Thunder y Clippers se equivocan

Oklahoma City Thunder y Los Angeles Clippers se han extraviado por los caminos que se les había marcado al principio de la temporada. Será un mero accidente, pero ni uno ni otro están predestinados en este curso, en esta NBA, para hacer lo que han hecho en estos dos últimos partidos entre ellos: son dos victorias seguidas de OKC, la última, esta pasada madrugada en casa (118-110), ante una franquicia angelina que no contó de nuevo con Kawhi Leonard (rodilla).

El triunfo local es un tropezón para los objetivos de ambos. Los Thunder, uno de los peores equipos de la NBA, tienen sus ojos puestos en el próximo draft de la NBA y en la gran ballena blanca, un Victor Wembanyama que ha provocado una auténtico seísmo dentro de la propia Liga, con amenazas de toda índole ante un tanking incontrolable a pesar de los cambios normativos en la lotería del draft. Y, claro, ganar no les ayuda a quedar lo más abajo posible en la clasificación.

En cuanto a los Clippers, candidatos al anillo, es un mal síntoma no poder doblegar a Oklahoma en ninguno de los dos partidos jugados. Es un simple revolcón que no crea mucha alarma en una temporada de 82 partidos, pero sí retrasa esa limpieza de alma que busca un equipo construido ya hace tres veranos alrededor de Paul George y Kawhi Leonard, dos superestrellas de la NBA, que no han tenido suerte con las lesiones desde que se juntaron y que entre pitos y flautas no han alcanzado todavía las Finales de la Liga. El tiempo vuela…

OKC ganó un encuentro balancín, con parciales de sube y baja y opciones para ambos casi hasta el final. Los Clippers sufrieron mucho con las pérdidas: su rival anotó 31 puntos tras 20 pérdidas (dos días antes en Los Ángeles fueron 23 tras 19). Y por la eficacia de los Thunder, que cerraron el partido con 49,5% de acierto en el lanzamiento. Shai Gilgeous-Alexander alcanzó los 24 puntos y Lu Dort, 21. Norman Powell fue el máximo anotador en los Clippers con 21.