¿Por qué enciende Sacramento Kings un haz de luz morada en su pabellón cuando gana?
Se ha convertido tradición para un equipo que está de moda en la NBA y que ha firmado una excelente temporada: “Que lo vean los álienes”.
Sacramento Kings es una de las grandes historias de la temporada 2022-23 en la NBA. Llevaba dieciséis años sin jugar playoffs, récord histórico de la Liga, batido en 2022 cuando dejaron atrás los quince consecutivos de Los Angeles Clippers. Era también la peor marca vigente de las grandes ligas profesionales estadounidenses tras el billete de 2022 para las eliminatorias de la MLB de Seattle Mariners, ausentes desde 2001.
También eran dieciséis años, desde 2006, sin balance positivo, por encima del 50% de victorias. Pero estos Kings han firmado una extraordinaria temporada, han ganado 48 partidos (48-34, un 58% de victorias) y han regresado a los playoffs tras ganar una División Pacífico en la que la competencia era a priori feroz: Warriors, Lakers, Clippers, Suns.
En Sacramento apostaron por Domantas Sabonis incluso a costa de traspasar a Indiana a Tyrese Haliburton, uno de los mejores bases jóvenes de la NBA. Le dieron las llaves del banquillo a Mike Brown, reafirmaron a De’Aaron Fox como jugador franquicia y con el 4 del último draft creyeron en Keegan Murray a costa de dejar pasar a un aspirante a gran estrella como Jaden Ivey. El resultado fue una temporada tremenda con un rendimiento ofensivo espectacular, eficiencia y show para un público que llevaba muchos años sufriendo y que es uno de los más fieles de la NBA. Ya paró en su día amenazas de traslado a Anaheim y Seattle.
En el Golden 1 Center el ambiente se convirtió en espectacular a medida que el equipo demostró que era uno de los mejores de la temporada. En el regreso a playoffs, la grada fue en una caldera que fundió en los dos primeros partidos al campeón y vecino, los Warriors. Y siempre, en una de las imágenes que mejor representan esta crecida de un equipo que parecía maldito, con el rayo morado que se dispara al cielo desde el pabellón cuando el equipo gana en su pista. Algo que ha creado el light the beam (enciende el láser) como eslogan y como grito de guerra de un equipo al que se sus aficionados ya se refieren también como Beamteam.
El momento de disparar el rayo se escenifica con un gran botón morado (el color de la franquicia) en la pista después de cada victoria. Se elige quien hace esa activación, y por ejemplo después del primer triunfo en playoffs en casi dos décadas, el honor fue para Fox, el líder en pista, y el propietario Vivek Ranadive. La idea original de esa rayo, beam, la tuvo John Rinehart, presidente de operaciones de negocio de la franquicia, que se inspiró en algo que vio y le marcó en el parking del estadio de los Angels de la MLB, en Los Ángeles. Allí también mandaban una señal al cielo cuando el equipo ganaba, y Rinehart recibió la bendición de Ranadive cuando le planteó la idea de replicar esa práctica y convertirla en tradición: “Queríamos que fuera algo que emanara de nuestra cancha, del pabellón. Y ahí está. Luces moradas que forman un rayo que viaja hasta el espacio exterior”, asegura el propietario.
El haz de luz está formado por seis rayos laser (Nu-Salt Laser Space Cannons). Dos azules, dos verdes y dos rojos que se funden y forman uno morado. Se usa laser y no LED para dirigir la luz en una sola dirección. Y forma ahora mismo, con 1.600 vatios, el laser más potente del mundo. “Si hace buen día y el cielo está despejado, creo que se puede ver desde el cielo perfectamente. Me gusta pensar que se ve en el espacio, más allá del ojo humano. Vengo de la industria tecnológica y esto me encanta, quiero que lo vean los alienígenas”, remata Ranadive.
El primer día en el que se mostró el láser fue el 16 de septiembre. Tenía su significado. Día 16 del mes 9, ya que esa fecha es la conocida como 916 Day, un homenaje al código postal del área de Sacramento (916). Y la primera vez que se disparó fue un mes y medio después, el 29 de octubre, cuando los Kings ganaron su primer partido de la temporada en su pista, contra Miami Heat. Poco a poco, los aficionados fueron dando cada vez más relevancia a un momento que acabó representando la bonanza que por fin ha llegado a una franquicia muy necesitada. Y que, por fin, vuelve a estar de moda.