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NBA | WIZARDS 113 - MAVERICKS 105

Siniestro total de los Mavericks

Desastre de salida en ‘back-to-back’ con derrotas en Orlando y Washington, esta ante unos Wizards sin Beal ni Porzingis. Doncic, exprimido y sin inspiración.

Siniestro total de los Mavericks
MICHAEL REYNOLDSEFE

Pero… ¿Cómo? Después de cuatro victorias seguidas en su pista, la última contra Kevin Durant y los Nets, los Mavs han firmado un siniestro total en un en teoría dócil back to back a domicilio. Después de una derrota fea en Orlando, sumaron otra todavía peor en Washington (113-105). Ahora vuelven a Dallas, al menos, pero su próximo rival es Portland Trail Blazers, uno de los equipos más duros (y mejores) del inicio de temporada. Los texanos están 6-5, poca cosa, nada impresionante. Pero es que están 1-4 fuera con este currículum: derrota contra los Suns en un partido que ganaban por 22, derrota contra unos Pelicans sin tres titulares, derrota contra los Magic sin Paolo Banchero… y derrota contra los Wizards (que estaban en negativo: ahora 6-6) sin sus dos estrellas, Bradley Beal y un Kristaps Porzingis que no jugó contra sus ex.

Mal panorama. Era back-to-back, y ha sido un follón de organización y viajes por la obligación de esquivar al huracán Nicole. Pero no hay mucha más excusa, no después del aviso que los Mavs traían de Orlando, y no contra un equipo que de por sí no es gran cosa y al que le faltaban sus dos pilares. Nada: una de las críticas que se suele hacer a estos Mavericks es que tienden a relajarse y jugar peor en cuanto baja el nivel del rival, y eso les ha hecho perder (ya la temporada pasada) muchos partidos en los que partían como favoritos. Otra, y esta es crucial, tiene que ver con los minutos (esta vez casi 40) y (sobre todo) con la responsabilidad que tiene que asumir Doncic, su manejo de la bola y creación en todas las jugadas del equipo, su batería de tiros y pases constantes. Desde que existe la línea de tres en la NBA (1979), el esloveno tiene el tercer usage (carga ofensiva en su equipo, básicamente) más alto. En esos más de 40 años.

El sistema funciona cuando Doncic está en su (habitual) nivel primoroso, pero falla en cuanto baja el pistón y, sobre todo, le agota. No resulta (aparentemente) sostenible. El porcentaje de Doncic pasa de 53% en tiros y 35% desde la línea de tres en las primeras partes (es el máximo anotador de la Liga en primeros cuartos: 12,4 puntos) a 48 y 28% en los terceros y parciales… y 36 y 17 en los últimos. Él habló de ello después de la segunda derrota seguida y de dos partidos en los que se ha quedado por debajo de 30 puntos y ha firmado un 17/50 total en tiros: “No miro estadísticas de ese tipo porque hoy hay estadísticas para todo. ¿Que alguien se toma un café antes de jugar y mete 5 puntos? Seguro que es algún tipo de récord”. Pero, eso sí, reconoció que se agota: “Estoy más cansado, pero no quiero que sea una excusa”. Y Jason Kidd ha dejado claro que ve el problema, ahora está por ver si cree que hay soluciones que no pasen por empeorar la competitividad del equipo: “Dicen que Luka tiene 23 años… pero es humano. Estoy preocupado. Pero el problema de estas derrotas no ha sido él, has sido el equipo. Ahora no estamos bien y pasa esto”.

Doncic acabó en Washington con 22 puntos en 21 tiros (8/21), con un espantoso 3/9 en tiros libres y 5 pérdidas por 6 asistencias (también 9 rebotes). Sus Mavs, contra un rival a priori herido de muerte por las bajas, empezaron bien cuando funcionaron bien por fuera (7/13 en triples en el primer cuarto) y amasaron una ventaja de 14 puntos (8-22) que prometía cualquier cosa menos una desventaja de otros 14 (100-86) después de un pésimo inicio de último cuarto en el que durante más de cinco minutos vivieron de tres puntos de Doncic. Spencer Dinwiddie ha jugado muy bien los dos partidos de este catastrófico back-to-back (esta vez 33 puntos, 6 asistencias, 7/12 en triples) pero la baja de Christian Wood por problemas de rodilla se ha convertido en un asunto crucial, más ante las conocidas limitaciones de Powell, el pésimo estado de forma de Kleber y el nulo impacto de McGee. Nada por dentro, con una sangría en la zona (52-36 en anotación interior para los Wizards)… y muy poco por fuera. Bullock y Finney-Smith, dos de los héroes del magnífico viaje del equipo en los últimos playoffs, están desconocidos, sobre todo el primero. Esta vez, once puntos entre los dos con solo cuatro tiros a canastas más allá del correcto primer cuarto (28-34).

En cuanto Doncic pierde el toque y se va quedando sin gasolina, estos Mavs se vuelven vulnerables, lejísimos de su eficacia defensiva de la temporada pasada. Esta vez no supieron controlar a Kyle Kuzma, iluminado. El ex de los Lakers tiró de galones, sin Beal ni Porzingis, y acabó con 36 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias y un 5/11 en triples. El banquillo fue clave: 23+8 de Hachimura, 14 de Barton, 11+10 de Gafford y trabajo sucio de Jordan Goodwin. Tras ganar a los Nets, los Mavs hacían viaje con posibilidades de disparar el optimismo. En lugar de eso, vuelven a casa tocados y con un debate abierto sobre la sostenibilidad y la eficacia de su plan. Mala cosa.