Sigue el idilio: Doncic, triple-doble y nueva victoria

Que el ritmo no pare. Que la música no termine. Que semejante cantidad de talento pueda ser imperecedero. Luka Doncic ha vuelto a hacerlo y los Mavs se vuelven a aprovechar de ello, esta vez con una victoria ante los Rockets en el duelo texano de la jornada, la quinta consecutiva. Gracias a la inestimable labor del gran héroe, Dallas ha pasado de un 15-16 a un 20-16; de regatear con los puestos de play-in a la quinta posición de esa pauperizada Conferencia Oeste en la que los partidos ganados y los perdidos se suceden de manera constante sin que nadie destaque especialmente por encima del resto. Esto provoca, para bien y para mal, que haya una nueva dosis de emoción, que todos compitan, que la igualdad sea máxima. Y que los Mavericks, sin jugar bien pero extraordinariamente apoyados en su impresionante estrella, hayan pasado de estar denostados a hacer una recta final de 2022 maravillosa que, a pesar de no ser brillante, sí les sirve para respirar hondo y encarar de otra manera lo que viene.

Doncic no anotó esta vez 60 puntos, como hizo en ese partido ante los Knicks que ya es historia, en el que forzó la prórroga de manera imposible y en el que también se fue a 21 rebotes y 10 asistencias. Pero se volvió a salir: 35+12+13, un triple-doble que ya era tal en el tercer cuarto, y una exhibición tremenda que aseguró el triunfo de los Mavericks. Doncic ya llevaba al menos dos dígitos en las tres principales categorías en el tercer cuarto, cuando también había superdo ya la treintenta de puntos. Desde la 1997-98, este inusual hecho ha ocurrido hasta en siete ocasiones, protagonizando Doncic cinco de ellas. El esloveno disputó menos de 4 minutos en el último cuarto, una noticia muy positiva en lo referente al desgaste, y se fue, eso sí, con una técnica, la novena de la temporada, octava después de que los Mavs recurrieran una de ellas. Si sigue así, pronto habrá sanción automática según normativa.

Es el octavo triple-doble de Doncic esta temporada, récord absoluto. En el primer periodo, se fue a 14+3+3. En el segundo, a 7+4+4. Y en el tercero, a 11+5+6. Todo esto antes de anotar dos solitarios puntos en un último periodo en el que Jason Kidd decidió darle descanso. La ventaja era más que holgada (99-79), los Rockets se habían ido hundiendo paulatinamente y hay que aprovechar estos momentos para que tus estrellas descansen y no lleguen destrozadas físicamente a un final de temporada que está todavía lejano en el tiempo. Al final, 129-114 con buenos minutos de los Mavs en ausencia de Doncic y un maquillaje del resultado por parte de unos Rockets que siguen siendo colistas del Oeste (10-25). Buenas sensaciones y una nueva victoria.

Los 23 puntos de Jalen Green fueron lo mejor de los Rockets, que también tuvieron a Kevin Porter, Alperen Sengun y Jabari Smith en dobles dígitos. Además, Usman Garuba tuvo buenos minutos (casi 20, con 9 puntos y 9 rebotes, líder de su equipo en esta última categoría estadística). Pero la tónica general fue el dominio de esos Mavericks que se encomiendan a su gran líder, uno que suma 95 puntos en los dos últimos partidos, que rebotea, pasa, sentencia, corre, era, es y será. Que es capaz de estar en varios sitios a la vez y que nadie sepa en qué sitio está. Que sigue de la mano de la historia y oposita a un MVP que, sin los Mavericks siguen con su dinámica ascendente, puede ganar. Que, camino de los 24 años (los cumple el 28 de febrero) tiene una cita de la historia. Es un jugador único, diferencial. Y su nombre ya lo sabe todo el mundo: Luka Doncic.