Los Wizards, camino de batir el récord más deshonroso de la NBA
Washington Wizards sigue en línea descendente en la temporada de la NBA y está en la senda del peor porcentaje de victorias de la historia.
La decepcionante racha en la que se metieron los Pistons durante noviembre y diciembre de la temporada pasada no parece hacer sido suficiente. En ella la franquicia de la ciudad del motor superó el récord de derrotas consecutivas de un equipo de la NBA y se quedó a un encuentro de hacer lo mismo con la más penosa cadena de caídas de la historia de las grandes ligas del país, en poder aún de los Cardinals de fútbol americano.
Se han empeñado en la capital en ser más papista que el Papa. El récord de los Sixers 2013/14, los inicios de The Process, cayó en plenas fiestas navideñas: los Pistons 2023/24 dejaron esas 26 seguidas en migajas, poniendo la turbulenta marca en 28. Los Wizards son este año la agria sensación. En D.C. se aproximan de manera irremediable a un desastre de dimensiones todavía mayores que las antes comentadas.
El equipo que dirige Brian Keefe, que recibió la alternativa hace casi un año cuando Wes Unseld se hizo a un lado y se mantiene en el cargo de entrenador principal, es un desastre absoluto en el comienzo del nuevo curso. Apostando fuerte por no jugar fuerte. La NBA se está preparando para otra posible deshonra en su historial más reciente, en el pozo de una Conferencia Este que se ha convertido en un auténtico meme en su franja más baja.
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Los dos franceses, 1 y 2 del 'draft', ya han medido las fuerzas. Sarr no atina.
Los Wizards se están moviendo en un terreno pantanoso. Ahora, entrando en el último mes del año natural, acumulan dieciséis derrotas ininterrumpidas. Sólo dos éxitos, que además fueron en racha y contra el mismo contrincante, Atlanta, entre tantas caras largas.
Éste 2-18 supone un 10% de victorias. La progresión a 82 encuentros con los resultados obtenidos hasta ahora les pone en un 9,8%, incluso más bajo. En ese nivel estaríamos hablando del peor porcentaje de la historia, que supondría batir un plusmarca peculiar en la NBA. Los Charlotte Hornets de la 2011/12 se quedaron en 7-59 tras 66 citas, 10,6 por ciento, un número menor al habitual al comenzar aquella campaña precisamente en Navidad después de desbloquear el cierre patronal al que se vio abocado el torneo. Contra ese número van.
Los Wizards también se verán en la pugna por ver quién se lleva al número uno de la nueva generación, que apunta a Cooper Flagg. Dos triunfos por encima se sitúa Utah Jazz y con uno más marchan Pelicans y Sixers. Batalla cerrada por ser el peor conjunto de año.
Sin atisbarse una mejora en Washington D.C.
La reconstrucción no ha dado resultado desde los tiempos de Bradley Beal y John Wall. Fórmulas de lenta y rápida cocción, a cada cual más inconclusa, se han utilizado en estos últimos años. Kyle Kuzma, el hombre más reconocible en este negro periodo, ha sido puesto en el mercado como transferible. Jonas Valanciunas, con dos años más de contrato, es otro de los que está más fuera que dentro. A ver si alguien pica. Dos bases con calidad pero contratos altamente tóxicos, Jordan Poole (29,6) y Malcolm Brogdon (22,5), aderezan la plantilla, donde otro de los grandes activos, Saddiq Bey, se encuentra lesionado y sin fecha de regreso. Muy poco de jóvenes como Carrington o Coulibaly y progreso al trote cochinero de Alex Sarr, el número dos del último draft y con números flojos en este año de rookie (10,6 puntos y 6,3 rebotes suena a poco para los mimos que recibe en semejante circo). Tienen hasta abril para no ser ese equipo del que todos se acuerden y no en buenos términos.
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