Último tren desde Philadelphia
Los Sixers quieren volver a alzarse con la corona que se les resiste desde 1983 con Embiid y Harden a la cabeza del proyecto.
En Philadelphia las cosas siguen claras. La franquicia, que no ha pasado de segunda ronda de playoffs desde la temporada 2000-2001, campaña en la que llegaron a las Finales de la NBA con Allen Iverson a la cabeza, sigue teniendo en mente un solo objetivo: el campeonato. Con la renovación de James Harden, de 32 años, y la continua motivación de Joel Embiid, de 28, los Sixers no quieren repetir errores del pasado.
Quizá, desde que comenzasen el reconocido tanking (la pérdida de partidos a propósito para reconstruir con buenas elecciones en el Draft), en Philadelphia afrontan una de las temporadas más ilusionantes. La llegada de James Harden el pasado mes de febrero y la buena relación que forjó con la estrella de los Sixers desde el inicio abren una nueva puerta a la esperanza.
La duda principal que podría rondar la cabeza de los aficionados de Philadelphia es el compromiso. Después de la salida de Ben Simmons, la manera en la que se produjo y lo que significó para el equipo, James Harden se convirtió en el foco de la prensa local y nacional. Esta incertidumbre se despejó con la renovación a la baja del ex de Houston, entre otros equipos, para crear, al fin, un equipo ganador.
Mayor margen de maniobra
La estrella rechazó su opción de jugador de 47,4 millones de dólares para firmar un nuevo contrato con el equipo. Harden vestirá la camiseta de los Sixers durante dos temporadas más, con una opción de jugador de 36,3 millones en la 2023-2024, con 34 años. Este movimiento permitirá a la franquicia tener un mayor margen crear una plantilla más competitiva de cara al curso que viene.
Tanto es así que, el 1 de julio, día en el que se abría la agencia libre, P.J. Tucker, uno de los jugadores sin contrato más codiciados y compañero de Harden en Houston, firmó con Philadelphia sin pensar (a razón de 32,3 millones de dólares y tres temporadas).
A su vez se sumó Danuel House, otro jugador que terminaba contrato, y que dará un plus defensivo junto a Tucker la próxima temporada. Este apartado defensivo puede cambiar en su totalidad con respecto a la campaña pasada ya que Danny Green, quien se lesionó de gravedad en la rodilla los pasados playoffs, salió traspasado a Memphis a cambio de De’Anthony Melton y Matisse Thybulle, experto en el ámbito, parece que puede salir traspasado.
Precisamente Melton puede suponer uno de los mejores movimientos por debajo del radar en las últimas semanas. El ex de los Grizzlies puede desempeñar las funciones que tan bien realizó Tyrese Maxey, de manera obligada, la pasada campaña. Un base con presencia en ambas canastas, con gran crecimiento bajo las órdenes de Taylor Jenkins en Memphis y que, a sus 24 años de edad, quiere ser una pieza fundamental en Philadelphia.
Quizá este último, Maxey, sea la pieza más importante. El exKentucky se convirtió en la segunda espada de los Sixers en ausencia de Simmons. Una esponja, un jugador que crece y madura en cada partido. Doc Rivers le hizo desarrollarse a pasos agigantados. A pesar de tener a dos colosos como Harden y Embiid, sin un buen nivel de Tyrese parece imposible competir contra las referencias del Este.
¿Se acaban las oportunidades?
Con Embiid entrando en su último año de contrato (de 33,6 millones de dólares), esta parece la la oportunidad perfecta para tocar la gloria antes de que las dudas puedan invadir al jugador camerunés con pasaporte francés. Por tal motivo, este mercado parece crucial porque, si algo ha puesto de manifiesto la NBA en el último lustro, es que la adición de jugadores veteranos te asegura dar un buen nivel en momentos clave.
Aunque el nivel del escolta, elegido 10 veces para el All-Star y miembro del mejor quinteto de la NBA en seis ocasiones, parezca haber bajado, el ‘1′ de los Sixers promedió 21 puntos, 10,5 asistencias, 7,1 rebotes y 1,2 robos de balón en los 21 partidos de temporada regular que disputó con Philadelphia. A su lado tendrá al pívot africano, uno de los jugadores más en forma de los últimos años y con más hambre que nunca.
Por otra parte, en el plano de las salidas, además del australiano Thybulle mencionado anteriormente, Tobias Harris puede servir como moneda de cambio para terminar de completar una reforma total de Philadelphia. El jugador de 30 años cobrará 37,6 millones de dólares la próxima temporada, por lo que su marcha no será algo sencillo.
La eliminación frente a Atlanta en semifinales de la conferencia Este supuso un punto de inflexión en el proyecto. La idea del todo o nada pasa por la cabeza de Daryl Morey, mánager general de la franquicia, que confía plenamente en el que fuera su jugador franquicia en su etapa en los despachos de Houston. Una oportunidad única para escribir su nombre en la historia. El campeonato marca el final del trayecto, y va a partir el último tren desde Philadelphia.