Yabusele, perdido en los Knicks
Guerschon Yabusele llegó a los Knicks con un gran impulso desde Filadelfia pero ha chocado con un Mike Brown que le quiere poco y en una posición no deseada.


En oposición a lo acontecido la temporada pasada, en la que regresaba a la NBA después de unos años girando por el mundo en busca de ese soñado reencuentro, el inicio de Yabusele en los Knicks está suponiendo más dolores de cabeza que despejes de incógnitas. El jugador francés fue requerido por los neoyorquinos en el pasado mercado de verano, cuando se le abrieron las puertas a un buen acuerdo económico, pero de momento está pasando un pelín desapercibido en la rotación de Mike Brown, con el que no congenia.
En Francia se destaca este bajón tanto en rendimiento como de puesta en escena. Siempre comparándolo con el estallido en los 76ers, que supuso un espaldarazo para Yabu. RMC, por ejemplo, utiliza palabras como “incomprensión”, “incoherencia” o “decepción” para describir lo vivido en La Gran Manzana durante este primer mes de campaña. El uso que le está dando el entrenador, así como la adaptación del jugador a esquema y situación, no es la idónea para que sea una fuerza entrando como suplente.
Yabusele entrará en la treintena el próximo mes, en diciembre, y ha encontrado un sitio en Estados Unidos que él mismo creía que se había esfumado para siempre. Después de experiencias en China y Francia, el Real Madrid le dio la cancha que necesitaba para encontrarse a sí mismo. Entre un buen torneo olímpico y que allí le clavó un mate a LeBron James, algo que admitió que aceleró el interés de los americanos, recibió la llamada de la gran liga para el esperado regreso.
Pero en Philly el contrato era de lo más bajo en la escala. Era casi una apuesta a pérdidas la de irse del Madrid, ya bien entrado agosto, y probar en la franquicia de Pensilvania. Dos millones de dólares pelados, y en bruto, en un contrato mínimo que suponía la prueba de fuego. Tener en los Sixers a Embiid y George lesionados una buena parte de la fase regular le ayudó a sacar la cabeza, sobre todo al principio. Eso valió tener mercado por el que pelear, aunque debía agarrarse a excepciones salariales que tampoco le iban a hacer rico. Así llegó a los Knicks.
Yabusele está cobrando ahora once millones, todos garantizados, por éste y el próximo año. La estabilidad que ha ganado en ese aspecto es todo lo contrario a la que tiene como miembro de una rotación, la de Brown, en la que no se siente cómodo. Incluso con las molestias de Anunoby, alero, y Robinson, pívot, en un área en el que se podría mover de forma parecida a la que lo hacía en los Sixers, carece de regularidad estas semanas y hasta el entrenador se apena de no poder optimizarle.
RELACIONADO | Su peso es motivo de conversación
“Es mi culpa. En la rotación probablemente podría jugar con diez hombres. Pero van a ser más bien 9,5, así que alguien va a ser el 0,5. Guersch está jugando bien, no lo hace mal, quiero que nos vaya dando lo que pueda. Tiene que mantenerse preparado porque va a continuar teniendo minutos. Pero, como digo, no es fácil para mí abrir un hueco más. Esa plaza de noveno o décimo jugador no va a gozar de una tonelada de minutos”, explicó en días atrás Brown, que también ha comenzado en esta 2025/26 su andadura en Nueva York. En el entorno de los Knicks se critica, por un lado, que dado el nivel del francés no apueste por Diawara, también francés. Por otro lado, se comprende -y así lo traslada de igual manera el propio técnico- que a Yabusele le cueste esta adaptación porque le está haciendo jugar muchos minutos como ‘5′ y es un puesto que le incomoda.
Los números de Yabusele
De ser titular en 43 de los 70 partidos de la anterior temporada a ninguno de los catorce que ha jugado en ésta. Se está sintiendo presionado con la idea de juego de Brown, que le quiere dentro y fuera a la vez. Los porcentajes de tres, donde se ha concentrado su juego, han caído en picado: ha metido siete en 28 intentos (25%). El resto de mediciones carecen de análisis exhaustivo porque la muestra es corta. Son 2,7 puntos y 2,4 rebotes. No se ha instalado en los dobles dígitos de anotación en ningún día. Brown dice confiar en él, en lo que puede aportar en un equipo que se está adaptando a un plan de partido muy diferente a de Thibodeau en los últimos tiempos, pero eso hay que verlo.
Brown hace probaturas en el interior y Yabusele se está viendo arrastrado por ello. Los Knicks, poco boyantes en el comienzo de temporada en perspectiva con lo que se espera de ellos (su balance es ocho victorias y cinco derrotas), le tienen en ese décimo puesto en minutos de juego, 10,5, con un salto considerable respecto al noveno, el mencionado Robinson. Los que tiene inmediatamente por detrás son Jemison y Hukporti, otros dos pívots. Ahí se nota que los técnicos están tocando teclas para probar y no dan con ninguna. Towns, de hecho, está sobreexplotado para ser el mes inicial de la fase regular, que les puede volver a hacer dura como en los tiempos del exprimidor Thibodeau. Los 27,1 minutos que promedió el pasado año parecen ahora una irrealidad. Además llegó de verano un pelín pasado de peso, que tampoco ayuda a su causa. Casi nada a favor. La exigencia en la ciudad que nunca duerme, para más presión, no es sencilla para lidiar con ella. En espera de una reanimación o los Knickerbockers se plantearán un traspaso de aquí a febrero. O mejorar o caer del todo.
Noticias relacionadas
Nuestra Newsletter y alerta informativa en canal de WhatsApp.
¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí para la información.






Rellene su nombre y apellidos para comentar