Scariolo: "Esta es la Selección más legendaria de la historia del deporte español"
El seleccionador recuerda el Mundial de 2019 y avisa de que este grupo le ha sorprendido en positivo, aunque cree que lo de 2022 puede tener “carácter irrepetible”.
A sus 62 años, Sergio Scariolo (1-4-1961, Brescia) mantiene exactamente la misma energía y determinación que cuando arrancó su carrera en Pésaro hace 34. Con la Selección, se ha pasado todas las pantallas. Señor de los Eurobasket con cuatro oros, ha sido capaz sin Pau, sin Marc y hasta sin Ricky. Viaja al Mundial para defender el título como entrenador del equipo número uno del ránking FIBA. Lo hace con un objetivo de mínimos, los cuartos. Antes de empezar el campeonato, atendió unos minutos a AS.
Es su tercer Mundial como seleccionador español. En 2010 les apartó un triple crudísimo de Teodosic…
Fue un Mundial en el que no recibimos la recompensa que merecíamos. No tuvimos a dos de nuestros grandes líderes, Calderón y Pau. No fue fácil competir, pero lo hicimos. Nos tocó una grandísima Serbia y creo que hicimos un gran partido. Tal vez cometimos un par de errores y se lo llevaron ellos pero creo que, como siempre, competimos con energía y orgullo.
Y en 2019…
Un viaje maravilloso, una aventura increíble. Un equipo que tampoco estaba en plenitud de condiciones, que empezó con las dudas normales y que sin embargo fue cuadrando los roles, progresó en juego y resultados… Y terminó llevándose el título.
Es un Mundial ‘sin presidente’. Acaba de dimitir Jorge Garbajosa, una persona que casi le ha acompañado durante toda su carrera, desde que fue jugador suyo en el Unicaja. Usted estuvo muy cariñoso con él en su despedida en el Torneo del Centenario.
El peso de Jorge ha sido muy importante. Su capacidad de entender cómo funciona todo sin grandes informes, su apoyo logístico en momentos decisivos; su experiencia como jugador antes de acceder al cargo. Ha sido un excelente presidente y directivo. Estoy convencido de que le vamos a añorar, pero a su vez todos los que formamos esta Familia tenemos que hacer lo máximo para que se le eche lo menos posible en falta.
Ha dicho Rudy en una entrevista con AS: “que nadie me malinterprete, pero no creo que ganemos otro Mundial”. ¿Está de acuerdo con él?
Bueno. Yo creo que Rudy tiene mucha experiencia en esto. Lleva viviendo mucho tiempo en una cancha de baloncesto y es cierto que hay equipos más acreditados que nosotros, como los ha habido en otros campeonatos. Eso, sin embargo, no ha hecho que él se sienta peor. La lógica es lo que Rudy dice y lo puedo suscribir. Pero vamos a ver qué sucede.
¿Qué parte de la receta de los últimos éxitos sigue estando vigente?
Desde que yo tengo el cargo de seleccionador, y por lo que he vivido, este equipo siempre ha tenido una capacidad de competir, de vivir en equipo, de prepararse, que ha sido independiente al nivel de talento que hayamos tenido. Ahora tenemos menos que en otra época, pero siempre hemos tenido la capacidad de juntarnos y de tener sello. Creo que esta ha sido la Selección más legendaria de la historia del deporte español. Cuando teníamos más talento, supimos ponerlo a disposición del equipo; y ahora hemos crecido en esas cualidades colectivas.
Hace un tiempo decía que la Selección, por cuestiones obvias como las marchas de jugadores como Pau o Marc, iba a tender a ser más ágil y rápida. ¿Está ya en ese momento?
Sinceramente, el equipo me ha sorprendido en positivo. Ha sido capaz de conseguir una energía y un ritmo que ha compensado cosas que antes teníamos.
También habló muy bien en el Eurobasket de la personalidad de jugadores que no habían aparecido jamás en un escenario así, como Alberto, Brizuela, Parra. ¿Cree que fue algo puntual o confía en que se mantenga en el tiempo?
Lo del año pasado puede tener un carácter irrepetible. Sin Lorenzo y sin Ricky, ese punto de más que tenía el equipo en algunas cosas se reduce. El perfil cambia ahí, pero por supuesto que confiamos en los bases que están. Juan (Núñez) no sólo promete mucho, sino que está capacitado para jugar su rol en este Mundial. Y Alberto, confiamos en que siga dándonos ese punto de complemento magnífico.
Le gusta más hablar de los que están que de los que no están, pero… ¿hasta qué punto ha cambiado el escenario sin Ricky?
Ha habido dos cambios de escenario decisivos. De tener dos manejadores de balón para jugar el Mundial, pasamos a la decisión de Lorenzo a punto de dar la convocatoria. Ricky podría haber tomado el papel de Lorenzo en el Eurobasket o el que había tenido en los anteriores campeonatos, pero también fue baja. Por tanto, y en lo que se refiere a protagonismo, no va a poder repetirse ese volumen de acciones.
Juan Núñez ha sido MVP de un Europeo Sub-20 y Aldama, de un Sub-18- ¿Le da garantías para el momento en el que tengan que tomar protagonismo o este es otro escenario?
Tengo que exigirles lo que me puedan dar. Lo que haya pasado anteriormente, en campeonatos de categorías inferiores, es anecdótico. En esta Selección, hubo muchos años en los que hubo que pedirle, a los jugadores que venían, que tuvieran menos protagonismo que en sus clubes, que supieran adaptarse a lo que había aquí. Ahora pasa al revés. El rol de muchos va hacia arriba y debe ser superior, en muchos casos, al que tienen en sus clubes.
Ha tenido trabajando a muchos jóvenes este verano. Uno, Aday Mara, ha incluso prolongado su estancia. ¿Le seduce para seguir en el cargo más allá de 2024?
Este año hemos lanzado el programa Golden Boys 2.0 que tenía una finalidad muy clara: acelerar el proceso de unas generaciones que nos están haciendo soñar pero que tienen que empezar a prepararse y a empaparse de lo que viene. El objetivo es suavizar el nivel de dificultad que siempre tiene estar con el equipo absoluto.
Empezábamos en 2009 y casi terminamos mirando allí, cuando su staff era mucho menor. Ahora lleva un equipo de ayudantes mucho más amplio. ¿Se inspiró en la NBA para hacerlo, qué le aporta cada uno?
La Selección se ha acostumbrado, para bien, a competir en un nivel que apunta a la excelencia. Y para tener eso, hay que rodearse de un grupo de personas que también estén en ese nivel; y que se han retroalimentado con la calidad de los equipos que ha habido. Y yo me pongo el primero. Cuando el nivel es tan alto; hay que tener a los mejores y trabajar apuntando a ese nivel de excelencia.
Es cierto que a la Selección le ha ido bien tres veces en Asia (2006, 2008, 2019), pero este nuevo viaje al sudeste asiático implicará, de nuevo, un nivel de adaptación alto. ¿Cómo tienen pensado aterrizar en Indonesia?
Hay que tener en cuenta que hace tiempo hay una exigencia de los patrocinadores, a través de nuestros propios éxitos deportivos, que determinan los rivales de la preparación, las televisiones. La programación no siempre se hace teniendo en cuenta exclusivamente una cosa. Es cierto que hay pocos días desde que lleguemos a Indonesia a empezar a competir, pero digamos que lo importante este año es que hay un cambio brutal en cuanto a perspectiva. Si en otros la idea era ir creciendo y estar al cien por cien en fases más avanzadas, aquí cambia. La urgencia de la fórmula nos hace cambiar el plan. Este año no podemos pensar en llegar al 100% más adelante. Nuestros cruces son las dos primeras fases. Hay que ser humildes, exigentes, inteligentes; y jugar al 100% los cinco primeros partidos.