¿Qué pasa con Zion? “Ha estado en el gimnasio más que en toda su carrera”
Zion Williamson, estrella de los Pelicans, busca olvidar su largo historial de lesiones y dar un golpe de efecto esta temporada. Su preparación, más cuidada que nunca.
Con menos de un mes para que empiece la NBA, los equipos afilan sus armas y preparan el asalto para el curso baloncestístico 2023-24. Ahí están, entre muchos otros, los Pelicans, que vienen de una temporada decepcionante tras quedar en el noveno puesto de la Conferencia Oeste y no poder superar el play in, en el que cayeron ante los Thunder y dijeron adiós antes de tiempo. Fue un año aciago, en el que llegaron a ir en la primera posición del Oeste en los primeros meses de competición... hasta que se lesionó Zion Williamson. Un común denominador tanto en la carrera de la estrella (si es que lo es) como en la de un proyecto que no termina de levantar cabeza desde que traspasaron a Anthony Davis a los Lakers en 2019, un momento en el que consiguieron varios jugadores atractivos a cambio con los que no han conseguido emerger ni dar con la tecla.
Los Pelicans son, junto a los Hornets, los dos únicos equipos de la NBA que jamás han pistado unas finales de Conferencia. Apenas una participación en playoffs y eliminación en primera ronda desde entonces para una entidad con problemas estructurales, un mercado pequeño al que no quieren ir los grandes agentes libres y muchos problemas en el banquillo y en la plantilla que no terminan de resolverse. Y con una estrella que llegó como número 1 del draft en 2019 y que, desde entonces, ha disputado 114 partidos de 308 posibles, una desgracia manifiesta que no se ha podido resolver por los constantes problemas físicos que arrastra, especialmente en su tren inferior, y que le impiden tener continuidad, además de haber provocado que se perdiera de forma completa la temporada 2021-22.
Zion se lesionó el 2 de enero de este año y no ha vuelto a pisar una pista de baloncesto. Es de esperar que sí lo haga este curso, que se inicia el 25 de octubre. Los Pelicans volverán al ruedo el 26, ante los Grizzlies. Y ahí se verá el estado real de una plantilla que sigue dirigiendo a Willie Green y que sigue teniendo en su plantilla a un talento como Brandon Ingram, jugadores muy útiles como Jonas Valanciunas o veteranos de lujo a los que todavía les queda calidad como CJ McCollum. A ellos deberán encomendarse para triunfar en un Oeste más competitivo que nunca no por talento, pero sí por estar más abierto que nunca. Y ahí es dónde entra Zion, que todavía no ha llegado a ser lo que prometía a pesar de haber tenido tiempo para sumar dos All Stars en cuatro temporadas, tres si quitamos esa en la que ni siquiera se vistió de corto.
La situación de Zion
Es difícil adivinar cómo se encuentra Zion. El hermetismo que se ha adueñado de sus desapariciones hace difícil saber qué tipo de lesión tiene exactamente y en qué situación se encuentra. Esto perjudica también al resto de la entidad, que ha esperado en ciertos momentos un retorno que no se ha producido y perjudica a la preparación, siempre con la incógnita de si se puede o no contar con la estrella. La extensión de 231 millones en cinco temporadas que le ofrecieron los Pelicans supone mucho dinero y también le convierten en un activo muy difícil de mover en el mercado por su historial físico. Eso sí: parece que su estado físico es mejor que nunca, se han visto fotografías en las que ha aparecido verdaderamente en forma y su dinámica de entrenamientos ha mejorado en los últimos meses.
Así lo ha dicho David Griffin, Vicepresidente de Operaciones de los Pelicans. “Puedo deciros que Zion Williamson ha estado en nuestro gimnasio más que en toda su carrera en esta offseason. Ha estado en Nueva Orleans prácticamente todas las vacaciones, lo cual es diferente”. Un rayo de esperanza parece vislumbrarse para los Pelicans si estas declaraciones son ciertas y Zion ha estado trabajando en el cuidado de su cuerpo y en su alimentación (otro de sus temas pendientes). Si la que fuera estrella de Duke está sana, podremos ver desde otro punto de vista a unos Pelicans con ganas de redimirse y de intentar hacer una temporada que les permita entrar en playoffs. Lo mínimo que se les exige si cuentan con un jugador llamado a ser generacional que cuando ha estado sano ha demostrado tener cualidades de estrella. Eso sí, todo dependerá de su estado físico. Una vez más.