Paso atrás de los Lakers en su ilusiva mejoría
Darvin Ham da por perdido el ritmo que los Lakers habían adquirido en defensa después de una derrota en casa frente a los sorprendentes Jazz.
Los cimientos de la nueva casa que Darvin Ham quiere construir como arquitecto de los Lakers empezaba a tomar altura. Poca. Alguna. El entrenador considera ahora, tras caer ante Utah Jazz en el Crypto Arena, que hay que volver a colocar ladrillos desde cero. “Hemos dado un tremendo paso atrás esta noche. Es el primer partido en el que siento que realmente no estábamos en cuanto a defensa”, dijo, sin que hiciera falta más para resumir cómo se sentía. El rival también cuenta, y con el conjunto que dirige el también novato Will Hardy pocos lo hacían, por lo que eriza el pelo aún más caer en tu propio hogar ante la avalancha en ataque de unos chicos que se han convertido en revelación de la NBA en los primeros compases de competición. Los Lakers están cumpliendo pronósticos agoreros, sin salirse de la línea, y los Jazz están haciendo malas las predicciones que les colocaban fuera de foco. Eso también rompe el ánimo. Los angelinos se dejaron anotar 130 y únicamente pudieron llegar a 116. Es un balance de 2-6 el que atesoran mientras su contrincante suba hasta el 7-3 en un Oeste dado la vuelta. Se entiende el cabreo de Ham, se entiende menos las fallas de los Lakers para tapar huecos cuando defienden el aro.
El primer plato que echarse a la boca ya fue veneno para los de casa. Cuarenta puntos recibidos. Debían rebajar mucho después ese goteo en el área propia y sólo lo hicieron unos pocos minutos, por lo que se mantuvo como constante ese ataque desenfrenado de los Jazz que tanto rédito les está dando. No les hizo falta ni que Talen Horton-Tucker, que se sabe los trucos porque salió este verano rumbo a Utah desde la ciudad californiana, tuviera una gran actuación, se valieron de los Markkanen (27), Clarkson (20), Olynyk (18) o Sexton (17) para hacer camino. La respuesta a ese primer empujón visitante estuvo en Anthony Davis, que aportó casi todos los puntos de la noche en la primera mitad para luego desaparecer. 20 de sus 22 en dos cuartos en los que los Lakers recibieron 75. Después del alegrón ante los Pelicans todo parcial con un poco de espectáculo es recibido como si fuera lo habitual, esa falta ilusión, y en el tercer cuarto llegó la reacción con la que el pabellón se puso a vibrar. Westbrook (26) sacó minutos de calidad a la rotación y en esos minutos se intentó la remontada, que no llegó ni por casualidad. Utah se quedó en diez tiros libres escasos porque no les paraban, mala estrategia si se añade que estuvo por encima del 50% de acierto en tiros de campo al final.