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NBA | RESUMEN DE LA JORNADA

Palizas con mensaje en la NBA

Una noche de partidos muy señalados acaba con exhibición de los Celtics en Miami, bochorno de los Nuggets en el Madison y derrota de los Sixers en Indiana.

Palizas con mensaje en la NBA
Sam NavarroUSA TODAY Sports via Reuters Con

Era una, en principio, estupenda noche de jueves en la NBA. Después del anuncio de los titulares para el All Star 2024, el que recupera el formato Este vs Oeste. El de toda la vida. Dentro de su Rivals Week, una semana de las rivalidades que la NBA introdujo en 2022 para dar un toque de picante a un generalmente mortecino (para su calendario) mes de enero, los Heat recibían en Miami a los Celtics, un duelo de playoffs en tres de los últimos cuatro años; Uno que, además, siempre ha mandado al ganador a las Finales (siempre, también, perdidas): Heat en 2020 y 2023, Celtics en 2022. El otro partido señalado dentro de la Rivals Week era el Warriors-Kings, si acaso por ser duelo californiano que se dio el año pasado en playoffs (no mucho más). Pero la jornada tenía más material interesante: Nikola Jokic y sus Nuggets, el campeón, visitaban Nueva York. Y los Sixers de Joel Embiid viajaban a Indiana, la pista de esos Pacers que se están convirtiendo en un matagigantes del Este.

La cosa, desde luego, dio para más conclusiones que emoción en tres de esos muy señalados partidos:

HEAT 110-CELTICS 143

KNICKS 122-NUGGETS 84

PACERS 134-SIXERS 122

Especialmente significativo fue lo de South Florida, donde los Celtics volvieron a ganar a los Heat (2-0 en el cara a cara de la temporada) en otro pasito para olvidar su terrible derrota (3-4) en la final del Este de la temporada pasada. Jayson Tatum, Jaylen Brown y compañía ya han aprendido a base de golpes que cuando lleguen los playoffs, todo será distinto y habrá que tener en cuenta, sea como sea y lleguen como lleguen, a esa máquina del infierno que dirigen, el entrenador y su avatar en pista, Erik Spoelstra y Jimmy Butler. Pero los verdes también tienen que tener claro que ahora mismo son mejores. Muchos mejores, infinitamente mejores.

Antes de empezar un partido que fue una exhibición (29-42 el primer cuarto y de ahí al infinito con ventajas que llegaron a 34 puntos), los Heat (24-21 ahora) estaban más cerca por net rating de los Spurs (el tercer equipo de la NBA) que de estos Celtics ahora mismo intocables (35-10). Por si había dudas, y porque siempre está bien poner en su sitio a un enemigo tan íntimo, los Celtics apilaron la mayor diferencia de su historia contra los Heat y lo hicieron con una serie de tiro fabulosa, para frotarse los ojos: 63,7% en lanzamientos totales (51/80), 55% en triples (22/40) y 95% en tiros libres (19/20). Además, cogieron doce rebotes más y demostraron, por enésima vez, que Kristaps Porzingis cambia totalmente su disposición y su geometría, un factor diferencial con respecto a temporadas pasadas. El letón dio un buen susto por una torcedura de tobillo que lo sacó del partido pero que, en principio, va a quedar en poca cosa. Los cinco titulares de los Celtics anotaron al menos quince puntos: 26 Tatum, el que más (con 8 rebotes y 4 asistencias). Porzingis se fue en 19+4, Jrue Holiday acabó con 17, 5 rebotes y 5 asistencias, Derrick White con 15+6+6 y Jaylen Brown, con 18+4+5. Entre los cinco, un 16/32 letal desde la línea de tres.

Un mundo al que ahora mismo ni se acercan esos Heat que, al menos, tienen el beneficio de la duda a nivel competitivo, de los que esperamos que den la cara cuando lleguen los playoffs. Pero seguramente serán los primeros en saber que ahora mismo están lejísimos de unos Celtics que han llegado esta temporada cinco veces ya a 143 en partidos sin prórroga. En las tres últimas décadas, solo lo habían conseguido tres veces más. Los Heat, que caen a zona de play in, han perdido cinco partidos seguidos, dos desde la llegada de un Terry Rozier al que le falta mucho para integrarse en el sistema de Spoelstra (7 puntos en 10 tiros, esta vez como titular). El ataque, el talón de Aquiles tantas noches, no fue un problema esta vez. Pero no hubo forma de parar a unos Celtics que firmaron, por números, el segundo partido más eficiente de la historia (hasta que empezó este, se habían jugado en la NBA 124.642). Un true shooting percentage (el medidor que pondera todos los tiros, incluidos los de personal) de 80,5%, solo por detrás del 80,8 que amasaron los Jazz en abril de 2021. Una exhibición para marcar terreno, porque Miami no es un lugar cualquiera para este proyecto de los Celtics que sigue buscando el primer anillo de la franquicia desde 2008.

Mientras el gran favorito al título enseñaba credenciales, el campeón se estampaba, agotado, en el Madison. Los Knicks aplastaron a unos Nuggets que cerraban una agotadora gira por el Este, y bien que se notó, y se quejaron además de que mañana tiene partido prontito, en el regreso a casa, contra los Sixers (Nikola Jokic-Joel Embiid: es la semana de las rivalidades). Los Knicks llegaron a ganar por 38, su mejor partido de un año que pinta cada vez mejor: 11-2 desde la llegada, transformadora, de OG Anunoby, y 28-17 total, peleando por la cuarta plaza del Este.

Al final del tercer cuarto, los Knicks ya tenían la victoria más que amarrada (98-66). Habían metido por ahí el 52% de sus tiros y el 41% de sus triples. El mejor fue, precisamente, Anunoby, que anotó 26 puntos que se unieron a los 21 de Jalen Brunson y los 17 con 7 rebotes y 8 asistencias de Julius Randle. Los Knicks superaron a Jokic (31 puntos, 11 rebotes) y dejarona los Nuggets en 84 puntos sin sus dos pívots, Mitchell Robinson e Isaiah Hartenstein. El problema de los Nuggets, en todo caso, no fue un Jokic que acabó con un ojo tocado por un golpe. Fueron los demás: solo Aaron Gordon superó los diez puntos y, por ejemplo, Jamal Murray se quedó en 9 con un 3/11 en tiros. En total, 5/26 en triples para unos Nuggets agotados y que (31-15) están en riesgo de perder el tercer puesto del Oeste.

Estas derrotas de Nuggets y Heat suponen que, en toda la historia de la NBA, los dos equipos que jugaron las últimas Finales pierden por más de 30 puntos en la misma noche.

En Indiana, los Pacers se dieron un homenaje contra los Sixers en un partido (llegaron a ganar por 27) menos ajustado de lo que parece decir el +12 final. Y lo hicieron sin Tyrese Haliburton, que sigue recuperándose de su lesión muscular y solo ha jugado un partido hasta ahora con un Pascal Siakam que promedia, desde que llegó a los Pacers, 19,5 puntos, 8,3 rebotes y 6 asistencias con un 54,4% en tiros de campo. En su segundo partido en Indiana, el camerunés acabó con 26 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias, un triple-doble que lideró una victoria en la que también fueron importantes Aaron Nesmith (16 puntos, 8 rebotes), Andrew Nembhard (19 y 8 asistencias), Bennedict Mathurin (13) y un Myles Turner que se manejó bien (20+9) contra Joel Embiid.

Embiid acabó con 31 puntos, a pesar de que dio el susto por un golpe en una rodilla. Alarga a 22 su racha de partidos con al menos 30, algo que solo han conseguido Wilt Chamberlain (cuatro veces) y James Harden. Pero, sin Tobias Harris ni Melton, los Sixers comenzaron con mal pie una dura gira de cinco partidos que ahora les llevará a Denver. Quedan, después de romper una racha de seis victorias seguidas, en 29-14, terceros del Este. Para los Pacers es un 25-20 que los saca de la zona play in (sextos). Pero, sobre todo, es otro bueno triunfo contra la nobleza de su Conferencia: han ganado al menos dos veces a Celtics, Bucks y Sixers y están con un 7-4 total contra esos tres grandes favoritos del Este. Matagigantes.

Estos fueron el resto de resultados de la jornada:

NETS 94-TIMBERWOLVES 96

Los Wolves (32-13) salvaron los muebles y recuperaron el primero puesto del Oeste con una muy sufrida victoria en Brooklyn, en pista de unos Nets que han perdido doce de sus últimos catorces partidos y están ya 17-27, diez por debajo del 50% de victorias y fuera incluso de la zona de play in a pesar de que firmaron un buen inicio de temporada. Hubo susto para unos Wolves que ganaban de 17 en el tercer cuarto y de diez a mitad del último. Pero, entre pérdidas y fallos de Anthony Edwards, vieron como se llegó a un 94-94 que rompió un alley-oop de Rudy Gobert. En los últimos segundos, Mikal Bridges perdió la ocasión de mandar el partido a la prórroga desde la línea de personal. Towns acabó con 27 puntos y 10 rebotes y Anthony Edwards con 24 puntos pero un 8/23 en tiros. En los Nets, 21 puntos de Mikal Bridges y 25 de Cam Thomas, que no supieron culminar la reacción en los instantes finales.

WARRIORS 133-KINGS 134

Partido tremendo en la Bahía, con triunfo final de unos Kings que fueron casi siempre por delante pero necesitaron un cierre en el alambre para ganar. Mandaban 121-128 a cuatro minutos del final pero los Warriors se pusieron por delante (133-132) cuando solo quedaban 47 segundos. En su siguiente ataque, los visitantes fallaron dos veces pero cogieron dos rebotes de ataque que acabaron siendo decisivos. Domantas Sabonis anotó la última canasta del partido. Después, Jonathan Kuminga no supo resolver un uno contra uno, Kevin Huerter falló dos tiros libres y, con ese último aliento de vida, los Warriors tampoco acertaron. Quedaban 12 segundos pero no hubo tiempo muerto y Stephen Curry ni siquiera consiguió sacar un tiro de la última posesión. Un mal final que vuelven a sembrar dudas en unos Warriors (19-23) en los que Kuminga anotó 31 puntos y Curry, 33. En los Kings, 18 puntos, 8 rebotes y 13 asistencias de Sabonis, 29 puntos de De’Aaron Fox y 39 de Harrison Barnes. El alero logró la anotación más alta de su carrera contra su exequipo, con el que fue campeón en 2015 pero del que salió para hacer sitio a Kevin Durant en 2016.

WIZARDS 108-JAZZ 123

Baño y masaje para los Jazz, que llevaban tres derrotas seguidas, en Washington. Los de Salt Lake City no jugaron especialmente bien, pero no sufrieron contra un rival depauperado y vuelven al 50% de triunfos (23-23). Los jugadores de frontcourt produjeron a su antoo: 29 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias Lauri Markkanen, 22+16 John Collins y 19+4 Kelly Olynyk. Los Wizards están 7-37 con, ahora, seis derrotas seguidas.