Westbrook y los Lakers: se acabó
El base se marcha a los Jazz, pero puede acabar en los Clippers. Los Lakers completan una buena operación y se llevan a Russell, Beasley y Vanderbilt.
Y sucedió. Finalmente, y después de meses agotadores. Rumores, análisis, debates y malas noticias deportivas, una detrás de otra. Pero ha sucedido, a menos de 24 horas del cierre de mercado invernal 2023: Russell Westbrook deja de ser jugador de Los Angeles Lakers, un regreso a casa (nació en Long Beach, jugó en UCLA) maltraído que no funcionó nunca. El base ha sido traspasado a Utah Jazz, pero quizá no salga de su L.A. Todo apunta a buyout en Salt Lake City, donde llegarán a un acuerdo económico con él para no tenerlo en plantilla. Según el periodista Chris Haynes, los Clippers ya suenan como destino en ese caso, hasta verano y a ver qué pasa. Los angelinos buscan base en lo que debería ser un gran intento de asalto a sus primeras Finales en un Oeste en el que todo el mundo busca saber quién es quién más allá de la cada vez más clara jerarquía, en la cima de la montaña, de Denver Nuggets.
Los Lakers corrigen, veremos si a tiempo, lo que pasará a la historia como uno de sus grandes errores. De siempre. El 6 de agosto de 2021 se hicieron con Russell Westbrook, confiando en que el base se encontraría en Los Angeles junto a LeBron James y Anthony Davis. Ese supuesto big three nunca ha sido tal. Westbrook arrastró su decadencia deportiva y sus problemas de adaptación a un plan que no pasaba ya por él, no como fuente principal de juego, y a unas críticas y presión extremas. Los Lakers acabaron la pasada temporada con un balance de 33-49, un desastre que los dejó sin playoffs. En esta, marchan 25-30, a dos partidos del play in después de dos derrotas muy caras contra rivales directos, Pelicans y Thunder. Westbrook, al menos, aceptó durante este curso el paso al banquillo, dio menos titulares y se esforzó, a su manera. Pero no había forma de que funcionara. Se va con suspenso en química y unos números aceptables en la forma (17,4 puntos, ‚6,9 rebotes y 7,2 asistencias como laker) y pero espantosos en el fondo: desconexiones defensivas, errores de lectura en momentos decisivos (malas decisiones) y una terrible falta de eficiencia: 43,3% en tiros de campo, 29,7% en triples, 66% en tiros libres, 3,7 pérdidas por noche.
Una buena operación para los Lakers
Para Westbrook (34 años), por el que también podrían estar interesados los Bulls, es el cuarto traspaso después de once años en OKC Thunder y desde julio de 2019: Rockets, Wizards, Lakers y ahora unos Jazz con los que lo normal es que ni debute. Su valor ha ido decreciendo desde la operación masiva que lo puso en Houston a ser considerado un contrato tóxico: en último año de contrato, percibe esta temporada 47 millones de dólares, la tercera cifra más alta de la NBA. Esa condición de expiring, último año que limpiará cuentas de la franquicia en verano, es lo que buscaban los Jazz. Soltar otros jugadores (y sus contratos) y rascar capital de draft por aceptar ser la solución al gran problema de los Lakers.
La cosa, a tres bandas y a falta de oficialización, va a quedar así: los Lakers se llevan al base D’Angelo Russell (Timberwolves) y a los aleros Malik Beasley y Jarred Vanderbilt (Jazz). Los Timberwolves reciben al veterano base Mike Conley (Jazz), al escolta Nickeil Alexander-Walker (Jazz) y tres segundas rondas de draft. Y los Jazz absorben a Westbrook (seguramente con el buyout en mente) y se quedan con Damian Jones, Juan Toscano-Anderson y una primera ronda de los Lakers, la de 2027 con protección 1-4. Si es un pick 5 o más bajo, será directamente para los Jazz. Si es 1-4 también, pero pasará a ser una segunda ronda.
Para los Lakers, es una operación aparentemente positiva, aunque tardía. Se desprenden de Westbrook (por el que dieron a Kyle Kuzma, Kentavious Caldwell-Pope, Montrezl Harrell y una primera ronda). Solo les ha costado una de las dos primeras rondas que manejaban para operar en el mercado (les queda la de 2029, con la que veremos si hacen algo esta noche antes del cierre: 21:00 hora española), incluye una protección ligera (ese 1-4) en el pick y se llevan un buen valor deportivo.
Russell, camino de los 27 años, regresa a los Lakers que lo eligieron con el número 2 del draft en 2015 y después de un tramo de altibajos. Fue all star con los Nets y luego su rendimiento ha sido muy irregular en Warriors y Timberwolves. En Minnesota promediaba esta temporada 17,9 puntos y 6,2 asistencias con dudas sobre su eficiencia, su defensa y su capacidad de liderazgo. Pero en LA no tendrá que manejar tanto las bolas ni dirigir, y el equipo necesita una de sus mayores virtudes: 39,1% en triples con más de 7 lanzados por noche. Su nivel se ha estabilizado además en las últimas semanas y después de un muy mal inicio de curso.
Además, los Lakers se llevan a otro tirador de volumen como Malik Beasley: 26 años, esta temporada 13,4 puntos con un 36% en triples desde el banquillo de los Jazz, y a un obrero como Jarred Vanderbilt, 23 años y un defensor intenso y versátil que, eso sí, apenas aporta en ataque y no tiene rango de lanzamiento. Así que los Lakers añaden altura, variantes defensivas y mucho tiros exterior, se quitan de encima el problema que (por culpa de todas las partes) era Westbrook y se guardan uno de sus dos cacareados picks de primera ronda. Lo han hecho bien.
Los Wolves querían mejorar la dirección a costa de traspasar a Russell, incluso a pesar de que es amigo íntimo de Karl-Anthony Towns. Mike Conley, en declive con 35 años, sigue siendo un playmaker profesional (y un gran compañero de vestuario) que hará mejor al equipo aunque arrastra ya, eso sí, problemas de lesiones y un nivel alejado del de sus mejores tiempos, en los Grizzlies. Estaba promediando en los Jazz 10,7 puntos y 7,7 asistencias. Tiene 24,3 millones de dólares garantizados para la próxima temporada, pero puede ser cortado por 14.
Los Jazz, finalmente, se llevan otra primera ronda y limpian contratos, ya con la mente en el próximo draft y en su reconstrucción. Ahora tienen (en verano salieron Donovan Mitchell y Rudy Gobert, entre otros) quince primeras rondas sin proteger o con protecciones menores desde 2023 hasta 2029, capacidad para llevar al mercado de verano con 60 millones de espacio salarial y un núcleo joven en el que ya son intocables Lauri Markkanen (que debutará como all star la próxima semana) y el pívot Walker Kessler, y en el que también se confía en Ochai Agbaji y parece que en Collin Sexton. Esperaban sacar más por jugadores como Conley, Vanderbilt y Beasley pero, a grandes rasgos, tampoco es una operación del todo mala para ellos. Así lo ha dictado el mercado.
Poeltl, traspasado a los Raptors
En otra operación sellada en la noche del miércoles, Toronto Raptors se ha hecho con el pívot Jakob Poeltl, que deja así San Antonio Spurs después de meses en rumores de traspaso. Los canadienses envían a Texas a Khem Birch, una primera ronda de 2024 protegida y dos segundas rondas. Los Raptors recuperan así al pívot austriaco (27 años) al que draftearon en 2016 (número 9) y al que enviaron a los Spurs en 2018 dentro de la operación Kawhi Leonard.
Poeltl está promediando esta temporada 12,1 puntos, 9 rebotes y 1,1 tapones con un 62,7% en tiros de campo. Los Spurs acumulan más rondas de draft con el que seguramente no será su último movimiento estratégico, dentro de su actual proceso de reconstrucción, antes del cierre de mercado de esta noche.
Operación Blazers-Knicks: Hart por Reddish
En el día previo al cierre de mercado, y mientras la NBA se manejaba en la convulsión de la salida de Westbrook de los Lakers con destino Utah Jazz, se cerró otra operación: los Blazers han traspasado al alero Josh Hart a los Knicks a cambio de Cam Reddish, Ryan Arcidiacono, Svi Mykhailiuk y una primera ronda con protección de lotería: si entra en el rango de los picks 1-14, se convertirá en cuatro segundas.
Hart (27 años), un esforzado jugador de equipo, estaba promediando en los Blazers 9,5 puntos, 8,2 rebotes y 3,9 asistencias. Cobra 12,9 millones esta temporada y tiene una player option para la próxima por la misma cantidad. Pero su contrato, si lo ejecuta antes del 25 de junio, no estará garantizado. En los Knicks, se reencontrará con el que fue su compañero en Villanova, Jalen Brunson. Juntos, fueron campeones universitarios en 2016.
Los Blazers reciben a Reddish (número 10 del draft de 2019), que con 23 años no ha sido capaz de explotar sus obvias facultades ni en los Hawks ni en los Knicks. Llevaba sin jugar con los de la Gran Manzana desde el 3 de diciembre.