Froome: "Se trata de la victoria más grande de toda mi vida"

—¿Cómo afrontó la subida al Mont Ventoux?

—Cuando ataqué no confiaba en conquistar la etapa, sino en sacar tiempo a mis rivales de la general, sobre todo a Contador, que fue el que más me aguantó. Quintana se quedó sin fuerzas a dos kilómetros para el final, aunque no esperaba que se me hiciera tan duro atraparle.

(Eddy Merckx, en 1970, fue el único corredor vestido de amarillo que se apuntó el triunfo en el Ventoux).

—No pareció que le resultara difícil coger a Quintana

—Nairo es un escalador muy fuerte y no creí que se marchara desde tan lejos. Antes de pillarle, pensé: “Este chico se va a llevar el triunfo y yo me conformaré con el segundo puesto”. Pero se desvaneció y a mí me quedaba un punto más. Al agruparnos, traté de decirle: “Venga, un poquito más, ya casi estamos”. Aun así, se quedó atrás. No pudo seguir mi rueda más y abrí hueco, no fue un acelerón.

(Froome y Quintana relatan la misma versión: el británico iba a dejar ganar al colombiano si los dos llegaban juntos a la cima).

—¿Qué supone tomar el Ventoux? ¿Se trata del mayor éxito que ha logrado?

—Es la mejor victoria de mi vida, el triunfo más grande de toda mi trayectoria deportiva. Vencer con esta gente increíble a mi alrededor mientras ascendía lo ha convertido en un sueño hecho realidad. Esta cumbre es pura historia. Significa muchísimo para el Tour, especialmente en la edición número 100. Aparte, en esta cima se encuentra el monumento a Tom Simpson (fallecido en 1967 mientras lo subía). Ha sido muy emotivo y especial para un británico.

—Al cruzar la meta necesitó oxígeno.

—Fue un enorme esfuerzo, en concreto los últimos kilómetros. Es normal que necesitara una botella de oxígeno al llegar para recuperar. No fue un día fácil, salimos a bloque. Doy las gracias a mis compañeros por cuidar de mí.

—¿Considera que ya ha ganado este Tour?

—No, todavía no. Faltan los Alpes, donde todavía pueden suceder bastantes cosas. Sin embargo, dispongo de una magnífica escuadra a mi disposición, como han demostrado de nuevo en el Ventoux. Kennaugh y Porte se desfondaron para mí.