NBA | MAVERICKS 130 - SUNS 111
Luka Doncic saca de punto otra vez a los Suns
Los Suns, pese a su buena marcha, se vuelven a topar con Luka Doncic y unos Mavericks al alza. Repaso de principio a fin de los texanos al líder del Oeste.
En la apertura de temporada la NBA quiso que los Suns se enfrentaran a los Mavericks por lo que había ocurrido en los playoffs. Los de Kidd remontaron la eliminatoria entre ambos en las semifinales de conferencia y el colofón fue ganar en Phoenix el séptimo y definitivo partido por 33 (90-123). Hubo revancha. El problema para los Suns es que hay más enfrentamientos entre ellos a lo largo de la temporada y parece que les han cogido la medida. Ser el mejor clasificado de la Conferencia Oeste no fue suficiente para achantar al contrincante. Las bajas de Johnson y Paul pesan de la misma forma con la que, pese a ellas, han conseguido ese puesto de privilegio, por lo que aquí ha vuelto a haber un toque mágico de Dallas para dejarles sin opciones. Porque no las tuvieron. En el primer cuarto desaparecieron del mapa para no volver.
Luka Doncic fue el más valorado de su equipo. 33 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias, con dos tapones y un robo, en 29 minutos y haciendo gala de dos cosas, sobre todo: contención a la hora de lanzar y visión para dejar hacer a otros compañeros. Christian Wood fue el que más se benefició de ello en términos de creación: 18+9+5. Josh Green, alabado por Kidd al terminar (”a este chaval le van a pagar bien”), es uno de los que va recuperando el nivel que tenía en un caso parecido a Dinwiddie (21) o Hardaway (17). Doncic les hace jugar y ellos, también ayudados por el paso de las semanas y la cantidad de partidos, comienzan a jugar de memoria otra vez. Con humor de perros dejaron a los Suns, que continuarán líderes, en el que Ayton (20) fue el único sin desentonar.
No hubo minutos para que la NBA recibiera de nuevo a Walker, el sustituto de Campazzo, que aún debe hacerse un sitio en el roster. Y eso que fue un día de jolgorio. Sea como sea la victoria es ya la segunda seguida para los Mavericks y aquí destaca también que se haya dado por 19 (130-111). Que de las doce hayan sido diez en casa es algo que sí preocupa internamente, deben ser más fieros cuando juegan fuera del American Airlines Center, pero empiezan a calmarse los ánimos en el que no deja de ser uno de los favoritos a llegar lejos en el Oeste también este curso. De victorias como la recordada en Phoenix en mayo se vive para este tipo de partidos y este tipo de rivales, para sacarles de quicio una y otra vez, pero esta liga es caníbal si no se mantiene un nivel alto, como el de este lunes, durante un largo periodo de tiempo.
El partido no tuvo mucha historia, para gracia de los ganadores y desgracia del aficionado neutral. El gran parcial llegó en el primer periodo y fue de 28-8. En ese cuarto inicial anotaron sólo 15 puntos, su peor marca de la temporada, pero es que no hubo reacción posterior. Al descanso la distancia era aún más amplia: de 26, con el 67-41. La flexibilidad con la que pudieron jugar ayudó a que Doncic dejara fluir a Wood en ataque, un elemento imprescindible para mejorar el esquema si quieren llegar a algo este año, y a seguir sumando efectivos como Green, que estuvo en los mejores momentos de su equipo en pista (+26, máximo). Los Mavericks se apoyaron en la circulación de balón con acierto para firmar unos buenos porcentajes de tiro, destacando sobre todo el 20/41 en triples, en lo que terminó siendo un festival ofensivo en toda regla. El colofón fue ver al joven Jaden Hardy anotar 10 puntos en dos minutos en el llamado tiempo de la basura, dando una puntilla como la que todavía tiene clavada los Suns desde hace meses.