Una paliza con otra se cura

Si un clavo quita a otro clavo, una paliza con otra se cura. La amarga matinal en el Olímpic ante el Badalona requería una respuesta contundente del Bilbao Basket y esta llegó con un tremendo baño al Basket Brno, un equipo penoso indigno de salir de su país en ninguna competición. A los bilbaínos el triunfo y cómo se produjo les borra ante el disgusto por el varapalo ante el Peristeri en la jornada inaugural y les rearma primero para la importante visita del Andorra el domingo en ACB y, en segundo lugar, para ponerse en el buen camino para defender el título de FIBA Europe Cup logrado la temporada pasada.

El día vino muy bien orientado con las grandísimas noticias desde la enfermería: Jaworski solo tiene una entorsis en la rodilla y podrá jugar en breve. Fue un chute más de energía. El 51-105, ese descomunal +54 es la victoria más abultada lograda por el equipo vasco en partido oficial en su historia, ya sea en competición europea, en la ACB o en los años que estuvo en LEB. Supera el +48 que obtuvo el 1 de noviembre de 2023 en esta misma Europe Cup, cuando derrotó en Miribilla al Caledonia Gladiators escocés (106-58). En ACB el triunfo más holgado en la historia del Bilbao Basket fue el 98-58 (+40) conseguido contra Obradoiro en La Casilla el 4 de abril de 2010.

Mejor extraer las lecturas positivas que son casi todas, aparcando la caricatura de rival y que Hilliard no pudo encontrar entre tanta felicidad el sitio que buscaba. El norteamericano, la estrella del equipo, no deja de intentarlo, pero continúa ofuscado. Era un partido vital y la firmeza no desapareció en ningún instante. Asumieron rápido la responsabilidad y el ritmo y resultaron arrolladores para un rival que se había propuesto como candidato a estar en la segunda ronda ganando en la primera jornada, también por paliza, en Georgia (66-84) al Kutaisi 2010, al que visita el Surne Bilbao en la próxima jornada. Puede ser una escabechina.

No sé dejaron ir en ningún instante. Pantzar era como un hombre jugando con niños y la altura de Hlinason fue más determinante que nunca. Kramplj, Font y hasta Sylla, que sufrió lo indecible con Tomic, se pasearon como Pedro por su casa. El alero agradeció la titularidad y una buena ración de minutos: 15 puntos anotó, tercer máximo realizador. Groves, Williams y Kanu, norteamericanos del Brno, no confirmaron los temores que se tenían con ellos y sobre la extraña pista bicolor mareante checa sólo hubo un equipo.

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El 5-0 inicial, con un triple de Groves y una canasta del gigante Kejval, fue un mero espejismo, ya que el Surne Bilbao se puso rápido a la faena. El vendaval arreció en cuanto empezó el acierto visitante en los tiros. La papeleta quedó decidida muy pronto y ni las dudas que plantea muchas veces este equipo a domicilio podían asaltar a nadie en la cancha. El Brno intentó capear el temporal con una zona-press y una defensa zonal, pero eran de risa. El castigo vasco permitió que el canterano Bingen Errasti, esta semana viral por una canasta inverosímil para ganar con el equipo filial, debutase en Europa como ya lo había hecho en la Liga Endesa. El exhombre de negro Balvin, que ha acabado con lío su periplo en el Obradoiro, asistió al choque acompañando al director deportivo del Bilbao Basket, Rafa Pueyo. A los que dicen que este torneo de Europa, el último, aporta poco, aquí tienen la respuesta: cierra cicatrices. Y si se gana, te queda para toda la vida.

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