"Si compruebo que estoy bien no voy a frenar... quiero más"

Decía que esta etapa era para los sprinters, pero ha ganado sobrado.

Sobrado es mucho decir. Ganar siempre es difícil. No tenía en mente esta etapa. Pero hablando con Chema Bermejo (sic) me dijo que la llegada podía ser buena para mí. Lo hablé con Unzué y decidimos intentarlo. El equipo me ha hecho un gran trabajo, especialmente Purito Rodríguez, que con su ataque ha provocado el desgaste de los rivales.

Ganó la primera etapa del Dauphiné, del Tour y ahora de la Vuelta.

Una victoria siempre es bonita, pero en estos casos tiene doble recompensa, porque también te otorga el liderato. Este triunfo termina por redondear un gran año. Llevo doce victorias en distintas fases de la temporada.

Dijo que aquí buscaba una etapa. ¿Y ahora qué?

El objetivo está cumplido, pero es evidente que una vez lo alcanzas, quieres más. La segunda victoria de etapa o lo que sea. Cualquier cosa que llegue a partir de ahora será buena.

¿Sigue sin plantearse la general?

Con el año que llevo no tengo por qué meterme presión. Está claro que si compruebo que estoy bien no voy a frenar. Pero ahora mismo es muy arriesgado decir que voy a luchar por la Vuelta.

¿Qué papel cree que van a jugar las bonificaciones en esta Vuelta?

Van a tener mucho peso. En las llegadas en alto y a veces no es fácil sacar veinte segundos sufriendo en la ascensión a un puerto. Puede ser más sencillo esperar a pillarlos en el sprint.

¿Hasta cuándo de líder?

No sé aún cómo está la general, pero supongo que tendré velocistas a pocos segundos y hoy me lo quitarán en el sprint de Córdoba.

Ha batido aquí a rivales que va a encontrar en Varese.

Siempre es un empujón anímico ganar a grandes corredores y quizá a ellos les haga pensar que es difícil ganarme.