"Fue una locura ver a tanta gente en el suelo"

Trata de no perder la sonrisa aunque cada día cueste un poco más. Si el domingo puso el pie a tierra en Bruselas, a Contador le tocó ayer caerse. Como a tantos otros. "Estoy fastidiado. Me he golpeado la rodilla, la cadera, el codo y la muñeca derecha, y todavía no sé ni cómo aunque en ese descenso parecía imposible no caerse. Iba a 60 km/h en una recta y me fui al suelo. Fue una locura ver a tanta gente tirada, la moto...", dijo en la meta tras pasar el control antidopaje. Siempre hay una brizna de esperanza. "Me he levantado, que es lo importante, aunque no es el mejor día para caerse antes de una etapa de pavés, porque vamos a golpearnos durante toda la jornada".

Firme. Ejerciendo como líder. Contador no mostró ninguna señal de debilidad ni de crítica hacia la actitud del colectivo ciclista en la polémica de los 30 últimos kilómetros. "Una vez enlazamos arriba mandé parar a mis compañeros porque atrás estaba Andy. A mí me hubiera gustado que me lo hicieran, así que quiero lo mismo para él". Preguntado por la reticencia de algunos, como el Caisse d'Epargne, que hubieran apretado los dientes en busca del triunfo de etapa (Luis León Sánchez), Contador cerró el debate: "Se pusieron fuertes algunos equipos, pero al final actuaron con lógica y pararon".

¿Y si hubiera sido al revés?

Quedaba una cuestión obligada por preguntarle a Alberto Contador antes de emprender el camino del masaje en su hotel en Spa. ¿Hubieran tenido la misma actitud si fuera usted, Contador, el perjudicado por la caída y con minutos perdidos? "Eso tendría que haberlo visto". No quiso hacer leña con nadie, consciente de que pueden tener muchos frentes que cubrir en los próximos días ante el ataque de potentes escuadras que desean llegar a la montaña con cierta vida en la lucha por la general.