Pablo Laso recibe la Medalla de Álava en el día de San Prudencio
Esta Medalla de Álava es el máximo galardón que puede conceder la Diputación Foral en el día de su patrón. Y es para el entrenador Pablo Laso.
La Diputación Foral de Álava ha hecho entrega hoy a Pablo Laso del máximo galardón que concede anualmente: la Medalla de Álava. Como es tradición en el día de San Prudencio, el diputado general de Álava ha reconocido los valores personales y deportivos de este exjugador y entrenador de baloncesto y también ha destacado su papel como embajador del Territorio alavés además de agradecer que haya defendido con orgullo su origen alavés.
“Cada año, cuando entregamos la Medalla de Álava, sentimos el orgullo de ser alaveses y alavesas. Y lo hacemos porque somos conscientes de que en nuestro territorio hay personas y organizaciones excelentes de las que estamos orgullosos y orgullosas”, ha explicado Ramiro González, “y hoy sentimos ese orgullo al reconocer a Pablo los valores personales y deportivos que ha transmitido durante toda su carrera; un alavés que ha ejercido como representante de nuestro territorio allí donde su profesión le ha llevado, defendiendo siempre con orgullo su origen vitoriano y alavés”.
Precisamente uno de esos valores, el trabajo en equipo, ha sido uno de los más destacados por el máximo mandatario foral, “porque la capacidad de trabajar en equipo y la colaboración son fundamentales en el ámbito deportivo, pero también para afrontar como sociedad los retos del tiempo que nos ha tocado vivir”. “Eso es precisamente lo que Álava necesita para afrontar un futuro que sin duda supondrá importantes dificultades, pero también numerosas oportunidades. El objetivo es compartido: una Álava más próspera y más justa”, ha enfatizado el diputado general.
Pablo Laso, por su parte, ha admitido que es “todo un honor” recibir esta medalla, pero también una responsabilidad, “la responsabilidad de representar a todos y todas las personas que me acompañan”, haciendo especial hincapié en la importancia de su familia. “Siempre he presumido de mis orígenes. Fui ese niño que empezó jugando en el Colegio San Viator, sin más aspiraciones que divertirse y pasarlo bien con los amigos; que después miraba el baloncesto como el medio para llegar a jugar en el equipo de su ciudad, el Baskonia…. y que poco a poco iba cumpliendo pequeñas metas hasta, probablemente, lograr estar en competiciones y partidos, que de crio jugaba imaginariamente en el dormitorio de su casa”, ha recordado en su intervención que ha apostillando asegurando que “este galardón, personalmente, será una motivación más, para seguir adelante y afrontar nuevo retos”.
El vitoriano comentó ante los medios de comunicación que espera trabajar el año que viene, aunque no desveló dónde. “Mi vida es entrenar y lo haré en el futuro”, aseguró. Laso indicó que no vio el partido entre el Real Madrid y el Partizán, aunque conocía los altercados ocurridos durante el mismo. “El hecho de que te den una medalla para mí es más importante que lo que ocurriera ayer en un partido”, comentó. Respecto a la Euroliga, expresó que “ha habido mucha igualdad desde el inicio”. “El Olympiacos era el más sólido a principio de temporada y puede parecer favorito, pero con este formato todo está abierto”, consideró Pablo Laso.