Pantzar: “Fue un honor ayudar a Llull tras lesionarse”
Melwin Pantzar, base sueco del Bilbao Basket que pasó por la cantera del Real Madrid, se enfrenta esta tarde, muy motivado, al equipo blanco.
La cantera del Madrid da frutos de los que se benefician muchos clubes europeos. Es el caso del Bilbao Basket con este base sueco que causó un tremendo impacto el año pasado en la LEB Oro. Base fortísimo, en crecimiento, llegó con 16 años a España con muchos sueños por cumplir. Melwin Pantzar (Estocolmo, 23 años) se formó en las categorías inferiores del Solna Vikings sueco hasta 2016, fecha en la que ingresó en la cantera del Real Madrid, donde estuvo durante dos temporadas (2016-18) disputando las ligas júnior y EBA. En 2018, Laso le subió al primer equipo como tercer base. Así que hoy tiene una cita muy esperada.
El Real Madrid... ¡no me diga que es un partido más!
Sí, es un partido que tengo muchas ganas de jugar, de verdad. Siempre tengo mucha motivación, pero en este caso, más.
La cabeza le irá a cien estos días.
Tengo que estar calmado, pero siento una extramotivación. Me alegro de ver que le va bien a la gente de allí, de estar con algunas personas que conozco. Tengo ganas de jugar.
Lograron ganarles ganaron en pretemporada.
Sí, pero esto es distinto. Por entonces no tenían a todos. No ha perdido esta temporada, así que será complicado, pero vamos a intentarlo y dar todo.
Parecen imbatibles.
Es el mejor equipo de Europa. Esta es una prueba de verdad.
“¿Doncic? Se notaba que era muy bueno, pero no podía imaginarme que llegaría a este nivel”
Llegó a su cantera con 16 años, muy joven.
Fue una experiencia increíble. Llegas a un país diferente, tienes que aprender un idioma nuevo, apreciar una nueva cultura. La gente en España es muy abierta y amable, me trataron muy bien. Aprendí mucho sobre la vida y el baloncesto.
Le tocó madurar rápido tras salir de su zona de confort.
Eso es. Me tocó vivir sin mi madre, mi abuela, mis hermanos... era difícil, pero la gente me cuidó muy bien y siempre estaré muy agradecido.
La cantera del Madrid no hace más que sacar grandes perlas.
Es muy buena. Han pasado muchos jugadores que ahora triunfan en Europa, algunos incluso en la NBA. Pero es difícil llegar arriba, porque hay mucha gente. Yo estoy agradecido porque me ayudaron a llegar a la ACB.
Y por allí pudo conocer a un tal Doncic.
Se notaba que era muy bueno, pero por entonces no podía imaginarme que llegaría a este nivel. ¡En el Top-5 en el mundo! Entrenaba con él en el primer equipo y el EBA. Un gran chico.
Se alegra de que esté a este nivelazo, claro.
Mucho, desde luego, espero que le vaya bien. Es un gustazo verle jugar.
¿Quién el que más le impresionó en el Madrid?
Llull, claramente. Cuando trabajaba con él aprecié cómo es como persona, un tío responsable, un ejemplo para mí. Y durante los partidos mete las canastas importantes. Es increíble.
“Aprendí mucho al lado de Laso. Soy así de agresivo gracias a él, a lo que me enseñó”
Le ayudó con sesiones de ‘uno contra uno’ cuando se lesionó de gravedad en la rodilla.
Un orgullo y un honor ayudarle en ese duro trance tras lesionarse. Cuando estaba en la cantera le veía siempre por la tele en sus partidos de la Euroliga. Entrenar con él fue una gran experiencia.
Ya se ‘comió’ más de una bronca de Laso. Se hizo viral aquella en la que le agarró por la camiseta, le empujó y le dijo: ‘¿A mí te crees que me importa que pierdas balones? A mí me importa que defiendas’.
Era duro, pero al final me ha hecho más fuerte, aprendí mucho a su lado, no puedo decir nada malo, te lo aseguro. Soy así de agresivo gracias a él, a lo que me enseñó.
¿Sueña con volver al Madrid algún día?
No lo sé, quiero llegar lo más lejos posible. Si es en el Madrid estaré contento, y si no seguiré mi camino con orgullo por otro sitio.
Tras esa etapa, se fue al Mónaco.
Necesitaba jugar porque llevaba un año casi sin hacerlo en el Madrid y ansiaba coger minutos. Estuve allí con la cantera, el Sub-21, pero luego llegó el COVID.
Y en Valladolid llegó la explosión, con un partido con 53 de valoración, el récord en 14 años en LEB Oro.
Es el momento más importante de mi carrera. Me hice jugador allí y estoy muy feliz de haber tomado esa decisión de ir. Todos me ayudaron a alcanzar el sueño de convertirme en un jugador de ACB, y ahí incluyo a la afición.
Andersson, Hakanson, usted... la vía sueca de Bilbao.
Hay muchos. ¡Eso habla bien de Bilbao! (risas) Y también Borg. Solo me han dicho buenas cosas todos ellos sobre el club, la ciudad y la afición, hasta de la prensa tuvieron buenas palabras (risas).
Dijo hace meses que quería demostrar que ya es un jugador de ACB. ¿Conseguido?
Eso no lo decido yo. Creo que puedo hacer mejor las cosas, aún estoy aprendiendo. A ver si el público está contento al final de temporada. Voy a pelear por conseguirlo.
“La afición de Miribilla es fantástica, nos lleva en volandas”
Esto tiene poco que ver con la LEB.
Estoy aprendiendo de esta Liga. Es mucho más compleja que la LEB, sí, claro. Me esfuerzo por mejorar cada día, por entrenar duro. Mis compañeros y el cuerpo técnico me están ayudando muchísimo.
La derrota en Zaragoza hace una semana aún les escuece.
Va a estar en la cabeza, no queremos repetirlo. Estamos un poco frustrados, a ver si podemos convertir esa frustración en algo bueno.
Miribilla se va a llenar. El ambiente estará a tope.
Solo con la motivación no vamos a ganar, porque son muy buenos. Hay que ver muchas cosas para hacerles daño.
¿Qué le parece el ambiente que se crea en Bilbao?
La afición es fantástica, nos lleva en volandas.
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