Ciclismo | Tour 2010
Armstrong intimida
En su primer duelo, el texano sacó 5" a Contador en el prólogo
Es sólo un prólogo. Ni siquiera se intuye la montaña, más decisiva que nada, sobre todo en esta edición. Pero el Tour de Francia sólo ha echado a andar y Alberto Contador ya tiene al mejor de los rivales preparado para plantarle cara: Lance Armstrong. Siete victorias en el Tour y muchos prólogos como el de ayer le contemplan. Armstrong fue cinco segundos más rápido que Contador en los 8,9 kilómetros jabonosos del estreno de Rotterdam, con la lluvia marchándose por el sur pero dejando atrás los peligros de los charcos. Cinco segundos no son nada. Como tampoco lo eran los 22 segundos que le sacó el español en la evidentemente más exigente crono inicial del Tour de 2009 en Mónaco.
Sobre ellos volvió a planear Fabian Cancellara, en un vuelo sin motor como siempre sucede en cuanto le dejan batiéndose contra el reloj. Como hace un año en Mónaco, Cancellara empieza el Tour de amarillo, quitándole ese placer a Tony Martin. A este alemán le dio tiempo a ver por televisión la goleada de su selección a Argentina. Su Columbia le colocó en la rampa de salida a las 16:25. Fue el 11º en salir. "Esperábamos sol a primera hora y lluvia a partir de las 19:00 (con la salida de los favoritos)". La jugada le salió redonda hasta que más de tres horas después Cancellara le despertara de su sueño.
El suizo mantiene una figura imponente. Le van los prólogos. Ganó en Londres en 2007, Montecarlo 2009 y ayer en Rotterdam 2010, siempre con el dorsal 13 en la espalda y colocado al revés para librar a la mala suerte. Si el espectáculo de ayer fue sólo por y para él, Cancellara asume para sí todo el protagonismo de las etapas clásicas que están por venir. El que se ponga a su rueda saldrá ganando. Por ahora, el maillot será suyo hasta que la primera semana lo quiera. No hay bonificaciones. Aquí los segundos se ganan a pulso, metro a metro, como ayer. No es un Tour cualquiera. Es el último de Armstrong. En 2011 habrá que inventarse un adversario a la altura del campeón de Pinto.
Reconocer que no tuvo su "mejor día" fue el primer acierto de Contador nada más llegar a la meta. Asumiendo que en estas circunstancias, de falta de acople y miedo a una caída, Alberto fue sexto en la etapa, estrenando casco a medida y con la cabra apenas calentada en Rotterdam. Es tan bueno que merece rivales tan capaces como él para asombrar. Armstrong es uno de ellos, arropado por una troupe que ayer repartía camisetas de apoyo entre el público, que sigue vendiendo puñados de pulseras amarillas a un euro a favor de la lucha contra el cáncer.
Decepciones.
El americano promete espectáculo en su primera semana mientras otros regalan dudas. Andy Schleck, el más temible a tres semanas vista, se dejó demasiado tiempo: 42 segundos con Contador. A Frank, su hermano, le cayó medio minuto, algo menos que a Sastre (27"). Digno Vinokourov, al igual que Evans. Hay muchos nombres. Pero sólo vemos a dos.