Sacramento Kings

Westbrook alardea porque puede

Russell Westbrook continúa dando conversación en la NBA con lo que hace en Sacramento Kings. Sea titular o suplente, se ha adaptado a los nuevos tiempos.

Russell Westbrook -
Ed Szczepanski
Mike Maestre
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
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Durante unas semanas, en verano, Russell Westbrook temió mínimamente por su futuro. Se había quedado empantanado, él quería continuar su trayectoria, el caso de Kuminga y los Warriors había dejado en punto muerto el mercado y más con lo que implicaba para el MVP en 2017: Sacramento era de los pocos conjuntos que apostaba por ficharle, pero también andaba tras los pasos del congoleño. Que si tenía que irse a China. Que sí tenía que probar en Europa. A los cuatro vientos proclamaba su confianza. El contrato llegó: 3,6 millones, 1 año. Lejos quedan los tiempos de los máximos salariales. Ha asumido esa pérdida de valor. Ahí reside parte de su grandeza. Jefe en el vestuario, con los Kings además propaga sin rubor que juega como quiere.

En uno de los encuentros del inicio de temporada se reencontró con los Nuggets, su franquicia del año pasado. ¿Por qué acabó esa relación si fue el mismo Nikola Jokic el que pidió en primer término, dada su reputación de buen compañero y los coletazos de jugador imperial que aún se le ven, que le ficharan? La respuesta a la prensa fue cruda, real, muy de Russ. “Me dijeron que no cogiera la ‘player option’. Y yo no voy donde no se me quiere. Ésa es la verdad, que no querían que regresara otra temporada. No era cosa mía. No me querían y ya está. Dios siempre tiene un plan. Alguien sí me quiso”, dijo. A los 36 años todavía daba buen rendimiento: 13,3 puntos por cita, ya como rotacional de la NBA. El protagonismo en pista se lo gana con sudor.

Algo que le privó de continuar en Denver es el cambio en el organigrama. Agresivo por parte de los gerentes, que se cargó a Michael Malone como entrenador principal y Calvin Booth como director deportivo cuando los resultados sí acompañaban en una Conferencia Oeste que no es nada fácil. El trabajo realizado no se valoró en su justa medida por David Adelman, el técnico al cargo desde abril. Sí ha casado con Doug Christie, que también tiene sus primeras oportunidades como primero. Vaya si lo ha hecho, tanto como para reivindicarse una vez más ante propios y extraños.

Está viviendo una segunda o tercera juventud en una plantilla con veteranos de calibre: Sabonis y Schröder, a los que conoce de Oklahoma, o DeMar DeRozan. En el penúltimo encuentro, precisamente frente a su querida OKC, fue el mejor en su bando con 24 puntos, rozando el doble-doble con nueve asistencias, y 5/9 en triples, asignatura pendiente toda la vida. ¿Anterior? 23+16+10 contra los Warriors. Omnipresente. En el global de la campaña 2025/26 se halla en un 45% en tiros de perímetro, con lo cual no supone un lastre sino todo lo contrario, y un 48% -casi la mitad- en tiros de dos puntos.

Para un personaje de su envergadura ir a los Kings, un conjunto que no se encuentra a sí mismo desde hace bastante años, era una apuesta personal. Se lo ha tomado a pecho. Para aquellos que criticaron sus etapas en Clippers, Lakers e incluso Denver Nuggets, que tenían razones para ello, ahí va este giro de los acontecimientos firmado por Westbrook. Con cuatro exteriores de alto copete, alterándose en la alineación en base a lo que le pide Christie, no sólo resiste sino que da un plus al equipo. Habiendo captado el mensaje que le han dado los años, exprime el talento.

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En diez encuentros (y un récord de 3-7 en contra para los Kings) sus medias son de 15+6+5 en las tres estadísticas principales. El día 12 cumple 37. Que de su draft sobreviven en la NBA los hermanos Lopez, DeAndre Jordan, Love y Gordon, no es cosa menor. Como a él le gusta cuando se siente con confianza, se pavonea; esta semana ha batido la marca de Jason Kidd del guard con más rebotes de la fase regular historia de la NBA (8.725+), y no dejó pasar la oportunidad de recordarlo con retranca: “Hablando con humildad, soy el mejor. Cuando el balón toca en el aro me lo llevo”. Lo sea o no es opinión de cada uno, él se está encargando de afrontar el debate con números a su favor. Como siempre. Como nunca. Nada escapa a lo disponga Russell Westbrook.

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