‘Wembymanía’ en San Antonio

Hacía 26 años que los San Antonio Spurs no elegían con el número 1 del draft. En aquella ocasión se llevaron al que actualmente está considerado como el mejor ala-pívot de la historia: Tim Duncan. Aquella elección cambió para siempre la historia de la franquicia texana. Con Duncan como santo y seña del equipo ganaron cinco anillos en 19 temporadas. Sólo los Lakers pudieron igualar ese palmarés entre 1997 y 2016. Desde entonces llegaron a una final de conferencia, al año siguiente y con el mejor Kawhi Leonard que se vio en San Antonio, lograron dos clasificaciones más para playoffs en los años sucesivos, cayendo en primera ronda, y se han quedado los cuatro últimos cursos sin entrar en las eliminatorias por el título. Este año con el peor récord (22-60) desde la 96-97, la última sin Duncan.

Una travesía por el desierto para una franquicia sin la que no se puede entender la NBA, especialmente en el siglo XXI. La mejor liga de baloncesto del mundo ha construido su brillante imagen en las últimas décadas en grandes mercados como Los Ángeles, Miami o San Francisco, pero también ha visto crecer la leyenda de una ciudad más modesta, orgullosa de un equipo que ahora vuelve a mirar con ilusión al futuro. Porque el pasado día 22 los Spurs eligieron a Victor Wembanyama con el número 1 del draft, como a Duncan 26 años antes. Y el jugador francés, el más esperado en la liga norteamericana desde LeBron James, ha desatado la locura en la ciudad.

La franquicia texana, y también las instituciones públicas, se frotan las manos. Los datos hasta ahora no son para menos. En menos de cinco días desde la elección de Wembanyama se habían vendido 4.000 abonos para la temporada que viene. En las primeras 48 horas el tráfico en la web de los Spurs y las ventas de merchandising se habían incrementado un 3.000%. Pero ahí no queda la cosa. La página Visit San Antonio, de la agencia de turismo de la ciudad, también ha visto como sus cuentas en redes sociales aumentaban un 26% en audiencia desde el día del draft. Por toda la urbe están brotando como setas referencias sobre él: murales, una estatua de más de 5 metros de altura y hasta una canción de un grupo de mariachis. Decenas de aficionados fueron a recibirle al aeropuerto con pancartas en las que se podían leer “Los extraterrestres son bienvenidos en San Antonio”. La primera noche en en su nueva la pasó cenando nada menos que con su entrenador, Gregg Popovich, y otras cuatro leyendas del equipo: el propio Duncan, David Robinson, Manu Ginóbili y Sean Elliot.

Wemby debuta esta noche en la Liga de Verano que se disputa en Las Vegas. Será ante los Charlotte Hornets del número 2 del draft, el alero Brandon Miller. El partido, que se puede ver en directo en España a través del League Pass de la NBA a las 03:00 de la madrugada, deja otro ejemplo de lo que supone el jugador francés sin ni siquiera haber saltado a la pista. El precio medio de las entradas para este encuentro es de 148 dólares, cuando una entrada en el AT&T Center de San Antonio durante la temporada costó de media 69 dólares. Hay que pagar más del doble que hace tres meses, cuando los Spurs jugaron su último partido como local en la temporada 2022-23. Y todo gracias al fenómeno francés que viene a cambiarlo todo. El juego y el negocio. El baloncesto, en definitiva.