Nic Claxton, de jugador de rotación a ancla defensiva de los Nets
El pívot de 23 años de Brooklyn se ha destapado como uno de los mejores defensores de la NBA y los números le avalan como aspirante a Jugador Defensivo.
La cohesión es fundamental en un equipo ganador. Que las distintas piezas del vestuario completen una sinergia en la pista es lo idóneo para una franquicia que quiere competir por todo. Siempre existen las estrellas, las segundas espadas y los jugadores de rol. Alguno de ellos, intentan ayudar en todo. Otros, con un rol marcado, son vitales en el éxito. A Brooklyn le faltaba defensa y juego interior, anhelaba un protector de aro que definiese los partidos en su propia canasta. No hace falta buscar en el mercado. El elegido es Nic Claxton, la gran noticia de los Nets esta temporada.
El proceso de reconstrucción obligada en el que se ha metido Brooklyn tras la marcha de Irving y Durant aumentará la importancia del interior en las próximas temporadas. Piedra angular, junto a Cam Thomas, de lo que está por venir en el equipo neoyorquino.
Con solo 23 años se ha destapado como uno de los defensores más versátiles de toda la liga. En su cuarta temporada en la Gran Manzana, el pívot de 2′11 metros ha demostrado sus capacidades atléticas y se ha colocado en cabeza en la carrera por el Defensor del año. Las estadísticas hablan por sí mismas. Dominio cerca del aro en ataque y defensa, la pieza que faltaba en el puzle que ha montado Jacque Vaughn desde su llegada a los banquillos.
“Defiendo del uno al cinco (base a pívot) y soy el líder en tapones. Hago todo en el ámbito defensivo por el equipo y lidero la defensa cada noche”, comentaba en una entrevista a Hoopshype el interior nacido en Carolina del Sur. Desde su explosión, Brooklyn ha mejorado considerablemente en el ámbito defensivo. Su importancia en el sistema ha ido de menos a más, de rol a clave.
Los números han crecido en apenas unos meses. En puntos (de 8.7 la pasada temporada a 13,2) esta, rebotes (de 5,6 a 9) y tapones (1,1 a 2,6), la mejora ha sido tan inesperada como milagrosa para los Nets. Es sabido que el potencial ofensivo del equipo con Seth Curry, Cam Thomas o Yuta Watanabe era infinito, pero la energía de Claxton se ha contagiado a todos y cada uno de los jugadores.
Brooklyn es el equipo que más tapone por partido (6,8) y 8º que menos puntos en la pintura recibe de su oponente (48,3). Con las dudas puestas en si serían capaces de hacer frente en un hipotético enfrentamiento de playoffs a Giannis, Embiid, la dupla de Allen y Mobley y, en menor medida, Robert Williams III, parecen quedar solventadas.
La rotación interior es corta, y sin grandes nombres. Entre Ben Simmons, Markieff Morris, Yuta Watanabe y Claxton se reparten los minutos cerca del aro tras la salida de Durant. Tan solo el último puede ser considerado pívot, por lo que el apuro es evidente, pero la necesidad ya no.
Nic se ha convertido en el líder del cambio de mentalidad del equipo. Le ha tocado solventar la mala planificación en las oficinas de Sean Marks, que buscó exteriores y se olvidó de la pintura. Esta transmisión de energía es más que evidente. Los Nets, 6º mejor defensive rating desde el 9 de noviembre, día en el que anuncian a Vaughn como entrenador jefe. Brooklyn está dejando a sus rivales en un 45,3% de acierto, mérito de la defensa que han implantado.
Volviendo a los datos, su efectividad cerca del aro es inigualable. Del más que notable 67% de acierto en tiros de campo de la pasada campaña, este año ha ascendido a un 74% que le coloca como líder indiscutible de la liga. De los 7,8 lanzamientos que intenta por noche, 5,7 hacen sonar la red. Su ratio tapones/faltas habla de las capacidades físicas y habilidad que tiene para bloquear el tiro del rival. Tan solo 2,8 faltas por encuentro este año, teniendo en cuenta las veces que colapsa con los pívots rivales.
Generoso siempre en segundos esfuerzos, es segundo en la NBA en contested shots (lanzamientos disputados) por encuentro (12,3), solo por detrás de Brook Lopez, principal rival junto a Jaren Jackson Jr por el premio al mejor defensor de la temporada. Su último año en la universidad de Georgia (2018-19), dejó atisbos del auténtico todoterreno que podía llegar a ser en canasta propia. Pero, sin duda, ha superado todas las expectativas.
Su elección en la posición 31 del Draft de 2019 invitaba a un desarrollo sin prisas ni presiones. Su facilidad para cambiar en defensa en pick and roll rival y atenuar la amenaza del jugador exterior le hacen ser la ejemplificación de la versatilidad. Sus infinitos brazos y un movimiento lateral de piernas espectacular se añaden a una inteligencia fuera de lo común para detectar cómo puede influir en la jugada.
Su influencia no solo se reduce al plano defensivo. El bloqueo y continuación es su principal arma para hacer daño. El jugador de los Nets es 6º en la lista de mates realizados esta temporada (132). El daño llega desde dentro (tan solo ha intentado dos triples esta temporada). Su envergadura (2,20) le permite sacar el balón por encima del defensor sin complicaciones.
Las 24 victorias en los últimos 35 encuentros acreditan un cambio de actitud en un equipo que dejó en los primeros meses de competición más dudas que certezas. Nic Claxton ha sido uno de los principales culpables de esta transformación. Con tan solo 23 años se ha convertido en uno de los mejores defensores de la NBA, candidato perenne al premio al Defensor del año y, mirando al campeonato, en el ancla defensiva de los Brooklyn Nets.