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Los Lakers contienen la respiración por Davis
Los Ángeles sonríe con el juego de su equipo, pero tiembla ante la posible lesión de Anthony Davis, su jugador más en forma. LeBron y Westbrook someten a los Nuggets en su ausencia.
Anthony Davis es uno de esos jugadores que cuando está bien físicamente no tiene nada que envidiar a nadie en la NBA. Es, simplemente, uno de los mejores jugadores del mundo. Lo estaba dejando claro estas últimas semanas como pieza fundamental de la reacción de Los Angeles Lakers, jugando a nivel de MVP. Cuando Davis está así lo único que puede frenarle son las lesiones, algo que ha ocurrido con más frecuencia de la que le gustaría. Hoy ha vuelto a pasar. En el primer cuarto ante los Denver Nuggets, al intentar una canasta, se hizo daño en el pie derecho después de pisar mal al caer. Acabó el primer cuarto con diez puntos, jugó 10 minutos del segundo pero ya no anotó. Algo no iba bien y Davis no volvió a jugar a la vuelta del descanso. Desde Los Ángeles, a la espera de las pruebas definitivas que se realizarán hoy, se está deslizando la idea de que la lesión no es grave. En cualquier caso, y hasta que no se confirme la noticia, se contiene la respiración en LA, sabedores del historial de Davis en lo que a dolencias se refiere.
Cualquier baja de la estrella será muy compleja para un equipo que está jugando mucho mejor que al principio de temporada pero que llega a este momento de la temporada con mucho camino que recorrer, con mucha desventaja que neutralizar. Todas las manos son bienvenidas para ayudar en la remontada y más si son manos como las de Anthony Davis. Veremos como se arreglan sus compañeros sin él. Si es como hoy, los aficionados de los Lakers no deberían estar tan preocupados. La exhibición de juego colectivo mostrada por el equipo angelino en la segunda mitad es digna de señalar. Se sobrepusieron a la baja de su compañero y a ir por detrás en el marcador ante uno de los mejores equipos de su conferencia que, además, llegaba en racha de victorias (tres). Y acabaron ganando el partido sobrados.
“Ha sido enorme, especialmente después de la dura derrota ante Boston”, declaraba LeBron James refiriéndose al último partido de su equipo ante el eterno rival, que perdieron en la prórroga y dejaron escapar en los últimos minutos del último cuarto, algo que ya les ha ocurrido varias veces esta temporada. Esta vez no. Hicieron su trabajo en defensa y movieron el balón como los ángeles en ataque. Y lo hicieron hasta el final, nada de cortocircuitos indeseados. LeBron, también en un gran momento de juego, fue el encargado durante muchos minutos de ocupar el puesto de cinco en ausencia de Davis y de defender a Nikola Jokic. El alero logró su tercer partido consecutivo de 30 o más puntos, convirtiéndose en el jugador de más edad en hacerlo desde Michal Jordan en 2002. Russell Westbrook firmó su segundo triple-doble del curso (15+11+12), con lo que ya es el primer jugador en la historia de los Lakers en hacer algo así saliendo de suplente. Pero más allá de las estadísticas, el juego del base y su desempeño como sexto hombre han hecho que pase de ser la diana de todas las críticas a uno de los jugadores clave en el despertar de su equipo. Un equipo que aún tiene que seguir remando para lograr sus objetivos y rezando para que lo de Davis se quede en un susto.