Bahamontes, mejor escalador de la historia del Tour de Francia

No podía ser de otra manera: Federico Martín Bahamontes ha sido elegido el mejor escalador en la historia de las cien ediciones de Tour. Ni Coppi, ni Gaul, ni Pantani, nadie ha logrado asombrar tanto, ni mostrar tanta facilidad para la escalada como el Águila de Toledo a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta.
A punto de cumplir los 85 años (el 9 de julio), y todavía como un pincel, Bahamontes será el protagonista de L’Équipe Magazine en una entrevista que saldrá publicada hoy y en la que muestra su habitual originalidad en las respuestas y su absoluta falta de modestia: “Este premio es merecido”, dice. Y se muestra en desacuerdo sobre que el luxemburgués Charly Gaul no sea el segundo en el ránking de escaladores. “Primero, Bahamontes; segundo Gaul. Después hay tres o cuatro de los que sí se puede empezar a discutir”.

Críticas. Fede tampoco se corta en las críticas a otros corredores, especialmente al francés Richard Virenque, que al ganar siete veces el Premio de la Montaña le quitó el récord de seis triunfos que compartía con el belga Lucien Van Impe. Según el toledano, Virenque no le llega “ni a la suela de los zapatos”. “Si él es escalador, yo soy Napoleón”. Y tampoco queda bien parado el italiano Marco Pantani: “No corría con agua, mientras que yo nunca  tomé nada. La salud no tiene precio”.
Bahamontes fue elegido el mejor escalador en la historia del Tour por siete de los nueve miembros de un jurado presidido por el francés Thomas Voeckler, ciclista en activo y ganador de la Montaña en la última edición. En el jurado también estaban Christian Prudhomme, director del Tour, los managers del Europcar, Jean-René Bernadeau, y del Lotto, Marc Sergeant, los exciclistas Bernard Hinault y Jean-François Bernard, y los periodistas Thierry Adam, Philippe Bouvet y Éric Defalleur.

Tres o cinco Tours. Además de los seis premios de montaña, Bahamontes ganó el Tour de 1959, subió otras dos veces al podio (segundo en 1962 y tercero en 1963) y se impuso en un total de siete etapas, todo ello en diez participaciones. En la entrevista asegura que de haber contado con un buen equipo para ayudarle en la carrera habría ganado “tres, cuatro o cinco veces el Tour”.
Y también acusó a los franceses de haber ayudado mucho en su época a Jacques Anquetil, del que dijo que tomaba una sustancia prohibida llamada chopi y a quien en la etapa entre Andorra y Toulouse, en 1964, le subieron a un coche, tras un ataque suyo, para que no perdiera una minutada.