Que el camino recorrido por los Lakers valga para algo

El nuevo enfoque del play-in puede distorsionar marcas como las que los Lakers han perpetrado en el final de esta temporada. Pese a que esos encuentros no cuentan para las estadísticas de la Liga sí cambian el resultado, el entrar o no en la fase decisiva de la temporada, por lo que el récord colectivo y su comparación con otros antiguos no se entiende sin mencionar esta nueva forma de clasificar. Sea como fuere, Los Angeles Lakers es el primer equipo de la vasta historia de la NBA en meterse en los playoffs habiendo llegado a estar 2-10.

El 12 de noviembre queda muy lejos, pero el que siga la actualidad de la franquicia de El Segundo tiene en la retina aquel vistazo a la clasificación. Era la última de la Conferencia Oeste y no había nada que hiciera pensar en una remontada tal. La igualdad en la zona media les dejó aire suficiente para ir escalando y sobrevivir. Todo cambió tanto que el líder de ese lado del cuadro en aquel tiempo, New Orleans Pelicans, se ha terminado quedando fuera al perder su partido con los Thunder del 12 de abril. Cinco meses de diferencia. El calendario no perdona a nadie si no mantienes una línea más o menos continuista estando en lo alto. Si viajamos mentalmente a ese lugar, en ataque los de Ham eran el 30º equipo y en el ratio total de las dos áreas estaban los 28º.

No hay nadie como ellos en la historia de la NBA. Categóricamente si nos atenemos a esa estadística. Sólo hay, por añadir más contexto, cinco equipos más que con ese récord de 2-10 acabaran en positivo, según ESPN: los Bulls y los Nets en dos ocasiones cada uno y los extintos Supersonics. Los angelinos han terminado 43-39, con una recuperación sin parangón desde diciembre y lesiones mediante. El cambio de rumbo que forzaron LeBron, Davis y la gerencia que encabezan Jeanie Buss y Rob Pelinka fue igualmente real, despreocupado, notable.

Un tiempo atrás, en aquel momento a recordar, las probabilidades que se le otorgaban a los Lakers eran de 0,3%. Ínfimas para el equipo, junto a Boston Celtics, que más veces ha ganado esta competición. Tras pasar un filtro adicional esta semana con los Timberwolves ese número se transformó en un cien por cien.

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Terminando con los corazones de los aficionados pero entregado a la apoteosis, así se ha clasificado Los Angeles Lakers para los Playoffs 2023. Y seguir jugando a estas alturas es una victoria. Tanto como para darse por satisfechos ahora que llegarán los Grizzlies, uno de los conjuntos con más ganas de dar un gran salto en la NBA. Como estaban y como están es algo ponderable. Memphis llega a esta serie con ganas de cargarse a un mercado al no poder hacerlo el año pasado, perdiendo con los Warriors que después ganaron el Larry O’Brien. Las bajas de los Grizz en el juego interior, con ausencia de Adams y Clarke y la duda del español Santi Aldama por el dolor que arrastra en el codo izquierdo, pueden decantar la balanza. Un duelo de perfil fresco en el banquillo, Taylor Jenkins contra Darvin Ham (ambos fueron ayudantes de Mike Budenholzer en Atlanta y Milwaukee, por lo que saben lo que piensan), será una guarnición de los grandes protagonistas: el polémico Brooks, cada vez con más enemigos dentro de la Liga; Bane y Jones, como ayudantes para equilibrar el juego exterior; Kennard, señalado como una amenaza desde el triple a contrarrestar; versatilidad en Tillman, aunque no lo parezca de primeras, e incógnitas sobre si él será el encargado de defender a Davis; y, claro, Morant, al que LeBron califica como “la cabeza de la serpiente”, sobre el que estará puesta mucha más presión que en 2022 al arrastrar también la polémica que levantó el episodio de la pistola. Los Lakers ganaron dos de los tres partidos de la fase regular, uno de ellos en la noche de la camiseta de Pau Gasol, y buscarán hacer cuatro veces más para fortalecer la idea de que su remontada en esta campaña, del ramajo que caía en otoño en pequeñas dosis a lo que ha florecido en primavera en grandes cantidades, no ha sido una casualidad.