde, Basso, Purito y Pinot en la cima.

Chris Horner, en el preciso momento de demarrar del grupo de favoritos (a 4,5 km. de meta). Ni Basso ni Nibali pudieron seguir su ritmo.
Dani Sánchez | Pool Vuelta

El día que nació Horner (23-10-1971) el AS descubrió en su portada la fabulosa prima que recibirían los futbolistas españoles por ganar a Rusia: cien pesetas. Así de viejo es Horner. Cuando tenía dos años, Estados Unidos abandonó Vietnam y cuando cumplió 21 nacieron las azafatas de la Vuelta (mes más, mes menos). Jamás una gran carrera por semanas había tenido un líder de 41 años (y 314 días).

Nada de lo que avergonzarse, por otra parte. El liderato de Horner es una buena noticia, pues a la gesta deportiva se suma en este caso la hazaña biológica. El nuevo maillot rojo lucha con la misma determinación contra las montañas y las lumbalgias, frente a los jóvenes pujantes y ante la oxidante rigidez de la edad. Es cierto que, desde hace algún tiempo, el ciclismo nos muestra ciclistas cada vez más longevos (Klöden, 38; Purito, 34; Valverde, 33). Sin embargo, con Horner ha estirado la goma hasta el punto de que su sudor se podría comercializar como crema anti-envejecimiento. Debe ser cierto que la edad está en la cabeza y no en el DNI, porque a día de hoy no hay corredor más en forma ni más divertido. Si en la bici es irresistible (escala como si llevara tutú), en formato pedestre no cede un metro. Horner habla un entusiasmado castellano de Doña Croqueta que cautiva a quien le escucha. Lo mío no es amor, no teman. Es simple solidaridad cuarentona.

Tampoco pierdan el tiempo con sospechas. Horner, actual ganador de la Vuelta a Utah, fue 13º en el Tour 2012, ganador de la Vuelta a California en 2011 y de la Vuelta al País Vasco en 2010. Y así podríamos seguir hasta que nacieron las azafatas, en cada temporada con resultados de buen ciclista. Lo demás lo hace la constancia y la ambición. Un dato: después de vencer en Lobeira, Horner anunció a Javier Guillén que ganaría la Vuelta. Si hablaba en broma o en serio no se puede decir, ya saben cómo es la gente mayor.

Serio. De momento, RadioShack se comporta como si Horner fuera un firme candidato. Ayer, Cancellara volvió a trabajar a destajo para acortar la diferencia con la fuga, formada por 21 ciclistas. El último en ceder fue el polaco afincado en Granada, Marczynski, cuyo nombre estaba pintado (¡correctamente!) en parte del trazado.

Después, en Hazallanas comenzó el baile. Atacó Nibali y contraatacó Horner. Luego asistimos al diálogo entre el Tiburón y Basso y al rato entendimos que los italianos no corren por equipos, sino por selecciones. Nibali se marchó tras el americano y Basso retuvo al grupo, pese a los arranques de Pinot (¡ha vuelto!). Purito y Valverde resistían sin alardes, mejor Rodríguez que Alejandro. Dani Moreno, entretanto, lidiaba con una hermosa pájara.

Diez etapas después, y camino de los 42 años, Horner viste de rojo. Rojo Ferrari. Rojo Alonso. Viva la madre que dio a luz a los pilotos rumbosos.