Cuatro etapas de Pirineos en cinco días. El miércoles tocará descanso en Pau. La cita del martes con el Tourmalet antes del descenso a Pau queda lejos. Más aún el final de etapa en esa cima Jacques Goddet, hombre que se aventuró a dar el OK a que el Tourmalet se subiera por primera vez en 1910. Los Pirineos festejan desde hoy su centenario en el Tour.

Como ya ha avisado el líder, "la primera etapa de los Pirineos es la más peligrosa". Pues resulta que es la de hoy donde él, Andy Schleck, teme el sube-baja-sube de los 40 últimos kilómetros. "Será él o seré yo. No quedará nadie más", avisa el luxemburgués.

Contador también está convencido. No es para menos. Hoy se sube Pailhères (15 kilómetros a casi el 8 por ciento de desnivel medio), uno de los puertos más duros del Tour, para que tras el descenso se ascienda hasta la meta en Ax-3-Domaines, que fue Plateau de Bonascre antes de tener un nombre comercial. Son 31 segundos que les separan. "Si me veo con fuerzas intentaré saltar a por más tiempo aunque si no lo veo claro no me voy a mover porque debo correr con cabeza. En los Pirineos no me puedo permitir tener un día malo. Conozco mucho a Andy, he hablado mucho con él y sé cómo piensa. Es valiente y no se va a dar por vencido. Andy deberá intentarlo porque creo que esos 31 segundos los podría recuperar en la crono", dijo Contador ayer.

Los números de los Pirineos asustan. Serán 152 kilómetros de ascensiones de categoría especial o de primera en cuatro etapas. Habrá dos finales en alto: el de hoy y el del jueves en el Tourmalet, terreno suficiente para liquidar la carrera.