Los cinco jugadores a seguir en el March Madness 2024: ¿cuáles son sus proyecciones en el ‘draft’?
El gran torneo universitario siempre tiene un efecto importante en el ‘draft’ de la NBA. Varios aspirantes al top-10 competirán por ser campeones antes de dar el gran salto.
Llega la hora de la verdad en la temporada universitaria. Después de otro curso de rivalidades históricas, sorpresas, finales al límite y choques de trenes en las grandes conferencias, la NCAA encara su torneo, el March Madness que pone del revés Estados Unidos durante unas semanas de brackets, cenicientas y estrellas que irrumpen (algunas, para siempre) que culminarán en la Final Four, que este año tendrá como sede (6 y 8 de abril) el State Farm Stadium de Phoenix.
Los grandes talentos que apuntan al próximo draft (26 y 27 de junio, primer año con dos fechas) llevan meses, en muchos casos años, bajo el microscopio de todos los ojeadores. Pero un gran torneo siempre dispara a algunos jugadores… y un patinazo muy sonado puede provocar dudas.
Es, además, un año (algo que cada vez sucede con más frecuencia) en el que es difícil jerarquizar a unos jóvenes jugadores que cada vez llegan desde vías más diferentes a la NBA: jugadores internacionales que están fuera de EE UU (este año Francia, Australia…), el Ignite y sus andanzas vinculadas a la G League… Las grandes universidades no copan los lottery picks (top 14 del draft) como en el pasado, y este año entre los primeros elegidos estarán los franceses Alex Sarr (francés que juega en Australia), Zaccharie Risacher (juega en Francia), Nikola Topic (base serbio del Estrella Roja), Matas Buzelis (estadounidense de origen lituano que está en Ignite, como Ron Holland), Tidjane Salaun (Cholet)…
Pero sigue habiendo grandes jugadores de universidades históricas que apuntan muy alto en el draft y que acapararán muchas miradas en el torneo. Estos son los principales:
CODY WILLIAMS (19 años, alero; Colorado). El hermano de Jalen Williams, el alero que maravilla en los Thunder, Cody Williams se mueve en un rango que puede ir del número 1 del draft al 11 o el 12, fuera del top 10. Así que es uno de los que más puede ver variar su posición en función de cómo se maneje en el torneo. Tiene unas enormes posibilidades como anotador, y para dirigir el juego como alero que crea a partir del pick and roll. Anota de muchas formas y entiende el juego, pero necesita mejor su tiro de larga distancia y su fuerza física para acabar jugadas cerca del aro. En defensa tiene instinto y envergadura (es más alto que su hermano) pero necesita, otra vez, ganar músculo y potencia física.
ROB DILLINGHAM (19 años, base; Kentucky). Pura electricidad, Dillingham (1,91) es rápido de movimientos y de acción, un gran anotador que va mejorando como director de juego y que tiene que aprender a seleccionar bien sus pases. Es muy bueno generándose sus espacios y sus tiros, y no tiene problemas en lanzar desde la línea de tres. Es pequeño, así que también hay dudas sobre su capacidad para defender o acabar jugados cerca del aro en la NBA. Pero el potencial es enorme.
REED SHEPPARD (19 años, escolta; Kentucky). Mide solo 1,91 y pesa 85 kilos. Es un guard pequeño y liviano, y eso siempre genera algunas dudas. Pero Sheppard lo compensa con instinto, actitud y rapidez en defensa, donde es pegajoso contra los bases rivales. Además, es un gran tirador con un mecanismo rápido, adaptable a la NBA. Ese es su gran valor, si bien tiene que mejorar en el manejo y la gestión de ciertas situaciones. Pero sus cualidades, es además muy competitivo, son muy interesantes.
STEPHON CASTLE (19 años, base, UConn). Si Sheppard es liviano, Castle es un base mucho más fuerte, que roza los dos metros y tiene un físico ideal para la NBA. Es un gran defensor, con potencial para adaptarse perfectamente a lo que requiere la Liga ahora: cambios con jugadores más grandes, versatilidad… En ataque, Castle maneja bien el juego, controla el ritmo y es un buen finalizador cerca del aro. Encuentra a los jugadores liberados, elige bien los pases… pero le falta, para ser un jugador con potencial de gran estrella, estabilizar su tiro exterior. Si lo consigue, puede ser un guard realmente diferencial.
JA’KOBE WALTER (19 años, escolta; Baylor). Un proyecto de gran anotador, con una suspensión que puede ser letal y una mecánica de tiro que le permite amenazar en movimiento, a partir de su propio bote… Mide 1,96, y tiene envergadura y concentración alejado de la bola para ser un buen defensor, aunque tiene que ganar fuerza física. En Baylor se le ha usado poco como generador con la bola en sus manos, y ahí tiene otro aspecto en el que mejorar para ser más completo. Puede anotar en penetración, aunque deberá ganar explosividad en su primer paso para el nivel NBA.