Un momento crítico ante un futuro incierto
Las lesiones, las renovaciones de Punter y Metu, el presupuesto de la temporada que viene, el Nou Palau… Muchos son los frentes abiertos que hay en la sección.

La derrota ante el Real Madrid en Euroliga supuso la número 24 de la temporada, pero seguramente fue una de las menos dolorosas del curso. No por la trascendencia (el Barça ya es undécimo en Euroliga, fuera de los puestos de play-in) sino por las sensaciones. El equipo llegaba a la cita mermadísimo por las lesiones, dio la cara y pudo ganar el encuentro. Un pequeño brote verde en una temporada muy complicada que no tiene visos de mejorar: se llegará hasta el final con los que están, jugadores y cuerpo técnico. Sin embargo, quedan muchas incógnitas por resolver.
Primero las inmediatas, las deportivas. Con la baja de Núñez indefinida, se le reevaluará en dos semanas pero tiene complicado volver a jugar esta temporada, están los casos de Punter y Vesely. Y, en realidad, sus situaciones no difieren mucho de la de Núñez. Pese a ser lesiones diferentes, los tres tienen cosas en común. Primero que no son lesiones traumáticas, sino un problema que arrastran desde hace semanas y que les impide jugar al cien por cien. En los tres casos se ha optado por parar del todo, por darles descanso a ver si mejoran, pero en ninguno de los tres casos se curarán del todo. Es decir, ninguno de los tres volverá a estar en su máximo físico esta temporada. Mientras que con Núñez se es muy pesimista y con Vesely lo contrario, Punter es el que se encuentra en una zona más gris: Su baja podría alargarse bastante más de las tres semanas que anunció el club. A todo esto hay que añadirle las molestias normales y habituales de cualquier equipo profesional, que seguro dejarán a algún otro jugador fuera de algún partido.
Segundo, el futuro inmediato, es decir, la temporada que viene. Aquí todo viene condicionado por dos factores, el deportivo y el económico. Y hoy en el Barça pesa más el segundo. Todavía es pronto para conocerlo al cien por cien, pero es altamente probable que la sección vea reducido todavía más su presupuesto. Una dinámica que viene ya de la temporada pasada y no tiene visos de cambiar a corto plazo, pues la economía del club es todavía muy delicada. Y una bajada en el presupuesto tiene, lógicamente, muchas implicaciones en la pista. La primera, la dificultad de alargar algunos contratos más allá del 30 de junio. El club tiene la intención de seguir contando con Punter y Metu, pero nada se puede dar por hecho. El primero firmó tan sólo una temporada, pero en principio existe un acuerdo para prolongar la vinculación. Con un contrato de solo un año el Barça evitaba imputar un mayor coste a las cuentas del club y se ahorraba una cantidad nada despreciable de dinero en impuestos ya que el salario de Punter, en lugar de tributar por IRPF, lo hace por IRNR (Impuesto sobre la renta de no residentes). Es decir, para que Punter perciba el mismo salario neto la temporada que viene, el Barça deberá pagar alrededor de un millón de euros más. En el mismo caso se encuentra Metu, pero con dos particularidades que todavía dificultan más su continuidad. La primera es que en su caso nunca se habló de estar más de una temporada y el segundo que su salario, sensiblemente más bajo que el de Punter, debería actualizarse debido a su buen rendimiento. Para colmo, ya empiezan a aparecer rumores sobre el interés de otros equipos en el nigeriano, una de las gratas sorpresas de esta temporada en el baloncesto europeo. A favor del Barça juega la voluntad de ambos jugadores, que han manifestado públicamente que les gustaría seguir.
Otra de las grandes decisiones que deben tomar desde la dirección deportiva es qué hacer con el actual cuerpo técnico del equipo. Joan Peñarroya cuenta con un año más firmado, hasta 2026, pero a nadie se le escapa que los resultados obtenidos, más allá del grado de culpa que tiene, no son los deseados. Un cambio en el banquillo supondría un gasto extra, ya que se tendría que indemnizar al actual cuerpo técnico y pagar, con un salario seguramente más elevado, al nuevo. El pasado verano se decidió no apostar por un entrenador de élite europea, como Xavi Pascual, pero este es un tema que volverá a estar sobre la mesa. Exactamente igual que el contrato de Willy Hernangómez. Es el más alto de la sección y no se corresponde con sus minutos y su importancia en el equipo. Cortarle, sin embargo, también supondría un coste añadido pues le queda un año más de contrato.
Para mejorar las cuentas, además de la reducción de gastos, entra también el aumento de los ingresos. Desde el baloncesto se está haciendo un buen trabajo en este sentido, batiendo récords de ticketing y palcos VIP, pero la capacidad de mejorar ingresos está muy limitada por el Palau. La necesidad de construir un nuevo pabellón es imperiosa en lo económico pero también en lo deportivo (así lo exige la Euroliga) pese a que todavía está muy lejos de materializarse. El verano pasado Josep Cubells, máximo responsable del baloncesto azulgrana, aseguró que este febrero se pondría la primera piedra del ‘Nou Palau’. Pero febrero ya ha acabado y el club no está ni siquiera cerca de empezar a construir un nuevo recinto. El club valoró jugar algún partido en el Sant Jordi e incluso construir un recinto temporal, como el de la Virtus de Bolonia, pero tampoco se ha avanzado en ese sentido.
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