Los Warriors están deshechos
Los Warriors siguen sufriendo y acumulan problemas: Green, aún fuera de pista; Paul, lesionado; Kuminga, aireando trapos sucios...
Las señales de alarma se están quedando cortas en los Warriors esta temporada. El campeón de la temporada 2021/22 vive en la incertidumbre estos días. Al mal rendimiento generalizado, cuya última muestra está en la derrota en casa frente a Toronto Raptors por 118-133, se unen varias situaciones que dificultan el normal funcionamiento de la plantilla.
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El conjunto que dirige Steve Kerr se encuentra ahora en la undécima posición del Oeste, fuera de toda opción -directa o indirecta- de acceder a la lucha por el título cuando termine la fase regular. Días difíciles. La franquicia se resiste a un cambio de paradigma, porque todavía conserva tanto al entrenador como a los jugadores más relevantes de sus años triunfantes, pero nada es igual. Bob Myers dejó su puesto como responsable deportivo el pasado mes de mayo, apuntando a la falta de frescura como razón principal, y todos temen que las luces se vayan apagando, sea poco a poco o de golpe y porrazo. La dinastía que dominado el baloncesto la última década pasa por serios problemas.
Situaciones encadenadas en los Warriors
No es uno ni son dos los jugadores que se encuentran en una posición debilitada:
· Chris Paul. Hablamos del gran activo fichado en verano para mejorar las prestaciones. Se cazó la oportunidad que dieron los Suns dejándole ir a los Wizards y se realizó un intercambio con Jordan Poole. La adaptación no ha sido fácil a un conjunto que tiene los resortes clásicos de Curry y Thompson en el exterior. Y, para colmo, ahora llega un parón obligado que puede poner en peligro todo lo trabajado. Paul se produjo una fractura en la mano izquierda durante el partido contra los Pistons y será operado esta semana. Se prevé que el tiempo de baja oscile entre las seis y ocho semanas. Cuenta de igual y negativa manera que son múltiples las cirugías de mano a las que el base de Winston-Salem se ha sometido en sus casi veinte años en la Liga: cinco en la izquierda y seis en la derecha.
· Jonathan Kuminga. El jugador congoleño salió a la palestra el día de los Nuggets, el del triplazo de Jokic desde media pista para ganar el partido. O, mejor dicho, alguien lo hizo por él. Su participación fue reducida en esa fecha y él cree que también lo es a lo largo de la temporada. Por eso su entorno acudió a la prensa, concretamente a The Athletic, para promover la preocupación por los minutos de juego del alero. Según la filtración, Kuminga había “perdido la esperanza” en Kerr y pensaba que no le “va a dejar alcanzar su máximo potencial”. En el partido que le sucedió Kerr le puso en cancha 36 minutos para marcar territorio. Ambos tuvieron una conversación privada después de que el caso saltara a la prensa en la que, según los dos, se habló más del feo que supone airear los trapos sucios fuera de casa que de la situación deportiva. El entrenador y su cuerpo técnico, y ésa es una de las razones, no confían en que Kuminga, profesional desde 2021 (elegido en el 7º puesto de aquel draft), pueda jugar al mismo tiempo que Andrew Wiggins, tan troncal en el esquema que renovó por 109 millones en 2022. El callejón se queda sin salidas.
· Draymond Green. Después de su puñetazo sin sentido a Jusuf Nurkic hubo actuación de la Liga y, por reiteración en sus actos violentos y comportamiento impropio de esta competición, fue suspendido de manera indefinida hasta que se considerara que había pagado por ello. Ya ha llegado ese momento. Doce partidos después Draymond Green ha cumplido y tiene la luz verde para poder saltar de nuevo a las pistas. Se espera que lo haga dentro de una semana, cuando haya adquirido otra vez el ritmo para jugar en los preceptivos entrenamientos. Su hueco ha sido llenado no sólo por Looney y Saric, también por los minutos que ha tenido de más el novato Jackson-Davis, y sin noticias de que Garuba haya tenido acceso a esa posición. Haya aprendido o no, su presencia fue, es y será capital.