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Reaves, rumbo a los 100 millones
JUSTIN FORDAFP

LOS ANGELES LAKERS

Reaves, rumbo a los 100 millones

El ‘guard’ de los Lakers saldrá al mercado en verano. La franquicia angelina tratará de retenerlo, aunque el precio puede ser ya de estrella importante.

Austin Reaves es un buen jugador de baloncesto. Un muy buen jugador. Tras la renovación de la rotación de los Lakers (con la salida de Russell Westbrook y Patrick Beverley), el guard de Arkansas (24 años) pasó a ser titular ya definitivamente en los Lakers. Y a jugar más con la bola en las manos, más base y menos escolta. En marzo sus promedios subieron a 17,4 puntos y casi 6 asistencias con un 55% en tiros y casi un 38% en triples. En los partidos de regular season de abril, mientras los Lakers aceleraban para salvar su temporada, subió a 20 puntos y 5,4 asistencias con un 61% en tiros totales, un 52% en triples y un 90% desde la línea de personal.

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Es bueno. Por mucho que algunos solo hayan querido ver el meme del Kobe paleto, igual que en su día solo vieron los excesos que se cometían en las redes sociales cuando empezó a despuntar Alex Caruso. La sobredimensión que implica todo lo que rodea a los Lakers tiene efecto... en los dos sentidos. También para que algunos infravaloren a excelentes jugadores que los angelinos rescatan desde puestos bajos del draft, o directamente más allá de las 60 elecciones. El caso Reaves alcanzó formato boom en su primer partido en playoffs: 23 puntos, 14 en el último cuarto y nueve seguidos, con la bola en las manos en los momentos calientes del tremendo triunfo de su equipo, que robó el factor cancha a las primeras de cambio en Memphis.

Reaves ‘se saltó’ el draft 2021. Después de jugar en Wichita State y Oklahoma, algunas franquicias lo tantearon para las últimas posiciones de su curso y él, que había hablado con los Lakers, prefirió salirse de ese carril y firmar con los angelinos como jugador no drafteado. En agosto como two-way, ya a finales de septiembre con un contrato NBA estándar. Como ha hecho Rob Pelinka, el mandamás de la franquicia en los despachos, en otras ocasiones, se optó por un mínimo de dos temporadas y solo 2,4 millones en total. Una ganga que, claro, complica las cosas si el jugador, como es el caso, juega muy por encima de ese nivel. Muy, muy encima. Este verano, Reaves será agente libre restringido (la qualifying que le tienen que dar los Lakers es de 2,1 millones) y podrá salir al mercado con, eso sí, derecho de los angelinos de igualar ofertas.

En la afición de los Lakers todavía se recuerda como una situación similar acabó con la salida de Alex Caruso, que se fue a Chicago Bulls. Pero se supone que ahora los Lakers habrán escarmentado. Tienen fresco el caso de Caruso, y hay otros que demuestran que hay que mirar bien a quién dejas ir. Lo acaban de sufrir en sus carnes, por ejemplo, los Mavericks con Jalen Brunson, que ha jugado en nivel estrella en los Knicks (y lo sigue haciendo en playoffs) mientras los texanos vivían su cacareado annus horribilis. Pelinka podría firmar a estos jugadores que no salen desde la primera ronda del draft con una parte de la midlevel exception, pero opta por contratos mínimos y eso complica las cosas porque permite menos margen a la hora de afrontar una renovación. El nuevo convenio que se ha acordado habilitará una excepción para firmar a los jugadores elegidos en segunda ronda más allá del salary cap del equipo, igual que se hace con los de primera. Pero esto no afectará a Reaves por su condición de no drafteado.

Como Reaves ha estado dos años con el equipo, los Lakers tienen sus early bird rigths. Eso hace que pueden ofrecerle para renovar de forma directa un máximo de de 51 millones de dólares por cuatro años, con unos 14,1 millones en la última temporada. Esto se calcula a partir de un 175% más de su actual salario o un 105% de la media de la NBA en la temporada anterior. En todo caso, un posible contrato que se ha quedado claramente corto para los méritos del jugador, y más en un panorama que atisba mayores subidas en el cap (que serán también estructuradas por el nuevo convenio para evitar deformaciones) a medida que se aproxima el nuevo contrato televisivo.

El problema, claro, es que otros equipos no tienen esa limitación, a la hora de tentar a Reaves, del máximo por derechos early bird que sí podría atrapar a los Lakers. Si vienen de equipos con margen salarial, esas ofertas pueden llegar a casi 99 milones por esos cuatro años. La diferencia es obvia con lo que, inicialmente, le pueden dar en L.A. Pero hay escapatoria para los angelinos, que podrían igualar esa oferta y quedarse con Reaves gracias a lo que se conoce como la Gilbert Arenas Provision.

Gilbert Arenas fue elegido por los Warriors con el número 31 del draft de 2001. Es decir, ya en la segunda ronda y fuera de la escala establecida para los contratos rookie de la primera. En su segunda temporada (2002-03) promedió 18,3 puntos por noche. Al haber sido elegido en segunda ronda, había firmado por dos años con los Warriors y fue agente libre restringido en ese verano (2003). Los Warriors estaban limitados por sus derechos bird rights y los Wizards lo aprovecharon: le dieron al base unos 65 millones por seis años, una oferta que en la práctica los Warriors no podían igualar. La reacción de la Liga llegó en el siguiente convenio: se creó esa provisión Arenas que pasó, básicamente, a permitir a los equipos retener a sus jugadores igualando una oferta como esa. Eso sí, en el primer año no se puede pasar de la cantidad destinada a la midlevel excepction para equipos que no pagan impuesto de lujo. En el segundo, la subida solo puede ser del 5% a partir de esa primera cantidad. Pero en los dos últimos se puede saltar a cantidades máximas.

De esta forma, Reaves (los Lakers tendrían que ajustar el espacio salarial para hacerlo posible) llegarían a esos 98,6 millones en cuatro años con estas cantidades por temporada: 11,3, 11,9, 36,8 y 38,5. Los angelinos también tienen que tomar decisiones que afectan al futuro de otros jugadores, los más importantes D’Angelo Russell y Rui Hachimura. Pero la continuidad de Reaves parece una prioridad clara, aunque una franquicia con margen salarial podría lanzar una oferta muy alta para intentar que los Lakers se ven en serias dificultades de igualarla. Aunque parece claro que, esta vez, harán todo lo posible por hacerlo. Y que Reaves no será un nuevo Caruso.