Los Sixers extienden el contrato de Joel Embiid
La franquicia de Philadelphia extiende el contrato de su estrella, que acumulará 301 millones en cinco temporadas, uno de los tres totales más altos de la historia de la NBA.
Los Sixers se mueven. El fichaje de Paul George se convirtió en una de las noticias del verano, pero la franquicia de Philadelphia no se conforma con eso y ha extendido el contrato de su principal estrella, Joel Embiid. Según han adelantado periodistas como Sham Charania (The Athletic) o Ramona Shelburne (ESPN) el pívot camerunés, nacionalizado estadounidense y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París con el Dream Team, ha visto como su contrato se amplía de forma increíble: tres años a razón de 193 millones de dólares, con una player option en la 2028-29. Algo con lo que la mítica entidad apuesta de forma definitiva por el center, que fue drafteado en 2014 y lleva ligado a los Sixers desde entonces, aunque no debutara en la NBA hasta 2016 por diversos problemas físicos.
Embiid, que disfrutaba de su actual contrato, ya se iba a llevar 51 millones de dólares en la temporada que se avecina y otros 55 en la siguiente. La player option que tenía para la 2026-27 (de casi 60 millones) queda automáticamente anulada con este nuevo acuerdo, que le liga a la franquicia hasta 2028 con opción de jugar en el curso siguiente, en el que cumpliría 35 años. Si juntamos el contrato vigente con la extensión firmada estaríamos hablando de 301 millones de dólares en cinco campañas, uno de los tres totales más altos en la historia de la NBA. Un éxito para Daryl Morey, al que no le ha asustado el nuevo convenio colectivo y está dispuesto a pagar el dinero que sea necesario, en contratos y multas, para conseguir el ansiado (y hasta ahora muy lejano) anillo.
Antes de la extensión los Sixers ya tenían tres contratos máximos, que serán los que supondrán el núcleo duro de la plantilla: Tyrese Maxey ha hecho bueno su nivel de la temporada pasada, se va a casi 204 millones en cinco temporadas. Mientras que Paul George se ha convertido en uno de los movimientos del verano. El alero abandonó los Clippers, que se centraron en la renovación de Kawhi Leonard y no le daban a la estrella lo que solicitaba, ni por años ni por dinero. Finalmente, y aunque quería seguir en la Conferencia Oeste (es californiano), se hartó de la actitud de los angelinos y puso rumbo al Este, donde ya jugó con los Pacers, el equipo que le vio nacer y en el que se consolidó en la competición norteamericana. Su llegada se resolvió con 212 millones en cuatro temporadas. Casi nada.
Los Sixers cierran así un verano que ha sido más que productivo. A la sonada llegada de George y confirmada extensión de Maxey se suma el nuevo contrato de Kelly Oubre Jr (dos años y 16,3 millones), la llegada de un pívot suplente de ciertas garantías como Andre Drummond (2x10) y el fichaje de Eric Gordon por el mínimo. Además, draftearon a Jared McCain y Adem Bona, dos jóvenes que pueden hacerse hueco en la rotación, y resolvieron una de las cuentas todavía pendientes: el contrato de Paul Reed, que finalmente se queda por algo más de 23 millones en tres temporadas. Y ahora, han atado a Embiid. Unos meses redondos que acaban como empezaron, de la mejor manera posible.
Eso sí, siempre hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda y las posibles consecuencias que pueda tener dicho movimiento. El pívot tiene 30 años y un importante historial de lesiones a pesar de haber sido MVP de la temporada y dos veces Máximo Anotador, premio que no logró el curso pasado al no disputar los partidos mínimos para optar a los galardones individuales (se fue a 39). Su talento es innato, al igual que su facilidad para producir, pero tiene la vitola de hombre de cristal y de jugador al que siempre le pasa algo. Siete veces All Star, su incuestionable calidad va unida a la irregularidad supina que siempre demuestra, por mucho que jugara infiltrado una serie contra los Knicks en primera ronda el curso pasado (33 puntos y 10,7 rebotes de promedio). Con él, los Sixers ni siquiera han alcanzado unas finales de Conferencia, algo que como equipo no hacen desde 2001, con Allen Iverson y compañía. No tiene por qué ser siempre así, pero de momento ha sido así. Y el tiempo pasa. Ahí queda eso.
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