Surrealismo absoluto: Wembanyama y Paul, descalificados por hacer trampas
Entre imágenes nunca antes vistas, Cleveland Cavaliers se volvió a llevar el Concurso de Habilidades de la NBA con Donovan Mitchell y Evan Mobley.
Se están acostumbrando los jugadores a sorprender al personal en el Concurso de Habilidades, pero a hacerlo para mal. Lo más reciente, hace dos años con unos novatos que no la metían ni en una piscina y hace un año con un Anthony Edwards que se decidió a lanzar con la mano mala para hacer la gracia. Es la prueba con menos solera de las tres y actuaciones así la dejan todavía más abajo. En el Chase Center de San Francisco, sin embargo, tuvimos un giro siniestro de acontecimientos que deja lo que antes se comentaba en una mera anécdota.
El concurso quedó empañado nada más comenzar. Victor Wembanyama y Chris Paul, una de las cuatro parejas, quisieron ser los más listos de la clase y fueron descalificados por los jueces de la competición. Los dos jugadores de San Antonio Spurs, franquicia a la que representaban este sábado, se saltaron las reglas para pasar más rápido el circuito propuesto, violando el espíritu de las Habilidades y siendo llamados al orden después del esperpento. La retransmisión televisiva quiso hablar con ellos y se les prohibió como castigo a los chicos.
Las mejores imágenes del concurso de mates, triples y habilidades
Además de los mencionados, otros tres dúos: Cleveland Cavaliers, con Donovan Mitchell y Evan Mobley; Golden State Warriors, con Draymond Green y Moses Moody; novatos, con representación del último draft en las figuras de los franceses Zaccharie Risacher (nº1) y Alex Sarr (nº2). Los vencedores, como en 2022 y Mobley de repetidor, fueron los Cavs.
La primera fue la buena, creyeron los de los Spurs. Ellos abrían el concurso y querían cargárselo de inicio. La yincana constaba de estos obstáculos: un círculo en el que introducir tres balones con sendos pases en bote; otro círculo al que lanzar un pase de pecho; una marca de tiro en el triple, otra a cuatro metros del aro en la parte central y una última en la esquina izquierda con un molino entre medias que actuaba como distracción; un segundo pase de pecho y dirección a canasta para encestar como se quisiera. En las marcas de lanzamiento estuvo la trampa: Wemby y Paul aprovecharon que sólo se usan tres balones, y avanzas aunque falles los tres, para sacarlos del carro y no hacer ni el intento de anotar, sin disimulo, para tardar menos tiempo. Efectivamente corrieron. El tiempo, mal para ellos, quedó invalidado ante el estupor de la grada. Lo que acababan de ver era historia de la NBA y no de la buena. Un empleado de la NBA se acercó a ellos, con Paul contrariado, para anunciarles la descalificación, incluso recurriendo a un papel con las normas, imagen dantesca, a modo de ratificación. Los Warriors jugaban en casa, algo que ha corrido a favor con anterioridad, y fueron los mejores de la primera ronda con 1:10 en el cronómetro, clasificándose para la siguiente fase junto a unos Cavs que tardaron 1:19. Ese duelo de hasta cuatro Finales, repetido en este evento. Cleveland clavó el minuto y entre Green y Moody no acertaron a alcanzar ese estándar.
Wembanyama habló después con los periodistas en un buen tono, admitiendo que había sido idea suya y no de Paul: “¿Creéis que me han abucheado a mí? Han abucheado a Chris”. Aunque esto sea algo para divertirse, y sabiendo que en este 2025 minucias como ésta importan de manera relativa, se puede concluir que la chanza estuvo mal calculada.
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