LeBron James y los Lakers evitan el desastre, no el ridículo

No tendría que ser así pero al mismo tiempo olía a que sería así desde que, menos de 24 horas antes, los Lakers consumieron toda la adrenalina a su disposición para remontar 21 puntos en un último cuarto memorable contra los Clippers. Al día siguiente, otra vez en L.A. pero en esta ocasión como locales, recibían la visita de Washington Wizards. El peor equipo de la NBA. Sí, peor que los Pistons y el primero que, tras caer finalmente contra los Lakers (porque perdieron: 134-131, prórroga incluida), llega a las 50 derrotas (9-50). Entre ellas, trece seguidas ahora y 25 en 28 partidos (de 6-25 a 9-50).

Los Lakers venían de jugar, y de hacer una heroicidad, contra Kawhi, Harden y compañía. Mañana reciben al campeón, unos Denver Nuggets a los que no consiguen ganar de ninguna manera en los últimos tiempos. Y en medio, ay, estaban los Wizards. Uno de esos estorbos extraños en el calendario NBA, un partido trampa que comenzó cuando los Spurs estaban terminando de ventilar a los Thunder: en una noche cualquiera, nadie está a salvo en la NBA. Así que la sorpresa, en realidad, seguramente habría sido que los Lakers no hubieran sufrido y se hubieran impuesto con autoridad y jerarquía. Cosas que, por otro lado, tampoco es que les sobren. Ganaron, y ya está. Evitaron la derrota, el desastre, pero no el ridículo. Pero ganaron: 33-28, cinco por encima del 50%, 9-3 en los últimos doce y (todavía novenos) a un partido y medio de los Kings, octavo del Oeste. Y a dos y medio del sexto, el puesto que marca la barrera con un play in del que los angelinos tienen crudo escapar. Tampoco es que partidos como este inviten a pensar que lo merecen.

Una victoria sin motivos para presumir

El caso es que, eh, los Lakers ganaron. Y ya está. Estas noches son así. La imagen fue por momentos esperpéntica, metidos en una pelea de perros que se habrían evitado solo con hacer un par de cosas mejor. Perros, conviene aclararlo, sin ganas de defender. En un partido de ida y vueltas, gatillo fácil y poco cuidado en general (con la defensa, con las rotaciones, con los rebotes….), los Wizards se encontraron cómodos, cogieron confianza en un primer cuarto en el que los Lakers les invitaron (por pura inacción) a darles guerra… y llegaron por delante al último minuto. Después anotó Austin Reaves, falló Jordan Poole y se jugó una prórroga… en la que los Wizards volvieron a ponerse por delante. Hizo falta que LeBron James, del que se dijo ayer que igual descansaba y acabó jugando 40 minutos, persiguiera a Jordan Poole y le pusiera uno de esos tapones suyos recuperando en carrera, marca de la casa. A continuación, LeBron anotó un triple para empatar a 131 lo que casi había sido un -5 justo antes. Y los Lakers se salvaron. A veces, se trata sencillamente de eso.

LeBron, que podría decir aquello de “no se os puede dejar solos”, se exprimió finalmente hasta el final de la prórroga (como para descansar…) y acabó con 31 puntos y 9 asistencias. Como está batiendo todos los récords habidos y por haber, también los más extravagantes, se convirtió en el jugador con más puntos en 29 de febrero (otra marca que le quita a Kareem Abdul-Jabbar). Y, obviamente más importante, está a un partido (nueve puntos) si no pasa nada raro (mañana, contra los Nuggets) de llegar a 40.000 y poner más lejos sus propias fronteras, unas barreras que ya ni se divisan. Nadie había firmado nunca 10.000 puntos, 10.000 rebotes y 10.000 asistencias en la NBA. LeBron está a un pasito, el último, de ponerse en 40.000+10.000+10.000. Da vértigo pensarlo.

Los Wizards, como era obvio que iba a suceder, no tuvieron forma de parar a Anthony Davis, que anotó 40 puntos, capturó 15 rebotes, repartió 4 asistencias y puso 4 tapones. Con más volumen esta vez que brillantez, D’Angelo Russell llegó a un buen 22+6+5. Y aún así, los Lakers pasaron las de Caín, en parte porque no defendieron absolutamente nada; también porque no estuvieron centrados y jugaron (suele pasar en partidos así) con demasiada pereza hasta que el tiempo se acababa y la cosa no iba bien. Justo ahí, de pronto, la desidia se convierte en nervios y así se suelen perder estos partidos. Esta vez, al menos, escaparon vivos. Reaves fue de menos a más y estuvo flojo pero al menos anotó al final (metió la canasta que forzó la prórroga). Y el banquillo volvió a producir de forma pírrica, minúscula. Un poquito de Dinwiddie y más problemas físicos de Reddish mientras seguimos sin noticias de Vanderbilt, Wood y, claro, el desaparecido Gabe Vincent.

Los Wizards, un equipo en plena reconstrucción que solo descuenta hojas del calendario hasta el draft 2024, son un desorden ambulante pero, como todos los equipos de la NBA, pueden ganar (teóricamente, al menos) porque tienen talento. Kyle Kuzma (que fue campeón con los Lakers) es un buen jugador; Tyus Jones es un base profesional, Deni Avdija un proyecto de gran currante; Corey Kispert sería un buen suplente en equipos de nivel y Jordan Poole es… Jordan Poole. Si el día es propicio, puede meter 34 puntos y (como fue el caso) rondar una victoria muy mediática solo para estropearlo con su vaivén de decisiones raras en los tramos decisivos. Con él, ya se sabe. O más bien, no se sabe nada. El caso es que los Wizards tuvieron sus opciones y pudieron ganar, pero acabaron perdiendo. Y así seguirá su temporada, hasta que alguien les diga que ha acabado.

Esta victoria no da para que nadie en los Lakers sea especialmente positivo. ¿Optimista? Hay gente para todo, y es tan lítico pensar que el equipo ha salvado un back to back que pudo acabar en 0-2 con dos victorias importantes como que no es sostenible este ritmo agónico y esta necesidad de heroicidades de las estrellas. Sea quien sea el rival. Si mañana los Lakers ganan a los Nuggets, este triunfo contra los Wizards, más allá de las espantosas formas, se verá como útil, constructivo. Si vuelven a perder como el campeón, será un “si es que ya se vio el otro día que…”. Así es la regular season, así son las cosas y así son estos Lakers. En los días buenos y en los días, digamos, como este.

Los Angeles Lakers

Estadísticas

10 Max Christie
3 Anthony Davis
26 Spencer Dinwiddie
28 Rui Hachimura
11 Jaxson Hayes
23 LeBron James
4 Skylar Mays
12 Taurean Prince
15 Austin Reaves
5 Cam Reddish
1 D'Angelo Russell
20 Dylan Windler

Estadísticas

	Min	Pts	RT	RO	RD	Ast	Per	Rec	Tap	T1	T2	T3	FR	FC	Val
10 Max Christie	8	3	0	0	0	1	0	0	0	1/1	1/1	0/0	0	0	0
3 Anthony Davis	41	40	15	3	12	4	1	1	3	12/13	14/22	0/0	0	2	0
26 Spencer Dinwiddie	25	10	0	0	0	3	1	0	0	2/3	1/2	2/3	0	2	0
28 Rui Hachimura	35	8	7	2	5	1	0	2	0	0/0	4/9	0/2	0	3	0
11 Jaxson Hayes	10	6	5	1	4	0	0	0	0	0/0	3/4	0/0	0	0	0
23 LeBron James	38	31	4	0	4	9	4	1	1	5/7	10/19	2/5	0	1	0
4 Skylar Mays	0	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
12 Taurean Prince	17	2	2	0	2	3	1	0	0	0/0	1/2	0/0	0	1	0
15 Austin Reaves	39	12	6	1	5	4	1	1	1	0/0	6/9	0/2	0	3	0
5 Cam Reddish	4	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
1 D'Angelo Russell	43	22	6	0	6	5	3	1	1	0/0	5/10	4/11	0	4	0
20 Dylan Windler	0	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0

Washington Wizards

Estadísticas

8 Deni Avdija
35 Marvin Bagley III
14 Jules Bernard
4 Jared Butler
9 Justin Champagnie
1 Johnny Davis
16 Anthony Gill
22 Richaun Holmes
5 Tyus Jones
24 Corey Kispert
33 Kyle Kuzma
97 Eugene Omoruyi
13 Jordan Poole
20 Landry Shamet

Estadísticas

	Min	Pts	RT	RO	RD	Ast	Per	Rec	Tap	T1	T2	T3	FR	FC	Val
8 Deni Avdija	43	15	15	2	13	5	2	1	0	2/2	2/5	3/5	0	3	0
35 Marvin Bagley III	33	23	4	1	3	1	1	0	2	0/1	10/13	1/1	0	3	0
14 Jules Bernard	1	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
4 Jared Butler	0	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
9 Justin Champagnie	0	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
1 Johnny Davis	16	0	2	1	1	0	0	0	0	0/0	0/3	0/0	0	0	0
16 Anthony Gill	0	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
22 Richaun Holmes	13	7	3	2	1	0	1	0	0	0/0	2/3	1/1	0	4	0
5 Tyus Jones	36	8	1	0	1	11	3	2	0	1/1	2/4	1/3	0	0	0
24 Corey Kispert	27	20	6	2	4	6	2	1	0	2/2	6/8	2/7	0	2	0
33 Kyle Kuzma	37	20	10	2	8	4	2	1	3	2/2	3/8	4/8	0	3	0
97 Eugene Omoruyi	0	0	0	0	0	0	0	0	0	0/0	0/0	0/0	0	0	0
13 Jordan Poole	38	34	3	0	3	7	3	1	1	3/4	8/14	5/12	0	4	0
20 Landry Shamet	16	4	1	0	1	1	1	0	0	0/0	2/3	0/4	0	0	0