Un año en caída para Dalton Knecht
Dalton Knecht ha caído en desgracia tan solo un año después de ser elegido por los Lakers y visto como un novato de corte positivo. En la NBA no tiene mercado.
La rueda del hype en torno a los jugadores bajo el radar por los que apuestan los Lakers no ha parado de girar estos años. Varios son los ejemplos, desde Mykhailiuk hasta Christie pasando por Horton-Tucker. El más destacado por el rendimiento ofrecido es uno que ni siquiera fue escogido dentro de su draft, 2021, sino que triunfó a pesar del chasco. La referencia es Austin Reaves. Que precisamente tiene la mosca detrás de la oreja con un posible traspaso por incompatibilidades de juego y salario al haber llegado Luka Doncic unos meses atrás. No es sencillo mantener las expectativas en una franquicia que puede acabar quemando muy pronto.
En 2024 hubo dos propuestas bien diferentes. Por un lado, Bronny James. El hijo del rey, sin haber destacado un mínimo en la Universidad del Sur de California, fue incluido en los planes a petición de, obviamente, el progenitor. Era una manera de seguir convenciendo a LeBron deportivamente. Al joven le ha afectado no empezar desde más abajo para gozar de un progreso sostenido y acorde a sus capacidades actuales. No ha sido el único que ha sufrido. Por otro lado se sitúa Dalton Knecht, elección de primera ronda (17º), que comenzó como un tiro y cuyo potencial ha ido desinflamándose precipitadamente. Tanto que ha pasado un año y las sensaciones están en la otra orilla del canal, la de la negatividad.
The Athletic explica esas sensaciones a través de su periodista de cabecera para los Lakers, Dan Woike, que está siguiendo las evoluciones de la pretemporada.
Knecht es un escolta manejador, aunque explosivo en el tiro si entra en racha, que contaba con bastante experiencia universitaria. Dio el salto a la gran liga con veteranía: dos años en los Plainsmen, otros dos en los Bears, uno final en los Volunteers. De primeras esa circunstancia le ayudó tanto a ser visto como un activo ejecutable como para él mismo destacar con su juego.
Venía de promediar 21,7 puntos con casi un 40% en triples en college. En la pretemporada del año pasado, erupción de volcán contra los Suns: 35 tantos, 20 de los últimos 22 de su equipo, y 8/13 en el perímetro. Empezando con las citas oficiales, visita a los Pelicans y otros 27 puntos. Hasta diciembre mantuvo picos altísimos para un jugador de primer año que no había sido un pick de lotería.
Redick le empezó a dar menos uso después del cierre de mercado. Ahí Knecht fue el protagonista del traspaso cancelado con los Hornets, en el que los Lakers intentaban fichar al pívot Williams, por lo que cayó en desgracia. Se levantó la liebre de que era más un elemento de trueque que uno importante en la rotación. De ese momento hasta el último partido de fase regular estuvo en quince minutos por cita.
El mencionado Woike recogió las opiniones de los espectadores en el primer contacto con la pretemporada. Allí Knecht firmó un 2/10 en tiros de campo, con siete intentos y un acierto desde fuera del arco, y 1/2 en tiros libres: “Tiene que entender quién es”. En el plantel permanece Gabe Vincent como tirador especialista, Reaves y Doncic como manejadores exteriores, llega Smart para implementar más defensa y LaRavia podrá actuar en esa plaza además de en la de alero. Se intentará probar, además, al novato Adou Thiero. Con ese panorama, complicado. “Los Lakers no traspasaron a Knecht este verano, ya que cualquier posible intercambio por él no justificaba renunciar al potencial que todavía le ven. Pero en el complicado debut de pretemporada los ojeadores se marcharon de Palm Desert más pesimistas que nunca. Uno incluso calificó a Knecht como activo negativo, que es lo mismo que decir que los Lakers necesitarían incluir otras piezas para cuadrar un traspaso con él dentro”, explica el periodista. Ahora que en L.A. se plantean buscar un tercer jugador que acompañe a Doncic y James, crear un trío ganador con ellos, después de ver cómo evoluciona Luka como nuevo líder de la manada, Knecht está en el disparadero pero con mucho menor valor que hace un año (nada más ingresar en la NBA).
En la pretemporada (1-4) no será por oportunidades. J.J. Redick le ha colocado como el jugador con más minutos en cancha, pero los porcentajes son paupérrimos a falta de un último compromiso frente a Sacramento Kings: 23% sólo en triples y 30% en el global de tiros de campo. No son buenos augurios para alguien como él.
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