Los Suns entran en el ‘caso Lillard’
Blazers y Heat siguen buscando formas de desbloquear el traspaso de Damian Lillard, los Sixers necesitan soluciones con Harden... y los Suns valoran sus opciones.
De momento, no hay movimientos con respecto a Damian Lillard y un futuro que ya no está en Portland Trail Blazers, aunque el base tiene todavía 216 de millones garantizados (si ejecuta su player option en la última temporada) hasta 2027, verano en el que tendrá 37 años. En los últimos, el base (siete veces all-star) ha explicado que él y los Blazers (el equipo en el que juega desde que fue drafteado, número 6, en 2012) no quieren ya las mismas cosas. El divorcio es obvio, pero la situación no se ha desatascado. Al menos, parece que los Blazers tienen intención de que ese desbloqueo llegue antes del inicio de curso, por lo que el traspaso podría llegar antes del inicio del training camp de los de Oregón, el 2 de octubre.
El problema es el mismo desde que Lillard dejó claro que prefería cambiar de aires y la franquicia también envió un mensaje al jugador al no traspasar el número 3 del último draft en busca de ayuda a corto plazo y usar ese pick, en cambio, para hacerse con Scoot Henderson, un base (además, la posición de Lillard) de 19 años. Y ese problema sigue siendo que Lillard quiere ir a Miami Heat, y ha usado (él y su entorno) todas sus armas de presión para asegurarse que no sale traspasado hacia otro destino. Pero Miami Heat no tiene las piezas para montar una oferta a la altura del talento de Lillard. Es decir, a la altura de lo que piden los Blazers por su megaestrella. Otros equipos desconfían porque saben que el jugador tiene claro su destino, y los propios Heat regatean todo lo posible para evitar dar más de la cuenta ya que creen que, ahora mismo, ellos son la única baza para negociar de unos Blazers que intentan no ceder.
Una solución sería la aparición de un tercer equipo (al menos) para montar una operación múltiple que permita a los Heat adquirir más recursos que redirigir hacia Portland. Lleva meses en el punto de mira Tyler Herro, un jugador de techo alto y solo 23 años pero del que muchos (entre ellos Blazers) recelan pese a su talento porque ya ha firmado una extensión (hace un año) de cuatro temporadas y 130 millones. Una carga muy pesada para el posible destinatario.
En las últimas horas ha surgido un posible nuevo socio para facilitar el megatraspaso de Lillard a Miami: Phoenix Suns. El equipo que ha reunido a Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, y que sigue teniendo a Deandre Ayton. Y que incluso ha podido, pese a tanto polvo (y dólares) de estrellas, componer un roster de ciertas garantías: Okogie, Eubanks, Gordon, Watanabe, Bates-Diop, Lee, Metu... La situación de Ayton, que ya estuvo a punto de salir antes del inicio de la pasada temporada y que ha tenido amagos de separación sonada con la franquicia que le dio el 1 del draft en 2018, es la más inestable, si bien en principio en los Suns confían en él como ancla de ese nuevo y tremendo big-three que van a formar Durant, Booker y Beal. El verano pasado, y tras no alcanzar un acuerdo de extensión con los Suns, Ayton firmó como agente libre restringido un contrato de 133 millones por cuatro años con los Pacers. Con la mente ya en otro sitio, el pívot de Bahamas vio como en Arizona igualaban la oferta.
Con un all-in absoluto, casi un todo o nada, por el próximo anillo, los Suns aparecen como facilitadores posibles en operaciones como la de Lillard… o la de James Harden, otro cuyo futuro está encasquillado porque los Clippers no dan lo que piden los Sixers por él. Así que Sixers, Heat, Blazers y otros equipos activos en el mercado, como Raptors y Bulls, estarían moviendo piezas y volviendo la vista hacia un socio a priori improbable: los Suns. Desde luego, no como destino de Lillard o Harden, algo totalmente inviable por cuentas económicas y retorno para el vendedor en la posible operación. Su rol sería ese citado de facilitador, aparecer como intermediario en las piezas (jugadores, picks de draft) que se muevan para sacar tajada y mejorar su plantilla, aunque sea de forma residual.
Si se aparta al big-three, el resto de jugadores tienen contratos mínimos de veterano y/o no pueden ser traspasados hasta, según la fecha en que firmaron su nuevo acuerdo, el 15 de diciembre o el 15 de enero. Solo hay uno que no está en el lote de las súper estrellas ni en el de los secundarios de contrato residual: Ayton, que con 25 años sigue sin explotar definitivamente. Según la prensa de Arizona, los Mavericks de Doncic (número 3 en el mismo draft, 2018), han hecho este verano una oferta por él, pero esta fue considerada demasiado pobre por los Suns, que en todo caso no tienen urgencia por buscar un traspaso y que cuentan con Ayton salvo que aparezca una opción que mejore, en cómputo general, su rotación. Tim McMahon, de ESPN, volvió a señalar que a Ayton le gustaría “empezar de cero” en otro destino cuando los Suns fueron eliminados por los Nuggets, el futuro campeón, en segunda ronda de los últimos playoffs.
Un nombre que se está citando como posible recambio de Ayton para los Suns es Jusuf Nurkic, el pívot que tiene 29 y lleva desde 2017 en unos Blazers que ya no cuentan con él con la vista puesta en una reconstrucción total. Nurkic tiene más de 54 millones garantizados hasta 2026 aunque sus mejores días de baloncesto parece que ya han pasado y es, además, un jugador con problemas recurrentes de lesiones. Los Suns valoran más a Ayton, que además es más joven, así que cualquier cuenta que se quiera hacer en ese sentido pasa porque reciban algo más en la operación para que les compense perder a Ayton y recibir a Nurkic. Los Suns escucharon ofertas por Ayton en la noche del draft, estas fueron de muy poca entidad y asumieron que sería él el pívot titular en su nuevo y rutilante proyecto. Eso solo cambiará si en una operación a varias bandas pueden pescar algo realmente interesante. Heat, Blazers, Clippers, Sixers y tapados como los Raptors están haciendo llamadas para intentar hacer negocios antes de la apertura de los training camps. Y, con el mercado en esa situación de agitación, todo es posible en la NBA. Incluso que veamos un nuevo golpe de efecto en el experimento en formato órdago total de Phoenix Suns.