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Encuentro con los ASES

"La Vuelta gana enteros frente al Tour y al Giro en emoción"

'Encuentro con los Ases' con Samuel, Scarponi y David Arroyo. Los ponentes coincidieron en que en esta Vuelta "no habrá equipos que sean grandes dominadores".

LA AFICIÓN GALLEGA. El Auditorio del Sexto Edificio del Museo de Pontevedra acogió el Encuentro con los Ases, el chupinazo al arranque gallego de la Vuelta a España.
Dani Sánchez

Ganas de Vuelta. Con tres palabras puede resumirse el Encuentro con los Ases que tuvo lugar ayer en Pontevedra, en el Museo de la ciudad, con presencia de Samuel Sánchez (Euskaltel), Michele Scarponi (Lampre) y David Arroyo (Caja Rural), tres ciclistas llamados a ser protagonistas de la carrera. Junto a ellos, y como maestro de ceremonias, Rafael Louzán, presidente de la Diputación de Pontevedra, y Javier Guillén, director de la Vuelta a España.
Como en cada Encuentro, Alfredo Relaño hizo de moderador y presentador de una pasión mil veces confesada. "El ciclismo es un deporte superior a ningún otro. Es un carrusel de fantasía. No hay otros deportistas que pasen por delante de tu casa, en el deporte no hay estrellas tan a tu alcance como las del ciclismo. Creo que ese es el hilo invisible que nos une a todos en esta ilusión. El ciclista es el único deportista que se muestra de verdad en cualquier lugar".

Tampoco faltaron Tomás Roncero y Manolete, aficionados al ciclismo y nunca tan silenciosos como cuando hablan los corredores. Ambos encajan en el entorno, aunque a algunos les cueste creerlo. Del cuerpo de Manolete saldría un pelotón entero (o dos) y del entusiasmo de Roncero un sprinter que tendría que vestir inexorablemente de blanco.

Después de la introducción de Rafael Louzán (las Rías Baixas se venden solas, pero con la Vuelta se venden mejor), llegó el turno de preguntas y respuestas. La tertulia sirvió para calentar la Vuelta y para descubrir a Samuel Sánchez como conferenciante de postín, convincente hasta en los asuntos más delicados. "No puedo comentar mucho sobre la desaparición del Euskaltel porque me lo aconsejan mis representantes legales. Diré, no obstante, que estamos aquí con el máximo ánimo porque somos ciclistas profesionales y eso es lo que significa ser profesional".

Clave. "En principio, parece que la penúltima etapa será el juez de paz de la carrera. El Angliru es una subida que llama la atención del ciclismo mundial. El propio Ivan Basso me asegura que no ha conocido una ascensión igual. Si el Angliru decidirá el cajón, la etapa reina llegará antes, en Peyragoudes", añade el ciclista asturiano del Euskaltel.

Los ponentes coincidieron en que en esta Vuelta "no habrá equipos dominadores". Prosigue Samuel. "No tendremos el monopolio que hemos visto en otras carreras. La competencia será enorme. Aquí hay jóvenes pujantes y veteranos con experiencia: Scarponi, Nibali, Basso, Kreuziger, Purito, Valverde... Creo que Movistar, Katusha y Astana están por encima del resto. Movistar mete miedo, Katusha viene con gente para ganar y para el Mundial y el Astana se presenta con el equipo del Tour reforzado con algunos corredores".

También lo piensa David Arroyo, segundo en el Giro de 2010 y ahora en Caja Rural: "Será muy difícil controlar las etapas porque aquí hay gente de mucho nivel. Scarponi es de la misma opinión: "En esta Vuelta no hay un padrone. Y eso es precisamente lo que caracteriza a esta carrera: es imprevisible".

Para Samuel Sánchez, la singularidad de la Vuelta "es que mima más al ciclista y al auxiliar. Aquí los hoteles son buenos y se come mejor. Los traslados también son más racionales. Además, hay una diferencia de concepto. Los franceses salen a la carretera para ver pasar el Tour, no les importan tanto los ciclistas como lo que significa el Tour. En la Vuelta, como en el Giro, la gente es más entendida. Y nosotros, por el tamaño de la carrera, podemos ser más accesibles a ellos. La Vuelta está ganando terreno y ahora tiene más emoción que el Tour o el Giro".
Arroyo destaca, por su parte, "la motivación extra que supone correr en España y hacerlo además en una prueba que no se somete al patrón clásico, primera semana llana y a partir de la segunda, dureza progresiva". Scarponi pone el acento en el escenario: "La carrera es bellísima porque España es bellísima. E insisto: imprevisible".

Las innovaciones ya se han convertido en un rasgo consustancial a la Vuelta. Quizá por ello el público presente reclamó novedades tan revolucionarias como la posibilidad de sustituir corredores durante las carreras, al estilo del fútbol. Nadie despreció la ocurrencia, aunque los inconvenientes son muchos: los refrescos no podrían luchar por la general y probablemente tampoco por las etapas... Matxin propuso equipos de seis y Samuel demostró que ya había meditado sobre la cuestión. El asunto, no obstante, quedó en el aire y por allí estaba Guillén.

Nervios. De regreso al trazado, las etapas de Galicia también prometen. Habla Arroyo: "Serán muy nerviosas. El segundo día ya tenemos una llegada en alto. Afrontaremos subidas muy cortas y explosivas y el primer objetivo será abandonar Galicia con el menor tiempo perdido". Lo ve igual Samuel Sánchez: "La intención es salir lo mejor parado y no caerse. Sobre todo eso: no pegar con los huesos en el suelo".

El éxito de público y paisaje, como siempre, estará garantizado. Galicia se ha convertido en un aliciente más de una Vuelta donde no faltan.

La tertulia fue entretenida y, además de clase de ciclismo, se impartieron lecciones de geografía. Se interrogó a Javier Guillén por el puerto gallego de Ancares, al que regresará la Vuelta en “menos de dos años”, según el director, pero por una nueva vertiente, seguramente Pan do Zarco.

Se habló de dopaje, pero sólo porque alguien preguntó. Según Relaño, el caso Armstrong debió ir seguido de una ley de punto final. “La conciencia general es que hay que hacer las cosas de otra manera. Lo del Senado francés sobró”.

El exciclista Rafa Díaz Justo aprovechó la presencia de Javier Mínguez, nuevo seleccionador, para preguntarle por el próximo Mundial. Mínguez parece tener memorizada cada curva: “El recorrido es duro. Va de Lucca a Florencia y luego hay que dar diez vueltas a un circuito. Para afrontarlo se necesita gente de calidad, pero que también tenga buenas piernas. Corredores que sepan manejarse en ese terreno, difícil, con repechos explosivos y con descensos complicados. El circuito no va mal a los españoles, aunque la llegada final no sea la más adecuada, en ligero descenso. Elegiremos a ciclistas preparados para el reto y que sepan olvidar los piques que han podido tener durante la temporada”.

Samuel intervino entonces “Así ocurrió en Pekín. Sastre acababa de ganar el Tour de Francia y no tuvo inconveniente en tirar durante los últimos kilómetros. Tampoco Contador. Y lo mismo sirve para Valverde. Vivimos un ambiente tan bueno que hubiéramos podido quedarnos allí años, entrenando y riendo. A final, el esfuerzo de todos dio sus frutos y yo pude ganar el oro. Como dice Mínguez, para una carrera lo que se necesitan no son nombres, sino hombres”.

Sobre el futuro no fue tan optimista: “Es difícil decir lo que viene detrás de nosotros, esto es como las olas. Hemos tenido a la mejor generación del ciclismo español y ahora quizá nos espere una travesía en el desierto como la del ciclismo francés”. Hasta entonces, a disfrutar.