Los Mavericks y un desastre que siempre puede ser mayor

Hay un axioma que está por encima, por desgracia, de todos los demás: si algo es susceptible de ir peor, irá todavía peor. Y es en eso en lo que están inmersos los Mavericks desde que el pasado 1 de febrero dejaron escapar a Luka Doncic rumbo a Los Angeles Lakers en el que fue uno de los mayores traspasos de todos los tiempos. Desde entonces, todo han sido desgracias: lesión de Kyrie Irving, derrota a las primeras de cambio en el play in, un verano en el que consiguieron a Cooper Flagg sin que eso cambiara nada y un nuevo curso baloncestístico lleno de despropósitos, en el que la obviedad se ha impuesto hasta tal nivel que han tenido que despedir a Nico Harrison, el desastroso directivo que fue el hacedor de ese movimiento que nadie entendió.

Ahora, y para rizar todavía más el rizo, Dereck Lively II se ha pasado por el quirófano y estará fuera de juego hasta el final de la temporada. Así lo ha anunciado el siempre fiable Shams Charania (ESPN), que asegura que, en connivencia con la información aportada por Tim McMahon (periodista especializado en la actualidad de los Mavericks), el pívot se someterá a una operación en el pie derecho tras unas molestias constantes y persistentes que le harán unirse a la enfermería del equipo texano, cada vez más grande. El center, de tan sólo 21 años y en su tercera campaña en la mejor liga del mundo, es un asiduo de las lesiones, aunque nunca había tenido una de semejante gravedad ni de tan larga duración.

Lively fue clave como rookie en la consecución de las Finales que los Mavericks disputaron en 2024, con Luka Doncic y Kyrie Irving haciendo su magia para llevar al equipo texano a las terceras Finales de su historia, las primeras desde 2011, con Dirk Nowitzki logrando el anillo prometido. El joven pívot formó una asociación perfecta con la estrella eslovena, actuando de finalizador y ayudándose de su potente salto vertical para resolver el último pase de sus compañeros, además de ser un gran protector de la zona y de ser clave en el plano defensivo que permitió a los texanos alcanzar un auténtico hito, por mucho que cayeran en las Finales ante la marea verde de los Celtics (4-1).

Dicho esto, la lesión de Lively puede generar algunas dudas sobre la continuidad física del jugador, pero no en el devenir de unos Mavericks que han acabado asumiendo que tienen que empezar de cero. Anthony Davis está en el mercado, Klay Thompson parece un exjugador en activo cuyo futuro también podría estar fuera de la franquicia y el único con el que parecen contar de cara al futuro y a la formación de Cooper Flagg es con un Kyrie Irving que sigue lesionado y que ya veremos cuándo y cómo vuelve. Así están las cosas en unos Mavericks que no dan pie con bola desde que hicieron lo que hicieron, como suele pasar en estas ocasiones. Y con ese axioma eterno que acompaña a una franquicia que ahora mismo está en el infierno: si algo es susceptible de ir peor, irá todavía peor.

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