NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Tour de Francia 2012 | 5ª etapa

El menú no cambia

Escapada sin suerte, montonera al final y victoria de Greipel

<b>DOMINIO. </b>Greipel volvió a imponer su punta de velocidad y la coordinación de su equipo para ganar en San Quintín. Le escoltaron Goss y Haedo.
dani sánchez

No desfallezcan. Hoy termina la semana internacional de los velocistas, la pasarela de los forzudos. A partir de mañana las etapas llanas serán excepciones, intermedios entre gloriosas batallas (eso esperamos). Los sprinters y sus sabuesos acusarán el cansancio y no se entregarán tan alegremente al control de la carrera. Otro mundo, damas y caballeros. Hasta habrá escapadas que lleguen a buen puerto, héroes con premio. ¿Pueden imaginar tal cosa?

Ayer estuvimos cerca de imaginarlo. La fuga de Ladagnous (FDJ), Urtasun (Euskaltel), Ghyselink (Cofidis) y Julien Simon (Saur) comenzó en el banderazo de salida, casi en el sobaco de Preudhomme; terminó, después de 196 kilómetros, a 200 metros de la meta. El navarro Pablo Urtasun fue el último en ser atrapado. Durante unos segundos (no más de tres) pareció en condiciones de ganar. Su arreón fue poderoso y el decorado de vallas y carteles anunciaba la inminencia de la pancarta final, Ítaca con azafatas. Sin embargo, la cadencia del pelotón resultaba engañosa. Los perseguidores estaban más cerca e iban más rápido, la carretera se inclinaba hacia arriba mortalmente. No hay espejo más mentiroso que un espejo retrovisor.

Greipel resolvió a su favor esa mutación de gusano a mariposa que se representa en cada sprint. Por segunda vez consecutiva. Si la potencia de sus pedaladas se aplicara al pisado de la uva, licuaría cosechas en cada llegada; no descarten el sidecar con tempranillo. Tras él se presentaron Goss (Tasmania) y Haedo (Buenos Aires), para incidir en lo cosmopolita de la carrera. Cavendish fue quinto y Freire, séptimo, sin opciones reales de victoria.

El menú, por lo demás, fue el de la primera semana. De primero, escapada del día. Para continuar, caída de la jornada. La fuga está reseñada y la montonera se localizó dentro de los tres últimos kilómetros, cuando no pican los segundos, sólo las heridas. Da la sensación de que algunos ciclistas aprovechan ese tramo sin penalización para concentrar sus maniobras más audaces o más suicidas. De eso se quejó Peter Sagan en la meta, más enfadado que dolorido. Su cuerpo se estrelló contra la calzada y no se descarta la fractura de varios adoquines. A falta de otras emociones, la pelea por el maillot verde se presenta apasionante (LeBron, Cavendish, Goss, Greipel...). Si del roce nace el cariño acabarán muy cariñosos.

Abierto.

Desde 2010 ningún ciclista enlazaba dos triunfos seguidos en el Tour (Súper Cav) y el dato señala la ausencia de un dominador, especialmente en las montañas y en las generales. Ese también parece ser el signo de esta edición. No hay líderes, ni campeones de alcurnia, ni sangre azul.

De momento, lo más interesante se localiza en los alrededores: Normandía, Picardía (comarca en combinación) y San Quintín, aquello sí que fue una batalla.