Fallece Miguel Poblet, un pionero del ciclismo español

Miguel Poblet Orriols (18-03-1928, Montcada i Reixac) falleció ayer en Barcelona a los 85 años por una insuficiencia renal. Con él se va un ciclista excepcional, pero no en el tópico sentido de la palabra. Poblet fue verdaderamente diferente, un pionero, un rara avis... Esprintaba y ganaba clásicas en unos años en los que España veneraba a los escaladores. Bahamontes, Bernardo Ruiz y Loroño eran sus coetáneos. Poblet fue el primero en muchas cosas y en algunas de ellas todavía es el único...

Poblet, que se dedicó a la bicicleta por influencia familiar (su padre, Enrique, tenía una tienda), fue el primer español que vistió el maillot amarillo del Tour al ganar la etapa inicial en 1955. Ese mismo año también se convirtió en el único español que ha triunfado en París, pero no al esprint, sino fugado. También en esa edición ratificó que era más que un velocista, al coronar el Tourmalet por delante de Gaul, Bobet y Loroño. Ya en los años 40 había vencido tres veces en el Campeonato de España de Montaña. “Era un mediofondista al estilo de Valverde”, se definió recientemente.

Un año después, Poblet se erigió en el primer español que ganaba etapas en las tres grandes rondas (cuatro en el Giro, una en el Tour y tres en la Vuelta), y también en el primero del mundo que lo hacía en la misma temporada. Sólo los italianos Pierino Baffi (1958) y Alessandro Petacchi (2003) le han emulado después.

El Divino Calvo fue el único clasicómano español de la historia hasta la emersión de Óscar Freire. Poblet ganó la Milán-San Remo en 1957 y 1959 y fue segundo en 1958, mucho antes del triplete del cántabro (2004, 2007 y 2010). Esta carrera les unió y creó una admiración entre ambos. “Yo me quiero parecer a usted”, le dijo Freire a Poblet en 2003.

En los países con tradición en clásicas, como Bélgica e Italia, se sentía más devoción por Poblet que en España, igual que le pasó a Freire. En las carreteras italianas le gritaban “Miguelino”. Y allí, tras una victoria en San Remo, il commendatore Giovanni Borghi, el dueño de Ignis, le regaló un Lancia descapotable de su hija, que luego cambió por un Alfa Romeo porque no le cabían las bicicletas.

Hoy se disputa la París-Roubaix, donde subió al cajón en 1958 (2º) y 1960 (3º). Hasta que Flecha lograra en 2005 el primero de sus tres podios, ningún español lo había hecho. Poblet marcó muchos caminos.