Murray estropea la fiesta en Miami
Un triple del base estropea la noche de Udonis Haslem en Miami. Devin Booker destroza (52 puntos) a los Pelicans, y la pareja Embiid-Maxey noquea a los Magic.
En el Oeste hay un primer nivel, un corte en cabeza en el que viajan Timberwolves, Thunder, Nuggets y Clippers (se mueven entre once y catorce derrotas). Por detrás, hay otro bloque de cuatro, todos en 18 derrotas y que tienen que decidir, como mínimo, quién se acerca al piso de arriba y quién acaba en el purgatorio del play in: Pelicans, Mavericks, Kings y Suns. Todos llevan esas 18 derrotas después de que los Suns dieron otro puñetazo para confirmar su recuperación: 109-123 en Nueva Orleans, contra unos Pelicans que explicaron bien cómo es la NBA actual. Venían de establecer su récord histórico de triples (25) en su anterior partido, pero se quedaron en un 10/42 que era un 3/20 al descanso. Y perdieron. Con estrépito.
A veces, es así de sencillo. Los Pelicans salieron de su juego y no fueron lo suficientemente físicos contra un rival que es feliz si se le permite ir al intercambio de golpes, a jugar a ver quién mete más canastas. Ahí, pocos pueden generar tanto como ellos. Y más con Devin Booker en pleno acelerón, recuperando su momento óptimo de forma. El guard, rodeado de amigos porque jugó junto al Mississippi en sus años de instituto, desmadejó a los Pelicans con 52 puntos que podían haber sido muchos más si el partido hubiera estado igualado. Metió 25 en el primer cuarto, 20 en el tercero y acabó con un 18/30 en tiros en una noche en la que su equipo amasó ventajas de 30 puntos contra un rival ahora mismo muy directo. Y que se le da bien: la última que se enfrentó a los Pelicans, Booker metió 58 puntos.
Además, Kevin Durant anotó 26, Beal 13 con 5 asistencias, Allen 12 y Nurkic hizo todo lo demás (15 rebotes, 9 asistencias). Los Suns están cada vez mejor, cada vez más recuperados y pendientes, con el precipicio esquivado, de cuánto más van a poder crecer, cómo de capaces son, en este formato con mucho de escuadrón suicida, de acercarse al nivel de los grandes aspirantes. Los Pelicans son un equipo del que opinarás cosas muy distintas según qué día te pongas a verlos. Está vez tocó la versión mala. Zion Williamson acabó con 24 puntos, Brandon Ingram con 17 y 11 asistencias y Valanciunas con 16 y 11 rebotes. Pero el cataclismo en los triples (4/21 los titulares) desnudó todo lo demás desde el primer cuarto (28-41) contra unos Suns que ya son, por fin, una cosa seria de verdad.
Dejounte Murray manda un saludo al mercado
Atlanta Hawks, un equipo sin remedio (18-23 ahora) y que mira al mercado para salir de su enésima crisis de identidad, ganó (108-109) en casa del equipo con la identidad más contundente y reconocible de toda la NBA. Y en la noche en la que se retiró la camiseta (número 40) de Udonis Haslem, el tipo duro que durante veinte años personificó esa Heat Culture, el gen que hace distintos a los Heat. Que no solo eran el único equipo que no había perdido todavía ningún partido divisional (9-1 ahora) esta temporada, es que además llevaban sin caer en casa contra un rival de la Southeast casi dos años (22 victorias seguidas).
Pues todo eso saltó por los aires cuando Dejounte Murray anotó un triple frontal tremendo y volteó un partido que parecía decidido solo un momento antes: +4 para los Heat a 35 segundos del final, después de arañar lo que parecía otra victoria de cultura con un par de acciones de la factoría Jimmy Butler y un triple de Herro. Pero, con Trae Young ausente, Murray cambió el guion. El base, que tiene todas las papeletas para ser traspasado antes del cierre de mercado y al que muchos colocan en los Lakers, anotó ese triple y solo dejó dos segundos en los que los Heat no sacaron un tiro limpio. En el anterior partido, Murray derrotó a los Magic con un canastón sobre la bocina. Si se trata de lucirse en el escaparate del mercado…
Murray acabó con 22 puntos y 11 asistencias, bien acompañado por Bey (14 puntos), Johnson (15) y un Bogdanovic (17) que anotó los dos tiros libres que dejaron la resolución abierta, antes del triple definitivo. En los Heat, que afearon la gran noche de Haslem, Butler anotó 25 puntos, Adebayo 21 (9 rebotes, 6 asistencias) y Herro 25. Es un 24-18 ahora para ellos, en el filo entre el sexto puesto y el play in.
Embiid y Maxey, demasiado para los Magic
En Orlando, los Sixers (27-13) no dieron opciones (109-124) a unos Magic (22-20) que jugaron sin Franz Wagner por octavo partido consecutivo y que no pudieron parar la avalancha de Joel Embiid (36 puntos, 7 rebotes) y Tyrese Maxey (32 y 5 asistencias), una pareja que lleva ya ocho partidos esta temporada anotando al menos 30 puntos por cabeza. Embiid lleva 19 seguidos en esa cifra: esta vez sumaba 28 ya en el descanso, y ni siquiera necesitó jugar en el último cuarto de un triunfo muy cómodo para unos Sixers convincentes que está a solo medio partido de los Bucks en la pelea por el segundo puesto del Este. Los Magic, con siete derrotas en los últimos diez partidos, son octavos. Paolo Banchero anotó 14 puntos (con 8 rebotes y 6 asistencias) y Jalen Suggs, 16. Desde el banquillo, el pívot Wendell Carter aportó 25 con 11 rebotes.
En Charlotte, los Hornets (9-30) ganaron (124-120) a los Spurs (7-34) en duelo entre dos de los peores equipos de la temporada. No estuvo Victor Wembanyama, que cuida su tobillo tocado, así que no hubo encuentro entre el 1 del draft y el 2, un Brandon Miller que sí brilló (24 puntos, 9 rebotes) en los locales, que tuvieron cuatro jugadores en al menos 20 puntos: 20 PJ Washington, 23 Bridges, 28 con 16 en el último cuarto LaMelo Ball. En los Spurs, 25 de Keldon Johnson. Segundo triunfo de los Hornets en sus últimos 19 partidos.
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