GIRO DE ITALIA | CUARTA ETAPA
Wiggins se deja 17 segundos e Intxausti se sube al podio
El jurado desestimó una reclamación de Wiggins. El vasco del Movistar se ha aupado a la tercera plaza. Battaglin, de 23 años, ganó el sprint y Paolini sigue líder.
El tren del Sky, poderoso en la subida al Croce Ferrata (2ª), que se coronaba a siete kilómetros del final, no impidió luego que su gran líder, Sir Bradley Wiggins, cediera 17 segundos en la meta de Serra San Bruno. Ni lo evitó el tren, ni lo evitó la posterior reclamación de su equipo, que alegó que ese retraso se produjo por un corte provocado por la caída de Gárate, Salerno y Pichon en los tres kilómetros finales. Hervé Brocque, presidente del jurado técnico, la desestimó: “Los trasponders marcan que cuando Wiggins entró en ese tramo ya cedía 17 segundos”.
El contratiempo de Wiggins sonrió a Beñat Intxausti, que entró delante, en la séptima posición, y se aupó a la tercera plaza de la general, que sigue comandada por Luca Paolini.
Ganó Enrico Battaglin, de 23 años, sobrino muy lejano de Giovanni Battaglin (vencedor del Giro y la Vuelta en 1981), y perteneciente a una emergente generación de jóvenes italianos: Moreno Moser (22), Aru (22), Ulissi (23), Viviani (24)... Dominó el sprint del grupo de favoritos en la etapa más larga de esta edición (246 km), por delante del también pipiolo Felline (23) y del movistar Visconti.
Entre tanta chavalería, la subida final destapó a un viejo rockero de 37 años, Danilo di Luca, que se llevó consigo al colombiano Robinson Chalapud. Ambos neutralizaron al francés Sylvain Georges, que rodaba en solitario hasta que sucumbió ante el Sky. Di Luca se plantó en el tramo final, pero fue devorado a falta de 500 metros por el grupo de los gallos.
El Euskaltel también tuvo su protagonismo en la etapa, porque Miguel Mínguez y el griego Tamouridis se metieron en la fuga del día, que se inició en el km 8 con siete corredores y acabó, 204 km después, con el vasco ya en solitario.