Una pelea imperial por el MVP

El último ranking del estado de la carrera por el MVP que elabora la propia NBA trajo vuelco: Nikola Jokic adelantó a Shai Gilgeous-Alexander, que llevaba semanas como el primero de la lista y que parece el favorito para llevarse el premio por primera vez. Si lo gana el pívot serbio, conviene recordarlo, sería el cuarto para él, una cifra que da vértigo y a la que solo han llegado Kareem Abdul-Jabbar (6), Bill Russell (5), Michael Jordan (5), Wilt Chamberlain (4) y LeBron James (4). La temporada pasada, Shai fue segundo por delante de Luka Doncic, al que las lesiones han sacado totalmente de la carrera esta temporada.

Shai es el gran favorito porque su temporada está siendo extraordinaria, es obvio, y porque los Thunder son el mejor equipo del Oeste de largo. Con una diferencia abismal (nueve partidos y medio de ventaja sobre los Nuggets de Jokic) mientras pelean por el primer puesto de toda la liga con Cleveland Cavaliers (diez derrotas, una menos que los de OKC). El base promedia 32,4, 5,2 rebotes y 6,2 asistencias, así que su candidatura es indiscutible. Y su único problema, que Jokic está en 29,2 puntos, 12,6 rebotes y 10,4 asistencias. Y que acaba de firmar un febrero, mientras los Nuggets vuelven a estar en la primera línea de competición tras un difuso inicio de temporada, de 27,3 puntos, 12,3 rebotes y 11,6 asistencias.

La noche del viernes enseñó, otra más, las razones por las que ambos pueden llevarse el premio y sería justo en los dos casos. Y por las que sus equipos, Thunder y Nuggets, lo realmente importante, parecen ahora mismo los dos mejores del Oeste con los playoffs cada vez más cerca y con permiso de la reconfiguración de los nuevos Lakers, los de LeBron James y Luka Doncic, que amenaza con sacar a los Grizzlies del top 3. En Atlanta, los Thunder arrollaron a unos Hawks (119-135) sin mucho que hacer más allá de esperar al play in, que tendrán que volver a jugar por cuarta temporada consecutiva.

Shai acabó con 31 puntos y 5 asistencias, y solo tiró cuatro tiros libres (todos en el último cuarto) en pleno debate (algo fofo) sobre cuánta de su producción depende de forzar faltas. El base se aseguró de que no hubiera sorpresa y estabilizó a su equipo, que venía de dejarse remontar en los últimos minutos por los Wolves y de tener que remontar tras un inicio catastrófico contra los Nets. Y que recuperó a Cason Wallace como titular, mandó a Isaiah Hartenstein al rol de sexto hombre y empezó con Chet Holmgren como pívot. Una configuración que resultó supersónica: 23-40 en el primer cuarto. El problema es que Holmgren se torció el tobillo en los primeros minutos y aunque jugó el primer tiempo no volvió después del descanso. Isaiah Joe (4/8 en triples en 12 minutos) también dejó el partido, en su caso por problemas en la espalda. Y los Thunder tuvieron que controlar un par de arremetidas de los Hawks. En el segundo cuarto, una ventaja de 19 puntos se redujo a cinco con un parcial de 14-0 en tres minutos. Después de un 0-17 teóricamente definitivo en el tercero (de 81-91 a 81-108 en menos de cinco minutos), los locales se pusieron a once, pero Shai se encargó de que la cosa quedara ahí.

Los Thunder no suelen perder si anotan el 51% de sus tiros y 23 triples con un 46% (23/50). Pero tienen que controlar esos atascos ofensivos (como el del segundo cuarto) que les pueden costar caros en playoffs. Y tienen que ver cómo de malo es el esguince de Holmgren, que estaba cogiendo su mejor tono después de tres meses fuera de las pistas. Porque con el liderato del Oeste en el bolsillo, eso es lo que les queda: afinar la puesta a punto de su unicornio y decidir si arrancan los partidos con él y Hartenstein juntos o si el segundo parte desde el banquillo. Cuestión de estilo, y de espacios.

Mientras, Jokic firmó otra obra maestra con solo doce tiros (6/12) en Detroit (119-135 final): 23 puntos, 17 rebotes, 15 asistencias y un +33 en 34 minutos. Solo Oscar Robertson, en toda la historia, tienen más partidos que él (14 ahora) con al menos 15 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias. Y nadie en los últimos 60 años ha firmado tantos (ya 13) de al menos 20+15+15. El serbio dirigió uno de esos días de ataque en avalancha de los Nuggets, que dejaron en ocho la racha de victorias de los Pistons. Un 17/31 en triples resultó devastador, con un 11/16 entre Michael Porter Jr (28 puntos, 9 rebotes) y Jamal Murray (31 y 4 asistencias).

En esa versión, los Nuggets son muy difíciles de parar, con un ataque a toda máquina (Christian Braun añadió 23 puntos) y una defensa que simplificó el plan y lanzó sistemáticamente hasta tres jugadores contra un Cade Cunningham que, muy incómodo, se quedó en 11 puntos y 5 asistencias con un 3/12 en tiros. Letal para unos Pistons atrancados pero que, aún así, llegaron vivos al descanso (63-68). Se hundieron justo después, en un tercer cuarto que se abrió con un decisivo 9-27 (24-39 total). Los de la MoTown quedan en 33-27, perfectamente posicionados para regresar a playoffs in pasar por la repesca, y los Nuggets son segundos del Oeste en una pelea que va a resulta milimétrica y que será importante por el reparto de ventajas de campo en las eliminatorias: 39-21 por el 38-21 de los Grizzlies, el 37-21 de los Lakers y el 37-22 de los Rockets. Tremendo.

Resultados de la jornada en la NBA:

Pistons 119-Nuggets 134

Hawks 119-Thunder 135

Celtics 116-Cavaliers 123

Nets 102-Trail Blazers 121

Heat 125-Pacers 120

Bulls 125-Raptors 115

Grizzlies 113-Knicks 114

Jazz 117-Timberwolves 116

Suns 125-Pelicans 108

Lakers 106-Clippers 102

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