Contador tiene el Giro a sólo 28,5 kilómetros

Alberto Contador disparó ayer por sexta vez desde el podio del Giro de Italia, una vez le invistieron con la maglia rosa. El Pistolero de Pinto guarda para hoy su última bala, la definitiva. Riccó está a sólo cuatro segundos, pero en los 28,5 km de contrarreloj que llevan hasta Milán no puede perder la oportunidad de sentenciar. No tras haber aguantado todas las pruebas. La última era la de ayer: el inmenso Gavia (2.600 metros de altitud) y las tremendas rampas del Mortirolo (12,8 km al 10,3%). Dos colosos que amenazaban con hacerle caer después de haberse tambaleado en la etapa del viernes.

Pero todo fue más sencillo de lo que se presumía. Contador no dio ni un signo de debilidad a sus rivales y además supo jugar estratégicamente para que las ambiciones de los demás estuvieran a su favor. "Tira tú si quieres. A mí no me interesa", le dijo a Riccó cuando éste le pidió colaborar para neutralizar la fuga de Sella. Y no sólo Sella se escapó en la ascensión a Aprica, la última de la etapa. También saltaron Simoni y luego Purito Rodríguez. Justo tres hombres por delante para que pillaran las bonificaciones en meta. Si Riccó llega a entrar aunque fuera tercero, habría restado ocho segundos y se habría colocado de líder. Pero entró cuarto.

Compañeros.

Contador tuvo que responder a los ataques en el Mortirolo, pero una vez cruzada su cima, el trabajo se lo hicieron sus rivales. Bruseghin y Menchov querían entrar en el podio y fueron ellos los que tiraron del grupo de cabeza para distanciar a Di Luca y, luego, para que Sella no tomara demasiada ventaja. Y además, Alberto tuvo a su lado a Colom.

Como Alberto, el mallorquín Toni Colom llegó de la playa para conocer el Giro. Ayer, de descubridor se transmutó en conquistador del Mortirolo, el primer español que corona en esta cima mítica. Colom se escapó en el Gavia con dos compañeros de Sella, Baliani y el mexicano Cuapio. Los dejó a los dos en las rampas del Mortirolo. Realizó una formidable ascensión y luego se paró a esperar que llegara el grupo de favoritos para estar al lado de Contador y ayudarle en lo que hiciera falta.

La etapa comenzó mal. Se retiró Klöden antes de llegar al Gavia, con una posible neumonía. Según la versión oficial del Astaná, el alemán llevaba ya una semana sin poder respirar bien, aunque lo mantuvieron en secreto. Pero luego todo se encarriló. En el Mortirolo atacaron varias veces Sella, Riccó y Menchov. Contador llegó a estar solo con los tres. Pero se rindieron, vieron que era imposible dejarle y, antes de la cima o ya en el descenso, todos los favoritos se reintegraron al grupo. Salvo Di Luca. Danilo fue la única víctima de esta etapa. Perdió cuatro minutos y se despidió del Giro.